domingo, 30 de diciembre de 2012

Misticismo arcaizante


Giotto - fuga in egitto -

Tras la obligada primera parte del Oratorio de Navidad del glorioso JS Bach, tres días de exaltación (antes se celebraba la Natividad así, a lo grande); y ya con el niño algo crecidito, nos acercamos al Misterio desde otro ángulo: desde el surgimiento del Oratorio Romántico y desde L’Enfance du Christ  op.25 de Hector Berlioz.(1803-1869)

Decía el músico francés que quería componer una obra a la manera de los viejos misales ilustrados; a fe mía que lo logró. Comenzó por llamar Misterio a la obra para dejarlo en Trilogía Sacra; en realidad un Oratorio en tres partes, con narrador obligado.

Para ese propósito místico arcaizante, Berlioz se valió de recursos técnicos como el uso de los antiguos modos, de dulzura seráfica, de armonías profundas ... para dejarnos una obra elevada, suspendida en la irreal belleza del misterio dotado de esperanza. Obra sinfónico-coral exigente en interpretación y escucha.

No puede usted imaginarse lo que es esto si no lo conoce: algo exquisito, suavísimo, de una delicadeza y ternura tales que nadie puede escucharlo con los ojos secos”. Luego refiere las voces y la melodía (“pura, ingenua, verdaderamente divina”), para proseguir: “(la música) tuvo un efecto fulminante en mi alma. Una inmensa paz se había adueñado de ella. Sea lo que fuere, me veía a mí mismo hecho otro hombre”.
(Manuel García Morente)

Como es preceptivo tres partes componen la Trilogía:

I. El Sueño de Herodes, con la consiguiente orden de ejecución de lo Inocentes, en la que destaca su gran aria O Misère des Rois!

(vídeo Gabba02)

II. La Huída a Egipto, tras la advertencia de los ángeles. Escuchemos el pasaje Le Repos de la Sainte Famille:

(vídeo shkkl270)

III. La Llegada a Sais, y posterior acogida por los Ismaelitas, para finalizar el oratorio en un gran coro a cappellaChoeur Mystique:

Coro Monteverdi
 (vídeo Barbebleueie)

¡Feliz Año Nuevo!
aunque termine en trece, peor no podrá ser (?)

domingo, 23 de diciembre de 2012

El poeta del piano



Bill Evans (1929-1980) fue un pianista de jazz, de sólida formación clásica especialmente en la impronta de una armonización impresionista, una delicada digitación y una sólida técnica hábil para la improvisación; lo cual le llevó a moverse por un Jazz íntimo, intelectual y reflexivo, terrenos del Jazz modal y del Cool. También a ejercer profunda influencia en contemporáneos y futuros pianistas del género; a rechazar la electrificación instrumental, alejándole de las nuevas tendencias del Jazz fusión, y a ganarse el sobrenombre del título.

A mediados de los cincuenta, en plena explosión artística, llegó a trabajar con Miles Davis durante unos pocos meses; lo suficiente para participar con su instrumento y composición en esa cima del jazz que es el descomunal Kind of Blue del gran trompetista.

Pero donde se sintió más a gusto como pianista fue con el Bill Evans Trio, en el diálogo de instrumentos como camino a la emoción: piano, contrabajo y batería. Algunos de sus mejores momentos fueron registrados en directo en el Village Vanguard,  la última grabación con Scott LaFaro, bajista virtuoso que perecería al poco tiempo en una autopista.

De esas sesiones vería la luz el disco Waltz for Debby (1961) que contenía el tema homónimo, dedicado a su sobrina. Una preciosa delicadeza a ritmo de vals que engloba el mejor diálogo del trío:

(vídeo Andrew Jackson)

domingo, 16 de diciembre de 2012

El príncipe Borodin


Ilya Glazunov - El Príncipe Igor (1962)

El denominado Grupo de los Cinco (o Gran Puñado), círculo de músicos románticos y nacionalistas rusos, contaba entre sus componentes con un químico: Alexander Borodin (1833-1887). Un compositor tardío y a tiempo parcial, para desesperación de sus correligionarios que eran conscientes de sus extraordinarias dotes musicales.

Hijo natural de un príncipe georgiano, no estudió composición en serio hasta 1863 con Balakirev. Sus excelentes trabajos en las ciencias químicas, así como otras dedicaciones vitales, también contribuyeron a una obra musical corta pero bella y elegante; destacable por su impecable y lírico melodismo, y, al igual que sus colegas de los Cinco, con un fuerte sabor oriental, tal vez no tan exótico como en Rimski, pues sus excursiones se ciñen a Asia Central.

Su celebrada ópera El Príncipe Igor, comenzada en 1869, tras dieciocho años, quedó inconclusa por su prematura muerte y sus continuos retoques. Fueron Rimski-Korsakov y Alexander Glazunov, a la limón, quienes completaron la orquestación y dieron forma a la obra. Un libreto del propio Borodin y de Vladimir Stasov basado en una epopeya del siglo XII, Las Huestes de Igor, donde no faltan aventuras guerreras, amores cruzados, malos-malísimos e incluso el recurso a personajes grotescos tan del gusto ruso. Una ópera que rezuma un desbordante lirismo en las escenas más humanas e íntimas, engalanadas con preciosas melodías de sabor popular, sobre un fondo coral profundamente dramático y folclórico.

Coros y Danzas polovtsianas, la pieza más célebre:

(vídeo John J)

Aria de Jaroslavna, la esposa ‘Ne malo vremeni proslo s tech por’ :

(vídeo carlotta9991)


PS: ¡y a mí que me recuerda al Puccini más lánguido! (?)

domingo, 9 de diciembre de 2012

Duelo por un Héroe



Decepcionado con el rumbo político de su admirado Bonaparte al hacerse coronar Emperador “¡ahora sólo obedecerá a su ambición…!” Beethoven sustituye el segundo movimiento de su Tercera Sinfonía “Heroica”op.55; la marcha triunfal deja lugar a una marcha fúnebre: el duelo por un héroe.

La Marcia Funebre: Adagio assai es la pieza más célebre de la primera gran sinfonía beethoveniana, el monumento que rompe las costuras del clasicismo orquestal.

Sobre un ritmo de marcha procesional se alternan un primer tema doloroso y amargo, con un segundo más dulce y libre que es sometido en todo momento a la tiranía andante de la marcha, no sin visitar, en su parte central, los placeres del desarrollo fugado en los segundos violines.

Hans von Bülow, el legendario director alemán, se ponía unos guantes negros para dirigir esta pieza ¿se puede ser más elocuente? Creo que no…

Mejor no añadir nada y escuchar el movimiento completo con la Filarmónica de Viena, dirigida por Erich Kleiber, otra leyenda:

(vídeo Barbebleuei)

sábado, 1 de diciembre de 2012

Mia Tiranna



Mia tiranna, o dio, pietà
Son ferito e prigioniero
Che d’Amor nel crudo impero
Tal mi fè la tua beltà.
...

No hay labor más grata, y casi inagotable, que la de invitar al Castillo a la ingente nómina de compositores del XVII; tantos y de tan alta calidad que la tarea se convierte en un descubrimiento continuo de tesoros semiocultos.

Pietro CESTI  (1623 - 1669) también conocido como Marc’Antonio debido a su nombre religioso, padre Antonio d’Arezzo, nació en esta preciosa localidad toscana. Su formación musical comienza en Roma, se cree que como discípulo de Abbatini y Carissimi. A partir de 1651 Cesti escalaría los más altos peldaños de un hombre de su oficio: estrenos operísticos en Venecia, maestro de capilla en Innsbrück, cantor de la capilla Sixtina en Roma, tenor y compositor en la Florencia de los Médici, vice-maestro de capilla en la corte imperial de Viena... En fin, en el panorama italiano, junto a Luigi Rossi y Giacomo Carissimi, lo más selecto de su época; “la luz y la gloria de la escena profana” o “miraccolo de la Música según Salvatore Rosa.

Entre 1662 y 1665, durante su segunda estancia en Innsbrück, además de obtener el título de Marqués, compuso una buena cantidad de Cantatas, Canzoni amorose, sobre textos de Sbarra y Apolloni, poetas de la corte.

Mia tiranna es un precioso ejemplo de su delicado arte que “sobresale en la expresión del ardor y la ternura, allí donde los sonidos explican los tiernos impulsos de un corazón que ama, donde el amante solitario languidece y recuerda, donde se describen delicadas ensoñaciones” (H. Kretzchmar). Una Canzona de contenida expresión dramática que nos muestra la suave vocalidad y el sutil cantabile de las melodías de Marc’Antonio Cesti, y que pasamos a escuchar en la interpretación del contratenor René Jacobs acompañado por un continuo de William Christie, clave; Jaap Ter Linden, violonchelo; Konrad Junghänel, tiorba.


(vídeo Barbebleuei)

domingo, 25 de noviembre de 2012

El Color del Sonido: el excitante piano de Scriabin 2


Aún siendo casi inclasificable el estilo y su evolución en Alexander Scriabin, intentamos sistematizar su obra en etapas e influencias.

Tras un primer período romántico chopiniano-lisztiano, en una segunda fase evolutiva podemos rastrear la descomunal influencia de Richard Wagner (la dinámica, el cromatismo, el misticismo) así como, no tan lejana a la anterior, la escuela impresionista francesa (con Claude Debussy a la cabeza) en la técnica de atmósfera irreal, hipnótica, ensoñadora, deconstuída...

La Sonata para piano n. 4 en Fa sostenido Mayor op.30 compuesta en 1903 es buen ejemplo de lo antedicho, con ese carácter de romanticismo decadente necesitado de nuevas vías expresivas, donde la tonalidad se va desvaneciendo. La más breve de sus Sonatas, está escrita en dos movimientos:

Andante sosegado pero expresivamente seductor, erótico para algunos críticos; un vuelo lírico que finaliza en el attacca al Prestissimo volando de impulso beethoveniano y que alcanza su culminación orgiástica en la restitución del tema del Andante.

Vivamos esas sensaciones de la mano de Vladimir Sofronitsky, gran intérprete de Scriabin:

(vídeo daredash2005)

domingo, 18 de noviembre de 2012

A Certain Sadness


Tratando de aligerar el Castillo, vamos levantando brumas y despejando ambientes, dejando en el aire un cierto sentido de Tristeza (Saudade) en atmósferas más diáfanas que surgen del ritmo más vital: el Latido.

En los años sesenta tenía lugar la exportación mundial, vía Estados Unidos, de un viejo arte musical que se hacía llamar nuevo, la Bossa Nova, reformulación intimista y culta de la Samba. A través de su exitosa fusión con el Jazz norteamericano llegaría crear uno de los pilares fundamentales del Jazz Latino. Nombres como AC Jobim, Vinicius de Moraes, Joao Gilberto... eran la punta de lanza de esta refinada estética musical.

La cantante Astrud Gilberto (1940) tras su colaboración neoyorquina, casi accidental, con el saxofonista Stan Getz, envolvía su voz plateada y directa con el celofán del rico y profundo organista de Recife Walter Wanderley (1932-1986) para editar en el prestigioso sello Verve “A Certain Smile – A Certain Sadness”  (1966) demostrando, de nuevo, que para el talento uno más uno pueden ser mucho más que dos.

Basado en el ritmo, contenido, imparable, vitalista, primario, sensual, Astrud y Walter nos enseñan la música como vida, en sentido estricto y  amplio.

Los que sepan, o se atrevan, ya están tardando en mover el esqueleto... con soave tristeza de fondo.

Goodbye Sadness (Tristeza) (Lobo-Niltinho-Gimbel)
(Rodri Go)

So Nice (Summer Samba) (Valle-Valle-Gimbel)
(vídeo RoundMidnightTV)

Astrud Gilberto, voz
Walter Wanderley, órgano, piano
José Marino, bajo
Claudio Slon, batería
Bobby Rosengarden, percusión
Joao Gilberto, guitarra

domingo, 11 de noviembre de 2012

Las Bacantes: de Eurípides a Henze



Como Orfeo, toco
en las cuerdas de la vida la muerte,
y ante la belleza de la tierra
y de tus ojos, que administran el cielo,
sólo sé decir cosas sombrías.

No olvides que también tú, de pronto,
aquella mañana, cuando tu lecho
todavía estaba húmedo de rocío y el clavel
dormía junto a tu corazón,
viste el río oscuro
pasar a tu lado.

La cuerda del silencio,
tensada sobre la ola de sangre,
puso manos en tu corazón sonante.
Transformado quedó tu rizo
en la cabellera de sombras de la noche,
los copos negros de las tinieblas
nevaron tu semblante.

Y mi lugar no está a tu lado.
Ahora nos lamentamos los dos.

Pero como Orfeo, sé
junto a las cuerdas de la muerte la vida,
y en mí reverbera el azulado
de tu ojo por siempre cerrado

-INGEBORG BACHMANN-  Sólo Cosas Sombrías

Nunca tan de actualidad ha estado la tragedia griega, la diaria y la Inmortal. En medio de la hecatombe de una civilización, no tan sólo económica, no resulta ocioso y sí muy coherente volver la vista hacia los orígenes, allí donde fue creado el pensamiento que aún podemos llamar moderno ¿por cuánto tiempo?

Sírvanos la reciente desaparición del gran compositor Hans Werner Henze (1926-2012) como sentida excusa para volver a Eurípides, el amigo de Sócrates, y a una de sus tragedias: Las Bacantes. La lucha entre la racionalidad (Penteo, rey de Tebas) y las pasiones (el dios Dionisio, ó Baco); pero no solo, sino también, el conflicto entre el autoritarismo y la libertad, la convivencia entre la norma y el sentimiento, el espíritu libertario y la degeneración dogmática, la intolerancia en el individuo y la histeria social, con moralidad de fondo, que nos lleva a preguntarnos con el maestro Henze “¿qué es la libertad? ¿qué significa la represión, la revuelta, la revolución? Eurípides es llevado hasta nuestro tiempo” y tanto, diría yo...

A partir del libreto escrito en inglés por WH Auden y C Kallman “The Bassarids” (1966) Henze recoge la tradición operística de Richard Strauss pasada por la mente de Alban Berg (algunos críticos apuntan al sinfonismo de Mahler) dando rienda suelta a una partitura luminosa y poderosa, lírica y dramática por igual, pura narrativa musical tan corrosiva y áspera como la poesía de su musa Ingeborg Bachmann, y servida con el eclecticismo del sabio “me parece más interesante y más generoso ser ecléctico que no serlo” . El estreno tuvo lugar en el Festival de Salzburgo 1966 en traducción al alemán, Die Bassariden.


Así el maestro, con orquestación lujuriosa, se mueve con soltura en los confines de la tonalidad para crear los claroscuros que tanto contribuyen a las tensiones dramáticas, el conflicto perenne, de la ópera; obra en un solo acto que está subdividida, a la manera sinfónica clásica, en cuatro movimientos que, basándose explícitamente en JSB, comienza en la forma Sonata y termina en un sensacional Passacaglia, tras haber recorrido el Scherzo-Trío y el Adagio-Fuga. Un viaje monumental, para que allí en medio de la histérica bacanal de las Bacantes (seguidoras humanas de Dionisio) la propia madre, Ágave, despedace al hijo, Penteo.

Escuchemos dos momentos gloriosos del sensacional cuarto movimiento:
Coro de Bacantes y percusión


(vídeo Barbebleuei)

El lírico lamento de Penteo:


(vídeo Barbebleuei)

RIAS Kammerchor
Berlin Radio Symphony Orchestra
Gerd Albrecht

domingo, 4 de noviembre de 2012

En el Generalife

En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Federico García Lorca –Romance de la luna, luna-

Como bien dejó demostrado el poeta más hermoso, la poesía es la música de la literatura; pues bien, el Generalife es la música de los jardines. 

Adorable residencia veraniega de los sultanes nazaríes, un asombro que simboliza el jardín de oasis, el jardín umbrío, cerrado e íntimo que colma la verticalidad de los cipreses-columnas, y donde canta el agua, en los surtidores, en las fuentes, en las escaleras, en las albercas, ... dejando una etérea y vaga sensación de agradable tristeza. 
La recreación del Paraíso musulmán. 
El Jardín del Amor hecho Arte. El Arte hecho Amor.
La música de los jardines.

Un paraje donde es más fresco el aire, más pura el agua, y el Suspiro del Moro, más cercano y audible ¡pobre rey chico! 

Un lugar de quietud y placer, o en palabras del imprescindible Baudelaire: lujo, calma y voluptuosidad.

Esta evocación se hace música en la primera Impresión Sinfónica de Noches en los Jardines de España: I. En el Generalife, para orquesta y piano de Manuel de Falla. Un Nocturno con aires de misterio y luna, luna... mora.

Falla nos ofrenda una orquestación táctil, de textura y timbre impresionistas, que simula el frescor de la brisa veraniega en la ondulación del trémolo de la cuerda y las ráfagas del arpa, a la par que permite al piano gotear entre todos los matices del verde, aquí y allá; y saturado el oído, ponerse a fluir libremente para introducir el segundo tema que mana en unos metales in crescendo, reflejos de luz lunar, manteniendo siempre la unidad melódica, perfumada de azahar. Sublime

(video Barbebleuei)

domingo, 28 de octubre de 2012

Definitiva Personalidad


Adonde nos dirijamos bajo la tormenta de rosas,
las espinas iluminan la noche, y el trueno
de las hojas, antes tan silenciosas en los arbustos,
nos sigue ahora muy de cerca.
-Ingeborg Bachmann-

Para quien suscribe no es concebible un otoño sin nieblas ni oscuridad, sin setas ni castañas; sin la sonoridad sombría, el melodismo popular, y el complejo ritmo de la música de Johannes Brahms. Defectos que a uno le adornan...

El vigoroso engarce del cuarteto de cuerda y del piano refuerza la sensación de obra maestra que, tras su costosa metamorfosis, nos presenta en todo su esplendor lo que Konrad Wolf llama la Definitiva Personalidad de Brahms: romanticismo de juventud apuntalado por el más puro clasicismo y por un estimable espíritu de experimentación que llevaría a Schönberg a hablar de Brahms, el progresista.

El descomunal Quinteto para Piano y Cuerda en fa menor op.34 nació como Quinteto de Cuerda (dos violonchelos) para convertirse, ante la crítica negativa del violinista Joseph Joaquim, en una Sonata para dos Pianos op34b, la cual tampoco convenció a Clara Schumann, por su desaprovechada riqueza temática, y terminar en ese fenomenal hallazgo que es el conjunto cuerdas/piano, del cual diría el director Hermann Levi que era bello más allá de las palabras, una obra maestra de la música de cámara.

Fabulosa partitura de aroma schubertiano,  tanto por su increíble riqueza melódica basada en un despliegue temático apabullante -casi no hay freno en la aparición de nuevos temas, sin tiempo para su desarrollo- como también por una afectuosa paleta armónica por su propia configuración instrumental, y un cromatismo más allá del XIX.

1.Allegro non troppo: turbio, complejo, enérgico, trágico y lírico a la par, el movimiento arranca en un conocido y adictivo tema principal que va abriendo paso a una complejidad rítmica y múltiples líneas musicales que cobran vida mientras saltan de atril en atril.

2. Andante, un poco Adagio: límpido, tierno, ambiguo y otoñal al albur de la ondulante gracia schubertiana del piano

3. Scherzo. Allegro: electrizante, sincopado, desasosegante scherzo que solo amaina en el fugato que introduce el Trío central.

(vídeo ArRubMusic)

4. Finale: tripartito, disonante, vasto y opulento
            . Poco sostenuto: introducción en ascenso cromático
            . Allegro non troppo: desparrame temático de sentimiento inestable.
            . Presto non troppo: amplio y robusto canto de dramatismo creciente.

(vídeo ArRubMusic)

Athur Rubinsteirn y el Guarneri Quartet dan vida a la partitura.

Una personalidad, Brahms, como la copa de un pino, con raíces de Mozart y tronco de Beethoven, que asciende por las ramas de Schubert... y sus hojas nos siguen ahora muy de cerca.

domingo, 21 de octubre de 2012

Dedicatoria a un Poeta



La España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y de alma quieta,
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
El mañana efímero –Antonio Machado-

Conocí someramente a Joan Manuel Serrat en blanco y negro, merced a su espantada de Eurovisión ante la ofendida negativa ¡en esas estamos! del régimen dictatorial a utilizar la lengua catalana, al menos en alguna estrofa, en la interpretación del empalagoso tema festivalero; a la vez que llegaban a los viejos tocadiscos monofónicos sus primeros singles y EPs en lengua castellana, ante el asombro y el enojo ¡en esas estamos! de conspicuos integrantes de la Nova Cançò.

Pero descubrí al Serrat de colores, de simas y de pompas, austero y engalanado, poeta y músico, con el álbum Dedicado a Antonio Machado, poeta (1969). Ahí se forjaría, a mi entender, la carrera del mejor cantautor, poeta-músico, de este país, estado, nación, españa, patria, realidad plurinacional, península o como diablos quiera cada uno llamarle.

Y no era sencilla la tarea de llevar a la partitura las letras austeras y profundas, burlonas y desoladoras, amargas como una Generación, del poeta de los álamos y los chopos. Pero Joan Manuel tenía la capacidad de entrar al fondo del poema y, haciéndolo suyo, elevarlo en acordes vitales, añadiendo risa y llanto, melodía y declamación, olmos y estelas...

Buceando y entresacando de los poemas de Machado la médula del Arte, cargándoles de su personal dicción, y añadiéndole los deliciosos y delicados arreglos orquestales de  Ricard Miralles, Serrat fraguó un álbum hondo y redondo, popular y culto, animoso y desolador.

A un Olmo Seco, madera y vida entre trompas de metal:

(video treguamelancolica)

Del Pasado Efímero, costumbrismo, cinismo, realismo:

(vídeo caujag)

La Saeta, el desgarro de un pueblo en un dramático y desgarrador crescendo:

(video CarlossMartinn)

domingo, 14 de octubre de 2012

La Clementina ¿ópera o zarzuela?



Huid, corazones
de amor los engaños;
viviréis más años,
viviréis mejor.

Luigi Boccherini (1743-1805) recordado y valorado por su deliciosa música de cámara, dejó escrita una única obra lírica: La Clementina (1786)

Viudo y recién llegado del exilio de su patrón Luis de Borbón, recibió el encargo de dicha obra por parte de María Faustina Téllez-Girón, condesa viuda de Benavente y duquesa de Osuna, para su salón privado. La aristócrata impuso el libretista, Ramón de la Cruz, así como los intérpretes. La obra original fue en castellano y con partes habladas, argumentos que sugieren una zarzuela (o protozarzuela); una versión posterior, en italiano, el enredo de la nobleza con subtrama del servicio, y el elegante vuelo melódico de ansias belcantistas, nos configuran una ópera a tiempo completo.

Lo menos admisible es llamarle barroca, pues un evidente estilo galante, con claro rigor puramente clásico, destila toda la partitura. Elegancia, contención, refinamiento, gracia, distinción, delicadeza, pureza,... en suma, clasicismo, que nos remite inmediatamente a Haydn y Mozart.

Escuchen el aria de Clementina “Ahimé, cor mio”


(vídeo Barbebleuei)

Elena Rizzieri
Orchestra della Radiotelevisione della Svizzera Italiana
Angelo Ephrikian

domingo, 7 de octubre de 2012

El Color del Sonido: el excitante piano de Scriabin 1



Tal vez el más fascinante, original y seductor corpus pianístico de entre siglos (XIX-XX) sea el colorido universo de Alexander Scriabin (1872-1915)

En especial, su colección de diez Sonatas para piano nos llevan, no solamente desde un mundo decimonónico romántico hasta una galaxia moderna donde la tonalidad se va disolviendo en un magma místico y alucinatorio, manteniendo una vívida elocuencia siempre explícita y excitante; sino que nos abre ante los ojos auditivos una explosión de color, de cromatismo demencial y denso.

Un viaje a través de atrevidas armonías y relámpagos de original dramatismo que comienza a la alargada sombra de un tal Chopin, alumbrado por destellos del Liszt más atrevido, en una partitura con fuerte carga emocional, escrita mientras nuestro compositor curaba su mano derecha de los destrozos ocasionados por las piruetas lisztianas. Así suena su Sonata para Piano N. 1 en fa menor op.6 en la interpretación de Vladimir Ashkenazy:

1. Allegro con fuoco: dos temas, apasionado y melancólico por orden de aparición, con desarrollo turbulento:



2. Adagio: profundamente triste, en forma ternaria:



3. Presto: densa agitación en forma de rondó:


4. Funebre: marcha fúnebre chopiniana revisited:

(vídeos BLOP888)

sábado, 29 de septiembre de 2012

un SCHÖNBERG tonal


Dos personas caminan a través de un desnudo bosque frío;
La luna corre sobre ellos, se miran en ella.
La luna corre sobre los altos robles;
Ni una nube oscurece la luz del cielo
Donde las negras ramas se extienden.
La voz de una mujer habla:

"Llevo un niño, y no es tuyo,
Camino en pecado junto a ti,
He cometido una gran ofensa contra mí misma.
Yo ya no creía que podría ser feliz,
Y sin embargo, tenía el fuerte deseo
De sentir la plenitud, la felicidad de ser madre.

Y por ello, he cometido un descaro,
Así que, temblando, entregué mi sexo
A los brazos de un hombre extraño,
Y así quedé embarazada por él.
Ahora la vida se ha cobrado su venganza:
Ahora te pertenezco, te he encontrado."

Ella camina con paso torpe.
Ella levanta la vista; la luna corre sobre ellos.
Sus ojos oscuros se ahogan en la luz.
La voz del hombre dice:

"Ese niño, ese que has recibido,
Su alma no es una carga.
Sólo hay que ver ¡cuán claro brilla el universo!
Hay un resplandor en todas las cosas
Vas  a la deriva junto a mí en un océano frío,
Pero una calidez especial parpadea
De ti hacia mí, desde mí hacia ti.

Esa llama transfigurará al niño,
Al que  le darás vida, como si fuese mío.
Me  has traído la luz,
Has  hecho un niño de mí."
El posa su mano en sus anchas caderas
Mientras sus alientos se entremezclan en el aire.
Dos personas caminan a través de la alta noche brillante.

Arnold Schönberg, su obra, su legado, no fue una ruptura; fue una evolución. Un proceso catártico de vuelta hacia una idea originaria consecuente en un músico autodidacta, que amaba y respetaba, y asumía, la gran tradición musical germánica, desde el gran Bach hasta Wagner; un postromántico expresionista que apoyándose en el acorde cromático del Tristan puso en pie la destrucción de la jerarquía tonal, el atonalismo, y presentó un método para su uso, el dodecafonismo, y dejó abierta la senda del serialismo para generaciones futuras. Pura evolución artística; otros se encargarían de cegar el camino con más petulancia que resultados.

Y mientras recorría su vía de purificación atonal, nos dejaba obras de poderosa belleza, auténticos hitos de un camino arduo pero sin retorno. Verklärte Nacht, Op. 4 ("Noche transfigurada", 1899) es un sexteto de cuerdas en un movimiento. Fue inspirado por el poema homónimo de Richard Dehmel , contando con la inspiración del enamoramiento de la hermana de su profesor (Alexander von Zemlinsky), Mathilde von Zemlinsky.

Cinco partes o secciones dividen la obra, reflejando los diferentes estados de ánimo y sensaciones que expresa el poema, comenzando por la evocación del gélido ambiente nocturno, la tristeza de la confesión de la mujer; un interludio de las sensaciones del hombre al recibir la noticia; y un final, cuando el hombre le brinda aceptación, perdón y agradecimiento a la mujer. Con un descomunal lirismo, abiertamente expresionista y graves aromas brahmsianas (Brahms, el progresista), Schönberg va evolucionando los temas musicales con tal maestría que logra convertirnos en auténticos protagonistas no de una historia sino de unos sentimientos.

En 1917 el autor arregló la partitura para orquesta de cuerda, revisándola de nuevo en 1943. Aunque la versión para orquesta destile un plus de nocturnidad y transfiguración, el sexteto aporta una mayor fuerza expresiva ¿o no?
Juzguen ustedes mismos escuchando la sección intermedia Sehr Breit Und Langsam  (la respuesta del hombre) en ambas versiones:

Cuarteto LaSalle + invitados:

(vídeo Barbebleuei)

Karajan y los Berliner:

(vídeo 99Wayne01)

sábado, 22 de septiembre de 2012

Boris 1872




¡Oh, crueles remordimientos,
Terrible es vuestro castigo!

El musicólogo Robert Layton definió sucinta y acertadamente la ópera maestra Boris Godunov como la esencia de Mussorgsky, la esencia de la ópera rusa.

De complicada génesis, este fresco de un hombre y un pueblo retrata con belleza sin par un alma individual y un alma colectiva. En la desintegración en escena del zar Boris se aúnan magistralmente la potencia lírica y la verdad dramática, sobre un marco en el que planean el dios de las masas, manipuladas y manipulables, y la propia conciencia atribulada que tiende a la demencia.

En una adaptación libre de una obra de Pushkin, Modest Mussorgsky presentó la primera versión, más austera, de la obra en 1869 siendo rechazada su representación, entre otras razones por la falta de elemento femenino. Hecho que dio lugar a un profunda revisión de la partitura y del libreto, para felizmente generar la versión de 1872, con el maravilloso Acto Polaco con su despliegue de fantasía y dos nuevos y potentes personajes –la ambiciosa princesa Marina y el fanático jesuita Rangoni-, y la escena final del Acto IV conocida como Escena de la Revolución. Curiosamente no conocería el éxito hasta la orquestación de Rimsky-Korsakov, la cual ya entrado el siglo XX iría perdiendo el favor de crítica y público volviendo hacia la versión original de Mussorgsky.

Por encima de opulentas situaciones de fasto y color destacan momentos claves que configuran la trama profunda de la obra, donde la acción avanza y la caracterización psicológica cobra fuerza:

Acto I: soliloquio del monje Pimen en su celda del Monasterio de Chedov, tras la gran Escena de la Coronación. Inicio de la deslegitimación del zar, desde fuera:

(vídeo Leuenzhan)

Acto II: duo de Boris y Schuisky sobre el zarevich asesinado. Inicio de su propia desintegración, desde dentro:


(vídeo Barbebleuei)
Vladimir Vaneev- Boris
Konstantin Pluzhnikov. Schuisky
Valery Gergiev y la Kirov Opera & Orchestra

Acto III: la conjura polaca del falso Dmitri, Marina y Rangoni. Inicio de la sublevación, desde fuera:

(vídeo Matavitatau1630)

Acto IV: despedida y muerte de Boris. Inicio de la Revolución, final de Boris, desde dentro:

(vídeo sweltame)

sábado, 15 de septiembre de 2012

Los Hermanos Allman en el Este


Los hermanos Gregg (órgano, piano, voz) y Duane Allman (guitarra solista) fundaron en Florida en 1969 la Allman Brothers Band, uno de los mejores grupos de blues-rock de todos los tiempos, tanto por capacidad instrumental, enfocada hacia la improvisación en largas jams, como por la potencia y garra de que hacían gala en su presentación sonora; poderosa pero no heavy. Grupo seminal (wiki dixit) del llamado Southern Rock: rock + blues + country de predominio guitarrero. Para ello contaban con dos guitarras solistas, uno muy bueno Dickey Betts y otro excelente, Duane Allman, así como dos baterías en línea, Jaimoe Johanson y Butch Trucks; en medio, el talentoso bajista Berry Oackley y la escena enfática del órgano de Gregg Allman.

Tras dos discos de estudio, de éxito contenido, entre el 12 y el 13 de marzo de 1971 aparecieron por el Fillmore East de NY, un templo para la liturgia rock del momento, y dejaron firmado uno de los mejores directos de la historia del rock: The Allman Brothers Band at Fillmore East. Un doble LP, en su momento, cuyos microsurcos contenían un poderoso desparrame guitarrero entre humos del mejor blues, propio y de los más renombrados maestros del género, Blind Willie McTell, T-Bone Walker, Elmore James, Muddy Waters... Fuerza y Sentimiento en unas sesiones antológicas.

En el otoño de ese mismo año desaparecía por accidente el mayor de los Allman, privándonos de los sonidos de su Gibson Les Paul, y aunque el grupo se mantuvo en activo, al menos para mi, ya nada fue lo mismo. Antiguo colaborador en los primeros pasos en solitario del gran Eric Clapton (Layla) resulta esclarecedor comprobar que los grandes de la guitarra eléctrica del mundillo rock provenían de las escuelas blues: Hendrix, Clapton, Page, Allman... ¡algo tendrá el agua cuando la bendicen!

De entre los siete temas que originalmente conformaron el álbum quisiera destacar hoy un instrumental de amplia improvisación “In Memory of Elisabeth Reed”. Sin duda de lo más granado de su producción, y que merece un repaso más detallado:
Comienza con una intro a cargo de la quejumbrosa "slide guitar" de Duane para presentar el primer tema, eminentemente melódico y de aromas latinos, que conduce tras sus repeticiones hacia un segundo motivo, descaradamente rítmico, en el cual se incrustan los solos instrumentales. En primer lugar la afilada guitarra de Betts, seguida por el atmoférico órgano Hammond de Gregg, y finalmente la cumbre expresiva en los dedos de Duane (7:50) con sus dos clímax "intervalados" por un valle sonoro evocador. Disfruten del vídeo original, algo ajado, con toda esta gente enchufada y las dos baterías que da gloria verlas. Trece minutos de magia e historia del Rock...

(vídeo Chelseamorning2006)

sábado, 8 de septiembre de 2012

Духовные Песнопения


Al norte de la Rusia europea se extiende la República de Karelia o Carelia, entre el mar Blanco y el Báltico.
Entre sus numerosos lagos destaca el Lago Onega, el segundo más grande de Europa.
En su interior emerge, entre otras muchas, la Isla de Kizhi o Kiji  -Ки́жи- que alberga cerca de noventa monumentos de madera desde el siglo XV al XX.
El más destacable es el Kizhi Pogost (recinto) del XVIII, patrimonio de la Humanidad.
De dicho pogost impresiona la atractiva figura de la Iglesia de la Transfiguración -Церковь Преображения Господня- iglesia de invierno.
A su lado habita la Iglesia de la Intercesión  -Церковь Покрова Богородицы- de 1694 denominada iglesia de verano.
La cual alberga un precioso Iconoclastio ante el cual tres monjes ortodoxos –tenor, barítono y bajo- ensalzan la belleza espiritual del lugar y del momento, con maravillosos Cantos Espirituales -Духовные Песнопения- ... Canto Ortodoxo Ruso.

Breve reportaje turístico:
(vídeo BoutenkoFilms)
...
Se oye el silencio, el crujir de la maderas y el canto de tres monjes que retumban en el ALMA, más allá del tiempo y del espacio, y de los grupos de turistas que entrábamos adocenados en este pequeño cielo en la tierra.
...
-Impresiones de un viajero-

Escuchemos tres cantos encadenados
-A mi Zarina / Oración del Santo Simeón /Madre de Dios 

(vídeo Barbebleuei)

Dicho lo cual, me gustaría añadir:

¡Libertad Pussy Riot!  
¡Libertad de Expresión!   свобода выражения!

sábado, 1 de septiembre de 2012

El piano transparente de Mozart: Sonatas (y 6)



Con la Sonata en Re Mayor KV 576 llegamos a la máxima Depuración estilística, a la pulcra Transparencia del lenguaje; la Pureza cristalina de su escritura irradia desde dentro, sin opacidad alguna, directa a reconfortar y asombrar al oyente. Como en un diamante perfecto, en palabras de Hofmannsthal, la profundidad se oculta en la superficie. La seda más fina y elegante que pueden vestir unas notas…

Verano de 1789, WA Mozart volvía a Viena tras un viaje que le había llevado a Dresde, Leipzig y Berlín. De la ciudad del Kantor de Santo Tomás se traía el gusto y la querencia por el contrapunto, como dejaría constancia en esta Sonata. De la capital prusiana, varios encargos de Federico Guillemo II, en concreto una serie que Mozart denominó “Seis Sonatas fáciles para la Princesa Federica de Prusia”, hija del rey prusiano y pianista aficionada.

Ni fueron seis, ni fáciles, ni hay constancia fehaciente de que Federica consiguiese interpretar la única Sonata que Mozart llegó a completar. Pero, por su perfección, a todos nos ha legado el brillo inmaculado de un contrapunto elaborado y evocador en los movimientos extremos, Allegro y Allegretto; exaltados en el tema doloroso y sosegado de su Adagio

Escuchemos la Transparencia completa en la siempre personal versión, luminosa y transparente, de F Gulda:

(video Bruningable)

viernes, 24 de agosto de 2012

Verdi DC


Todos, unos más que otros, tenemos nuestro panel de predilecciones, nuestro personal catálogo, ordenado, de gustos. En ocasiones de forma lógica y coherente; en otras, de manera harto irracional, tanto que incluso no deja de sorprendernos al ser conscientes.

Con Giuseppe Verdi, un genio, siempre lo he tenido claro en cuestión de preferencias, tal vez no en explicaciones. De su monumental opus operístico, tan extenso como excelso, donde tengo puestas todas mis complacencias es en el denominado verdi pesado. Lejos, o no tanto, de su trilogía popular, Otello y Don Carlo rivalizan constantemente por obtener el título de ópera verdiana predilecta; nunca llego a tomar esa decisión: de las dos siempre me quedo con ambas.

El drama de Schiller (1759-1805) sobre el Infante Don Carlos atrajo a Verdi mucho antes -15 años- de meterse en faena. En especial, el brutal enfrentamiento, sin prisioneros, entre dos poderes absolutos de la época, la Monarquía (Rey/Emperador) y la Iglesia Católica (Gran Inquisidor), temeroso uno del otro aunque aliados contra las primeras brisas liberales de un cierto primigenio librepensamiento (Infante, Posa). Un drama social y psicológico.

En 1867 ve la luz y el sonido, la versión original en francés en cinco actos siendo el denominado acto de Fontainebleau el primero de ellos. Hasta 1884 no llegaría la primera versión italiana en cuatro actos. En 1886 aparecería otra revisión en italiano: la versión de Módena.

Verdi logra con un profundísimo delineado psicológico de los diferentes personajes de una sola pieza, ir esculpiendo en piedra sonora un perfil propio y definitorio en sus propias arias o piezas de conjunto, similares u opuestos. Y a la vez consigue hacer una cumbre de orquestación amplia y opresiva, primando las cuerdas graves, realzando en los timbales, y desarrollando una suerte de leit-motiv ¿guiño a Wagner? personales que conforman una demoledora dialéctica circular, que únicamente encuentra reposo y conclusión tras las rejas de Yuste, claustro al otro mundo.

Escuchemos alguno de sus numerosos momentazos:

Acto II: Duetto DC-Posa: Dio che nell'alma

(vídeo SchawDAMAN)

Acto II: Aria de Isabel de Valois Non pianger mia compagna

(vídeo Jeanne90275)

Acto IV: Aria Filippo II Ella giammai m'amo

 (vídeo primopera)

Para cerrar el círculo el Per me giunto del Acto IV:

(vídeo Onegin65)

PS: queda pendiente una entrada sobre Otello –no sea que se ponga celoso-

domingo, 19 de agosto de 2012

Actus Tragicus


En ocasiones –malditas- el calor del asueto es congelado por la noticia más devastadora; a modo de una brutal glaciación de la sangre y los sentimientos, nos llega cercano el dolor más insoportable e injusto al que un ser humano se enfrenta, sin capacidad alguna de manejarlo: la muerte de un hijo, la desolación.

La presente es una de esas fatales horas -maldita- 

Una maravillosa amiga del Castillo y de su encargado, ha de enterrar a un hijo. Una madre está capacitada para todo, salvo para un trance de esta índole -maldito- 

Al ser imposible llevar consuelo, uno ha de conformarse con el más cálido abrazo, y recurrir al gran Bach –autor a quien ella venera- para que nos reconforte con su más bella música para un acto tan trágico: la Cantata BWV 106 Gottes Zeit ist die allerbeste Zeit  Actus Tragicus, donde el dolor no deja lugar ni siquiera para las cuerdas más agudas…

   
(video codonauta)

viernes, 10 de agosto de 2012

FIALA



Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.
William Blake (1757-1827)

Desde los tiempos en que la galantería se convierte en clasicismo, justo antes de hacerse revolucionaria y  romántica, nos llega un bohemio: Josef Fiala (ca 1749-1816) 

Nacido en Lochovice, desde muy joven, al igual que su padre, entró al servicio de la Condesa Netolitzky von Netolitz, quien obligó a ambos a trasladarse con ella a Praga. Allí Fiala hijo perfeccionó sus estudios de oboe y violonchelo, convirtiéndose en un virtuoso del instrumento de viento madera. Pronto sus insatisfechos proyectos y sus ansias de libertad creativa ¿les suena? le llevaron a huir de Praga y su condesa. El premio a tanto atrevimiento fue su detención y encarcelamiento, con orden expresa de la condesa de que le rompieran los dientes incisivos para evitar la interpretación del oboe; orden que no sería jamás cumplida. Tras dos años de prisión, por intermediación imperial debido a su ganada fama, fue puesto en libertad. 

Tras su paso por Viena y Munich llegó a la Capilla del Arzobispo Colloredo de Salzburgo ¿les suena? Por esa época todavía habitaba la ciudad otro prometedor joven de elevados sueños, con quien había trabado amistad en la corte del Elector en Munich, WA Mozart ¿les suena? quien apreciaba grandemente sus composiciones para viento y sus delicadas melodías. Después de una nueva estancia en Viena, pasó por la corte de Catalina la Grande en San Petersburgo, para terminar sus días como Maestro de Capilla en Donaueschingen, especialmente dedicado a la viola da gamba

De sus composiciones orquestales, ricas en los variados colores de los vientos maderas y metales, destacaría especialmente su precioso Concierto para Oboe en si bemol mayor, donde apreciamos la metamorfosis del estilo galante en puro clasicismo sobre un fondo revolucionario y romántico ¿les suena?.

De sus tres movimientos una construcción equilibrada en el Allegro assai, un canto delicado en el Adagio, y una chispeante gracia en el Rondó Allegretto- no se pierdan el pegadizo final:

   
(vídeo agir3) 
Jiri Krejci - Oboe 
Prague Chamber Orchestra 
Frantisek Vajnar

¿les suena?

sábado, 4 de agosto de 2012

Jinko Vilova


Además de las habituales y muy queridas visitas que pasean el Castillo, más de vez en vez que de cuando en cuando, se dejan caer gentes inesperadas, siempre interesantes; otra ventaja de mantener un blog.

Este es el caso de un potente trío afincado en Barcelona, de sugestivo nombre, entiendo que un tuneado de uno de los más extraños y hermosos árboles que podemos admirar: el Ginkgo Biloba cuya hoja, psicodélica, se enseñorea de la estupenda portada del álbum.

Bien pues los JINKO VILOVA son ni más ni menos que una energética banda de –como a mi me gusta llamar- rock progresivo, en la más tradicional acepción,  que hacen gala de una fenomenal intensidad sonora en sus amplios desarrollos –algunos cercanos a las clásicas jams- llegando a clímax de auténtica emoción. Creada en 2010, la banda está formada por Carles Esteban (batería y voz), Ander López (guitarra, trompeta y voz) y Lander Besa (bajo y voz) Dueños de una solvencia instrumental comandada desde una base rítmica implacable, sin fisuras, que permite y casi obliga al despliegue técnico del solista y su parafernalia, acentuada si cabe por una grabación de gran altura.

Eclécticos en sus influencias, podemos rastrear el mejor Rhythm&Blues anglosajón, la Psicodelia más ácida y distorsionada, el Funk marchoso, un Doom controlado, Punk de pura escuela, y hasta Cool Jazz; sin que toda esa vorágine nos impida percibir que, por agitación sonora, estamos ante un hijo, natural o putativo, de los míticos CAN –de los que ya hablamos aquí en su momento- alterados con genes oscuros tipo Black Sabbath, y con el salvajismo del primitivo Garage americano; así como, diosmeconfunda, la intensidad orgánica de los mismísimos Crimson.

Dicho lo anterior, deduzcamos en lo expuesto los daños colaterales: la ausencia de un estilo personal  bien definido, deudor tal vez de una mayor elaboración y desarrollo de la banda. Tampoco el clásico formato de trío (guitarra, bajo, batería) ayuda a una definición estilística –me ocurre desde los Grand Funk Railroad-

Desde su ambiente underground –mejor sería undermarket- nos han dejado en la red, en descarga libre, su primer trabajo: CRU! 
Grabado en abril de este mismo año con cuidada elaboración musical; por su violento vigor y por su potencia eléctrica nos demuestra que el Rock sigue vivo y bien...

Aquí pueden descargar el álbum, previa libre aportación, desde un billón de dólares (no se pasen) hasta cero (no sean cutres)

Gasoline: riffs incendiarios sobre ritmo opresivo, que se va distorsionando en una electrónica incinerada. Pura combustión.

Nasty Girl: ritmo funk, arquitectura rock, voz a lo Damu Suzuki. Un crescendo que olvida veleidades pop, para que, en plena descarga, sea salvado por la campana.

CRU!: una base de blues lento arropa un evolutivo clímax de guitarras limpias. Doom medicado?

Last Beat: acordes after-punk sin concesiones que tienden a un interesante desarrollo guitarrero anarcoide.

Please Don’t Leave you Luggage Inattended: cool jazz para trompeta agreste, implacable ritmo, atmósfera proteica y tema evidente, que nunca llega a despegar del puro Rock.



¡Suerte y Adelante!