miércoles, 20 de febrero de 2019

Madurez y sentimiento


En el núcleo del invierno, cuando la luz se extiende y el frío aumenta, cuando la noche se ilumina con Orión y la mañana se tiñe de blanco, cuando las mimosas viran al amarillo y la gripe se vuelve epidemia, es cuando más me atrae Brahms. 

Ese Brahms maduro, orondo y barbudo, solitario e ictérico: el ser que observa, reflexiona y recuerda. El hombre que vuelve al piano solo, y nos escribe sentimientos intensos, pensando en una mujer llamada Clara, como el Intermezzo opus 117 número 2. 

Tiempo después un tal Arturo, los hace volar:


lunes, 11 de febrero de 2019

Death Don't Have No Mercy


El reverendo Gary Davis (1896-1972), nativo de Carolina del Sur, fue uno de los grandes nombres de la época en blanco y negro del Blues, tanto como compositor y cantante, como guitarrista.

Su influencia y magisterio impregnó a gran cantidad de estrellas americanas de la década prodigiosa del Rock (1965-1975): Stefan Grossman, David Bromberg, Steve Katz, Dave Van Ronk, Larry Campbell, Bob Weir (Grateful Dead), Bob Dylan, Jorma Kaukonen (Jefferson Airplane) o John Sebastian (Loving' Spoonful).

Su impresionante tema "Death Don't Have No Mercy" conoce muchas, variadas y hermosas versiones de estas grandes figuras. Antes de revisar algunas de ellas, escuchemos la original:


Bob Dylan, en sus inicios:


La electrificada e instrumental versión de Grateful Dead:


La elegante recreación acústica de los Hot Tuna de Jorma Kaukonen:


La siempre proteica lectura de Mark Lanegan: