Si bien podrían ser excepciones, no toda la televisión es basura. Todavía quedan canales y programas que pueden darnos satisfacciones a los melómanos. Así ocurre con la muy recomendable Arte.tv , el canal franco-alemán en uno de cuyos últimos programas domingueros, dedicado a la violonchelista argentina Sol Gabetta, acercó hasta mi receptor, vía satélite Astra, una pequeña composición de Peteris Vasks: “Plainscapes” para violín, violonchelo y coro. Un buen ejemplo de los caminos sonoros que transita, cuyo misticismo lleva al éxtasis, pasando por la sorpresa a los 2:59 minutos:
Peteris Vasks (1946) es un músico nacido en Letonia, formado como contrabajista, que estudió composición en la vecina Lituania, faceta hacia la que orientó su vida profesional y con la que consiguió amplia aceptación e importantes premios como el Herder Prize de Viena (1996).
Generador de una música enormemente emotiva, que partiendo de una visión naturalista asciende verticalmente hacia el infinito merced a armonías saturadoras y a tímbricas audaces. Su vocabulario musical resulta muy personal, acrisolando distintas influencias, bien dispares. Por un lado, en sus comienzos, la influencia de las técnicas de música aleatoria de sus mentores Lutoslawski o Penderecki, creadoras de intensos éxtasis sonoros. Por otro, la creciente utilización de arcaicos elementos del folclore letón, adosados a la relación con los fenómenos naturales. Y también, al modo de inmensos corales, el desarrollo de una composición modal, de melodías inacabables que ascendiendo y descendiendo, se mantienen suspendidas como un pedal de órgano. En su sabia fusión acierta a llevar connotaciones minimalistas a una música de carácter expansivo, preñadas de humanidad y tensionadas en sus propias y terribles disonancias.
Algunas obras suyas recomendables son Viatore, la Sinfonía número 2, el Concierto para violín “Distant Light”, el Concierto para corno inglés o el Cantabile para cuerda que pasamos a escuchar:
Latvijas Nacionalais Simfoniskais Orkestris, Riga /Pauls Megi