martes, 21 de octubre de 2008

Brahms: Rapsodia para contralto, coro masculino y orquesta op.53

Nacida de una experiencia desoladora para Brahms, como fue el conocimiento de los preparativos de la boda de Julie Schumann, hija de Clara y Robert Schumann, con el conde Marmorito. Una joven de la que estaba secretamente enamorado el compositor. Este hecho fue el detonante en 1869 de la composición de una obra que, según Clara Schumann, estaba impregnada de un profundo dolor en texto y en música; una de las más dolientes de Brahms.

Nuestro autor se la presentó a Clara como un “Canto Nupcial para la condesa Schumann”. Está compuesta sobre tres estrofas del “Hazreiser im winter” de Goethe.
De ahí su color oscuro, remarcado por la voz de contralto, el coro sin voces femeninas y la gravedad de las cuerdas con sordina. Su estructura musical se divide también en tres partes:

I. Recitativo –adagio- en do menor. Comienza con un desapacible arranque orquestal, tal cual un pasaje invernal, asociado a un profundo acorde desolador, hasta que las maderas alegran la introducción de la contralto que ataca el primer verso “Aber abseits, wer ist’s”

II. Arioso –poco andante- en do menor. Se inicia con una bella melodía en la solista “Ach, wer heilet die Schmerzen” que lentamente va elevando la tensión dramática hasta el clímax que se produce en la repetición angustiosa del “Menschenhaß”

III. Aria –adagio- en do mayor: Ya en tono mayor se beneficia de la participación del coro. Se convierte en un himno y una oración, un majestuoso coral envuelto en la melopea calurosa del coro masculino, que se arrulla y sosiega en su declamación “Ist auf deinem Psalter” hasta que en su parte central, modulando con la introducción de los violines y flautas, se dulcifica en el verso “Öffne den unwölkten Blick”, y se extingue retomando la oración inicial.

Aber abseits wer ist's?
Im Gebüsch verliert sich sein Pfad;
hinter ihm schlagen die Sträuche zusammen,
das Gras steht wieder auf,
die Öde verschlingt ihn.

Ach, wer heilet die Schmerzen
dess, dem Balsam zu Gift ward?
Der sich Menschenhaß
aus der Fülle der Liebe trank!
Erst verachtet, nun ein Verächter,
zehrt er heimlich auf
seinen eigenen Wert
In ungenugender Selbstsucht.

Ist auf deinem Psalter,
Vater der Liebe, ein Ton
seinem Ohre vernehmlich,
so erquicke sein Herz!
Öffne den umwölkten Blick
über die tausend Quellen
neben dem Durstenden
in der Wüste!

Pero ¿quién vive apartado?
Tras su destierro se borrará su rastro,
tras sus huellas
se cerrará el matorral,
volverá a crecer la hierba,
y le engullirá la tierra.

Ah, ¿quién podrá curar las penas
de aquel que del bálsamo hizo veneno?
¿De aquel que bebió la hiel
en el cáliz del amor?
Otrora despreció y ahora, despreciado,
furtivo va consumiendo
su propia valía
en egoísmo insatisfecho.

¡Si en tu salterio hubiera,
Padre de Amor, un canto
que conmoverle pudiera,
consuela su corazón!
¡Guía su turbia mirada
hacia la límpida fuente
que anhela la sedienta boca
en mitad del desierto!

Para disfrutar de tan celestial música, adjunto dos versiones de youtube:

La grandísima Kathleen Ferrier y la London Philarmonic Orquesta y Coro, dirigidos por Clemens Krauss (gentileza de lochness11) :






Brigitte Fassbaender, el Coro Filármonico de Praga y la Filarmónica Checa, dirigidos por un magnífico Giuseppe Sinopoli (cortesía de Barbebleuei):




6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi grandes amigos, mis divinos músicos han vuelto... Me despiertan del sueño de la vida para hacerse un lugar en el fondo del alma donde siempre estuvieron... ¿Os había olvidado? Vosotros no a mi.
Así hoy, J Brahms comparte camino conmigo y desvela pinceladas de desolación ¿quién no las ha sentido alguna vez? Es preciosísima su música y desgarrador su sufrimiento. La oración elevada a Dios es sublime. Se ha quedado en mi interior.
Tu cortesía Bbb, es un bellísimo regalo. Gracias de corazón...

maac dijo...

¡Y yo que a esta obra la encuentro muy parsifaliana! Por lo menos en estos momentos. Para que luego se pelearan los seguidores de uno y otro compositor.
Impresionante Ferrier, una interpretación fuera del tiempo y el espacio.
Es escuchar esta obra y pensar inmediatamente en Papagena, seguro que esta entrada le encanta.

pfp dijo...

si no fuera por la belleza extraordinaria de la música... esto es una gran tragedia existencial y angustia y dolor...
La interpretación de la Sra. Kathleen Ferrier absolutamente maravillosa, insuperable.
¡Sr del Castillo, que cosas me descubre Vd.¡

Anónimo dijo...

"Rapsodia para Ferrier, coro masculino y orquesta op.53".

Me he quedado mudo.

Barbebleue dijo...

Se ha asociado el preludio orquestal de esta obra a las armonías del Tristán wagneriano.

Brahms siempre me ha entusiasmado pero esta Rapsodia literalmente me "funde".

Joaquim dijo...

Sensacional entrada Barbe y altar para la Ferrier.
Desconozco el motivo por el cual si eres wagneriano no puedes ser Brahmsiano. Me niego a prescindir de uno de los dos.
Hoy intentaré dar un toque Brahms a In Fernem land, aunque lo quisiera más optimista, para intentar animar los castillos interiores.
Gracias