domingo, 7 de agosto de 2016

Un Adagio de JSB


Las vacaciones estivales, por razones misteriosas y en contra de lo que creemos, son espacios temporales en los cuáles Chronos parece estar activado, moverse con soltura y cintura. Los buenos propósitos y las tareas aplazadas a dicho período se desvanecen como esas minúsculas nubes que, atrevidas e ingenuas, se asoman de vez en cuando al infinito azul.

Pero, pese a los cambios de humor, ubicación y meteorología, el verano tampoco puede transcurrir ausente de la música de JS Bach. Aunque sea en dosis más pequeñas, es preciso encontrar ese momento de infinitud personal; tal vez al caer la tarde, o al despuntar algún lucero.

Y ya que estamos en lo pequeño y en lo bello, les propongo el Adagio (ma non tanto e dolce) del Concierto Triple, para Flauta, Violín, Clave y Cuerdas en la menor BWV 1044

En este segundo movimiento, basado en la Sonata en trío para órgano en re menor, la cuerda desaparece y son los tres solistas quienes edifican el juego musical a cuatro voces. JS Bach retoma las dos voces de la Sonata y, aprovechando la capacidad del clave para cantar a dos voces, le añade otras tantas.

El cálido revoloteo melódico de la flauta sobre el armazón orgánico del clave, es compartido por el violín solista, en cuya labor de acompañamiento se decide por el pizzicato, para que la sorpresa se incorpore a la Belleza.

(vídeo SoliDeoGloria8550)

4 comentarios:

pfp dijo...

un goteo de estrellas ...

Josefina dijo...

La música de Bach llega en este día del verano como una caricia a mi corazón dolorido y la sorpresa que se incorpora a su belleza es como el perfume que suaviza el ansia de infinitud.

Barbebleue dijo...

sumamos la tuya, pilar pfp

Barbebleue dijo...

Josefina, en la Música de Bach, que tanto compartimos, te esperaba.
Un beso grande.