domingo, 20 de diciembre de 2015

Ópera, microtonal


En el ámbito musical las técnicas microtonales utilizan una subdivisión más amplia de la escala de 12 semitonos iguales, habitualmente usada en la música occidental. No se trata de ningún descubrimiento más o menos moderno, sino más bien una apertura de miras hacia tradiciones antiguas, especialmente de Oriente: músicas de la Grecia clásica, músicas de la India, música árabe, e incluso, más cercano, cierto folclore popular del sudeste de Europa: Chequia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía …

Una de las técnicas microtonales más usadas, especialmente en el siglo XX, ha sido la denominada Cuarto de Tono: la división de la escala en 24 cuartos de tono, para lo cual algunos compositores llegaron a diseñar instrumentos especialmente preparados para esa mayor capacidad sonora. Destacable y llamativo resulta el piano de cuartos de tono diseñado por GA. Behrens (1892) con doble teclado, cuya fotografía adjunto.


Sin duda la técnica microtonal proporciona una mayor riqueza sónica, una mayor expresividad, y si me lo permiten, diría que un aire exótico y voluptuoso que sopla desde Oriente.

Alois Hába (Vizovice 1893 - Praga 1973) fue uno de los grandes defensores y maestro de dicha técnica musical, influenciado sin duda por el folclore popular de su Moldavia natal. Hába estudió con F. Schreker en Viena y fue asiduo al entorno de A. Schönberg, trabajando especialmente los Cuartos de Tono y los Sextos de Tono, llegando a dirigir un departamento microtonal en el Conservatorio de Praga.

Una de sus obras cuartotonales más ambiciosa y celebrada es su ópera Matka (Madre) op35. Estrenada en Munich en 1931 gozó del favor de la crítica durante un tiempo que se nos antoja ahora breve y convulso. A un libreto escrito por el propio compositor sobre una historia campesina de abnegación y sacrificio, con una mujer-madre como motor vital, Hába añade una música evocadora e intensa, popular pero lujosa, muy expresiva pero acogedora; a la vez personal y atractiva.

Dividida en diez Escenas, desde la muerte de la primera mujer del granjero Kren hasta el desarrollo vital de su nueva vida con su segunda esposa, Marusa. Escuchemos un pasaje coral de la Primera Escena "Que Dios te conforte, vecino", y la Marcha Fúnebre durante el duelo inicial de la historia:


(vídeo Barbebleuei) 

(vídeo Barbebleuei)

Y el lamento de Marusa "Otro día se ha ido", perteneciente a la Octava Escena:


(vídeo Barbebleuei)

Vlasta Urbanova
Oldrich Spisar
Orquesta y Coro del Teatro Nacional Praga
Jiri Jirous

2 comentarios:

Unknown dijo...

Soy temerosa con los experimentos. A veces la originalidad suena forzada y me disgusta.
Bueno, lo que has posteado es muy interesante. No sé porqué pienso en Kurt Weill. La asociación es del todo inconsciente.

Barbebleue dijo...

Para progresar hay que transgredir las normas; luego, ya se verá si esa vía tiene recorrido o es ciega.
Personalmente pienso más en un Janacek...