domingo, 3 de mayo de 2015

Un Rato no Tubo


Con este curioso, atractivo y gracioso nombre se formó hace unos pocos años en mi ciudad la Asociación Cultural de Amigos del Órgano, con el noble objetivo de extender el amor por este instrumento, su conocimiento y conservación, y el deleite por su fascinante sonoridad. Pocos instrumentos pueden presumir de tal solemnidad y arquitectura; también de un catálogo de obras dedicadas, de tanta altura y abundancia.

Hace apenas una semana dicha Asociación programó su Concierto de Primavera en una de las Iglesias de mayor abolengo de la ciudad: Santa Eufemia.

El Programa, atractivo de verdad, incluía obras para órgano y trompeta, y piezas para teclado solo. Los intérpretes eran dos profesores del Conservatorio Profesional de Música, con sólido bagaje como concertistas.

Marisol Mendive Zabaldica, organista discípula de González Uriol y Montserrat Torrent, une a su labor docente una amplia actividad concertística en innumerables ciudades españolas y europeas, y actualmente participa en el equipo encargado de la Catalogación completa de Órganos de Galicia, siendo además la Presidenta de la comentada Asociación.

Rubén Freire Bermúdez, profesor de trompeta, ha trabajado con prestigiosas orquestas españolas como la Nacional o la Sinfónica de Galicia. Para el programa del concierto utilizó una Trompeta piccolo, ejecutando los dos bises con un Fiscorno.

Con la Iglesia abarrotada, el Concierto comenzó con Henry Purcell, una transcripción de su Sonata nº1 en re menor; un músico brillante que hizo vibrar a la trompeta especialmente en su movimiento maestoso.


(vídeo Tempo de Lecer Ourense)

La segunda pieza fue el Pasacaglia en do menor para órgano de F. Mendelssohn; todo un homenaje en virtuosismo y monumentalidad a su querido JS Bach.

Siguieron, en conjunto, con la transcripción del Concierto en re menor para trompeta y cuerdas de Leopold Mozart; vivo clasicismo melódico que se resaltó con una compleja cadenza del solista escrita por el propio intérprete.


(vídeo Telemiño Ourense)

Volvió el órgano solo con una impresionante obra: la Toccata en si menor de Eugène Gigout, organista francés discípulo de Saint-Saens. Un obra de gran virtuosismo, muy hermosa e intensa que vivió una fantástica lectura.

Se cerró el programa previsto con la preciosa Sonata en Fa Mayor, obra cuatripartita de GF Händel, que sirvió para explicitar las excelentes dotes interpretativas de ambos músicos.

Los dos bises requeridos por un público exigente fueron coloreados por el metal del fiscorno, y, siendo muy diferentes en estilo, supusieron el hermoso broche a una velada perfecta.

El primero, una de las Canciones Populares de Manuel de Falla embelesó a la concurrencia. El cierre, como no podía ser de otra manera, corrió a cargo del padre de la Música: el Coral Schubler "Wachet auf, ruft uns die Stimme" BWV 645 de JS Bach.

¡Apoteosis y Triunfo!
Gracias a los Profesores y a la Asociación Un Rato no Tubo





2 comentarios:

pfp dijo...

una suerte poder asistir a un concierto tan especial, en ese ambiente recogido y cálido que adivino debe ser Santa Eufemia.

Barbebleue dijo...

El espacio idóneo para estas música. Un libro de piedra y madera.