No, no es el
titular el principal protagonista de la adaptación libretística de Arrigo Boito de la pasional tragedia de W. Shakespeare, que fue musicada por Giuseppe Verdi. El personaje protagonista,
auténtico centro gravitatorio de la
obra, es Yago, el malvado alférez. Con su maldad intrínseca, su nihilismo
manipulador, su fuerza dramática, es el motor de la tragedia; todos los demás
giran en torno a su deseo y a sus planes: el ingenuo Cassio, la dulce Desdémona
o el heroico e iracundo Otelo, todos marionetas en las expertas manos de Yago,
el genio del mal. “… su cerebro es tan
agudo y activo como duro y cruel su corazón” (W Hazlitt)
Verdi, con la
maestría de la madurez, cumplidos los 70 años (la ópera fue estrenada en 1887)
compone una obra maestra absoluta, una partitura especial y única;
una auténtica “música de Otello”.
Huyendo de la distinción entre arias y recitativos, crea un declamado continuo,
de gran fuerza expresiva, sobre un tejido orquestal riquísimo y poderoso, como nunca antes
había escrito. Un modelo expresivo muy al gusto germánico, donde la obra
alcanzó un colosal éxito ¿un guiño a Wagner? … ya sabemos que los genios se
miran de reojo.
Para revisar
algunos momentos intensos de este drama de pasiones devastadoras nos vamos a
servir de una excelente versión tomada del vivo en el Civic Opera de Dallas en
1962 protagonizada por Ilva Ligabue (Desdémona), Mario del Monaco (Otelo) y
Ramón Vinay (Yago), bajo la dirección de Nicola Rescigno:
Acto I:
primera escena a dúo de Desdémona y Otelo
(vídeo Barbebleuei)
Acto II: el
famoso Credo de Yago: su manifiesto
(vídeo Barbebleuei)
Acto III:
soliloquio de Otelo
(vídeo Barbebleuei)
Acto IV final: el suicidio de Otelo
(vídeo Barbebleuei)
2 comentarios:
Verdi, sin duda, a la altura de Shakespeare...
besos, barbazul
... y eso es mucho decir, pfp
bicos
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