martes, 8 de junio de 2010

200 años con Schumann

Hace dos siglos vino a este mundo un prototipo del Romanticismo: Robert Schumann, el inestable, el sufriente, el frenético, el enamorado, el genio.
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Su desbocado amor por Clara Wieck le dicta sus Kinderszenen op 15, arquetipo de esas hermosas y aladas piezas para piano que evocan el placer y el dolor en su mínima duración. Aquí quedan en las manos de Horowitz en el Musikverein (video de LVB1770):
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3 comentarios:

Josefina dijo...

Mi músico enamorado locamente.
!Qué deleite poder escuchar al piano, esa inspiración que le hizo crear las piezas con las que finalizado un día, ya es la hora del comienzo de otro día nuevo y con cuyo recuerdo me dormiré.
Siempre con música...

GLÒRIA dijo...

Una de las composiciones de Schumann que me motiva más y nada menos que interpretada por uno de los grandes.
Gracias Bbb,

Barbebleue dijo...

Una miríada de sentimientos inundan estas miniaturas; para recordar, Josefina, para motivarse, Gloria. Gracias por disfrutarlas.