
Rundfunkchor Leipzig, Staatskapelle Dresden
Carlos Kleiber
.
Carl Maria von Weber estrenó este "Cazador Furtivo" en 1821, abriéndole las puertas de la historia a su nombre, y consolidando la ópera romántica alemana hija del Sturm und Drang. Como puente musical entre Mozart-Beethoven y Wagner-Strauss, fue un adelantando en el concepto de obra de arte total.
.
.
Y para mí personalmente supuso también el descubrimiento de otra genialidad: la pasión y sabiduría del director Carlos Kleiber, que ya nunca me abandonarían. Una mezcla maestra de conocimiento y temperamento hasta los límites del perfeccionismo, unidos a la más alta cota de sensibilidad artística, emotividad y elegancia al frente de una orquesta. Un soñador de base sólida, o como se le ha definido “un alquimista musical”.
.
Obertura: presenta alguno de los temas melódicos de la obra. Introducción en las cuerdas para ubicarnos en las sombras del bosque por medio de la quietud natural de las trompas. El desasosegante timbal nos presenta al maligno, con su dramatismo y primera gran tensión orquestal. El nostálgico clarinete calma la atmósfera y conduce al lirismo de las cuerdas. Segundo gran ascenso tensional, y conclusión entre cantos populares. Un buen ejemplo de maestría en la concertación, con su control dramático de dinámicas y su limpieza instrumental:
.
.
.
Cavatina “Und ob die wolke sie verhülle” lirismo pleno de temor entre la pureza cristalina de las cuerdas. Siempre me ha recordado a la Condesa mozartiana, en la voz de la delicada y gloriosa Gundula Janowitz:
.
Imposible despedir al Cazador sin retomar el conocido Coro de cazadores del Acto III, con toda su carga de rusticidad y desenfado:
.
.
Luego vendrían papá Kleiber y la Grümmer, pero eso ya es otra historia…



En cuanto a obras conviene recomendar las dos óperas de Haendel: 
Se basa en los cuentos fantásticos de Melusina, una princesa-hada, que una vez a la semana era mitad serpiente o sirena ("Tú Melusina que eres la más mayor, la más sabia y la culpable, por este encantamiento te convertirás en serpiente todos los sábados de cintura para abajo"). De origen muy remoto, se cree que celta, se trata de un mito medieval que aparece en el siglo XIV a través de la novela de Jean D’Arras donde también narra sus amores con el caballero Lusignan .
Musicalmente se inicia la obra casi de forma feérica en los clarinetes que presentan el escurridizo y líquido primer tema (Melusina), de donde Wagner obtendría el leitmotiv fluvial para el Oro del Rhin (escúchese la semejanza), luego hace su entrada el noble, andrógino y heroico segundo tema (Lusignan) en los violines y maderas. El desarrollo de amplias dinámicas nace a partir de este segundo tema para ir intercalando ambos y bosquejar un tercero, para terminar tristemente en la deliciosa frase de los clarinetes. 