Entre los números redondos musicales del año en curso cabe destacar el próximo segundo centenario del nacimiento de Felix Mendelssohn-Bartholdy (1809-1847), ese “hermoso acontecimiento de la música alemana” en palabras de Nietzsche.
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Siendo un apasionado de las artes plásticas, su música alcanza el mayor brillo, el alto vuelo, precisamente en el pequeño formato, aquel que capta la esencia del ser. Sus Lieder ohne Worte, conocidos como Romanzas sin Palabras, representan un paradigma. Se trata de un ramillete de ocho Cuadernos de seis obras cada uno: en total cuarenta y ocho pequeñas piezas para piano. Piezas nacidas desde y para el salón burgués, cuya base de miniatura está en la forma clásica asentada en la melodía cantabile: la frase que se recuerda. Su valor y sutileza radica en atrapar el instante, en su inmovilidad existencial que nos abre al ser íntimo, sin complicaciones ni atajos.
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En su unidad temática y formal, sirva de ilustración la siguiente serie de Tres Barcarolas op.19 n.6, op.30 n.6 y op.62 n.5 cuyos ritmos balanceantes y mórbidas melodías han convertido en intemporales las canciones de gondoleros:
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Siendo un apasionado de las artes plásticas, su música alcanza el mayor brillo, el alto vuelo, precisamente en el pequeño formato, aquel que capta la esencia del ser. Sus Lieder ohne Worte, conocidos como Romanzas sin Palabras, representan un paradigma. Se trata de un ramillete de ocho Cuadernos de seis obras cada uno: en total cuarenta y ocho pequeñas piezas para piano. Piezas nacidas desde y para el salón burgués, cuya base de miniatura está en la forma clásica asentada en la melodía cantabile: la frase que se recuerda. Su valor y sutileza radica en atrapar el instante, en su inmovilidad existencial que nos abre al ser íntimo, sin complicaciones ni atajos.
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En su unidad temática y formal, sirva de ilustración la siguiente serie de Tres Barcarolas op.19 n.6, op.30 n.6 y op.62 n.5 cuyos ritmos balanceantes y mórbidas melodías han convertido en intemporales las canciones de gondoleros:
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Daniel Barenboim, piano
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Dedicado a Ishtar, profunda enamorada de la Ciudad de los Canales; y arte también en pequeño formato.
Daniel Barenboim, piano
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Dedicado a Ishtar, profunda enamorada de la Ciudad de los Canales; y arte también en pequeño formato.
7 comentarios:
si, sobran las palabras
yo, en cambio, las voy a añadir:
...porque en la búsqueda de ese momento dormido, punto y aparte en este relato que es Vivir, ¡como y cuanto alimentan estos munutos de música!
...incluso Venecia ahora, me cambia de imagen, la foto de sus calles estrechas, anocheciendo bajo una soportable y ligera lluvia.
Saludos
Y pensar que muchos aficionados se quitan de encima a Mendelssohn con un simple "demasiado académico"...
Bbb, ¿esta grabación procede de un vinilo? ¿oigo una aguja? ¿o es mi audio?
Si, la música obra milagros y he encontrado ese momento inefable de quietud con el recuerdo limpio de una infancia, mi infancia, intentando estudiar las barcarolas con los ojos abiertos como ventanas sobre los pentagramas...He tocado la esencia con la memoria y solo me queda darte las gracias Barbebleue, una vez más.
No, Pilar, no hay agujas ni jeringas ¿tendrás un pc analógico?
¡Bendita música!
tendré
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