Si alguna cualidad define bien el arte musical de Franz
Schubert (1797-1828) es la fluidez expresiva, esa
facilidad para dejarse ir y llevar. Tal vez radique ahí
la extraordinaria cercanía de su música.
Grandes ejemplos los encontramos entre lo que
posiblemente sea su opus más aclamado:
los Lieder, las canciones.
Buena excusa, aunque no se necesite, para escuchar una
vez más ese maravilloso lied "Ständchen" (Serenata),
perteneciente a su falso ciclo Schwanengesang
(El canto del cisne) D 957. En realidad un ramillete
de sus últimas canciones, recogido de forma póstuma.
El inconmensurable barítono Dietrich Fischer-Dieskau
acompañado por su pianista de cabecera, Gerald
Moore, nos llevan y nos traen de la mano de Franz:
El texto es del poeta Ludwig Rellstab (1799-1860),
una de cuyas traducciones, tomada de Kareol,
les adjunto:
SERENATA
Quedo implorando mis canciones
A ti a través de la noche;
Abajo, en la tranquila arboleda,
¡Amada, ven a mi lado!
Murmurantes, esbeltas copas susurran
A la luz de la luna,
El acecho hostil del traidor
No temas, tú, amada.
¿Oyes gorjear a los ruiseñores?
¡Ay! Ellos te imploran,
Con el sonido de dulces quejas
Imploran por mí.
Comprenden el anhelo del pecho,
Conocen el dolor del amor,
Conmueven con los argentinos sonidos
A todo tierno corazón.
Deja también conmoverse tu pecho,
Amada, escúchame;
¡Trémulo aguardo el encuentro!
¡Ven, hazme feliz!
3 comentarios:
Schubert!!! Hay que editarlo!
un abrazo barbazul
en alemán!
un beso, pfp
vale!
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