Después de trece años sin
escribir obra alguna para el piano solo, J.
Brahms retomó una de sus mejores herramientas, para dejarnos su testamento
pianístico, entre los años 1892 y 1893. Un conjunto de cuatro opus, con un
total de veinte piezas: Fantasías op.116,
Tres Intermezzi op.117, y los Klavierstücke op. 118 y 119.
Los Tres Intermezzi fueron
compuestos en 1892, en esta forma que llenaría sus últimas páginas, y comparten
un paisaje brumoso, oscurecido por los años, con más resignación que esperanza,
o dicho en palabras del propio autor: “canciones de cuna de mi sufrimiento”.
El Intermezzo I se
inspira en una antigua nana escocesa, Lamentos
de Lady Anna Bothwell; el maternal primer tema de su andante moderato llega acunando ternura, enseguida aparece el
desasosiego, siempre resignado. El retorno al tema inicial rezuma angustia:
Intermezzo II: un andante non troppo e con molta espressione
cuya primera idea musical se viste de ensoñación, y conduce a una tristeza más
bien cercana, elegíaca. La pieza se mantiene en un equilibrio inestable entre
ambos extremos hasta que el sueño es empotrado contra la realidad:
Intermezzo III: balada de
melodía lejana pero muy directa por la claridad de su armonía, todo en un tempo
Andante con moto:
(vídeos TheLeonardoSaez)
Wilhelm Kempff, piano
6 comentarios:
Gracias, Barbebleue.
Que tú y quienes moramos en tu castillo contigo tengamos una semana estupenda.
Pero no la detengas tú aquí, Barbe. ¿A quién robaria yo tanta belleza?
¿Dónde encontraría yo un castillo tan oscuro y tan amable para refugiarme? ¿Dónde me desasnaria tan libremente? ¿Quién encontraría para mí un nombre tan cierto, distincto? ¿Tan cruel y cariñoso?
¿Quién se dejaría robar tan bien como tú? ¿Quién seguiría tan rapidamente mi rastro de estrella en estrella por Navidad?
Prometeme que no se parará la música en Brahms. No me entristezcas.
Que estés bien. Que seas feliz.
Gracias por tantas preguntas, Mara!
Prometo contestarlas... y proseguir.
Feliz semana.
es verdad que a veces nos detenemos en una música, en un cd concreto, y cuesta proseguir por la senda inabarcable que nos proponen los grandes! mi me ha pasado con Brahms, con sus sonatas para clave y violonchelo... prometo seguir avanzando, es lo bueno de visitar este Castillo.
besos, barbazul, y también para Mara.
Es uno de los cometidos, utilitarista, del Castillo: seguir avanzando, cada cual a su ritmo. El camino es largo, tan inmenso en amplitud como en Belleza.
Bicos, pilar fpa
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