Pocos elementos del
desarrollo técnico han resultado tan atractivos y subyugantes, desde
un punto de vista emotivo y evocador, como el Tren. Una antigua
imagen romántica de un viaje sosegado, placentero, cómodo, e
incluso podría decir que lujoso. El placer del viaje en sí mismo.
Esta evocación está
especialmente referida a aquellos antiguos ferrocarriles cuyas
locomotoras se movían a vapor, a través de una noche de luna llena,
o de una tundra nevada sin desmayo.
El tren, además de una
cierta sensación de confianza, tal vez debido a su tamaño o a
circular sobre un camino trazado, brillaba también con un halo de
optimismo tecnológico, de descaro poderoso y de fascinación
industrial.
Las Artes, todas,
sucumbieron a su encanto, dejando abundantes muestras, pero la Música
supo arrimarse a su esencia profunda captando todo el despliegue
cadencioso de un convoy articulado, el ritmo sincopado de su
interminable marcha, o el resoplido de una máquina singular. Ejemplos musicales los hay, y en abundancia.
Arthur Honegger (1892-1955)
nacido en Francia, aunque mantuvo siempre su nacionalidad suiza, fue
un prolífico compositor del período de entreguerras que perteneció
al Grupo de los Seis. Siempre me fascinó su lapidaria frase “El
primer requisito para un compositor es estar muerto”
Su obra Pacific 231 (1923) traslada a los atriles de la orquesta todo el asombro que le producía la famosa locomotora, con dos ruedas guías, tres motrices y una de apoyo, por eje. Para él, era toda una criatura viviente, y así la presenta, con toda su carga biológica:
(vídeo
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Utah Symphony Orchestra
M. Abravanel
Su obra Pacific 231 (1923) traslada a los atriles de la orquesta todo el asombro que le producía la famosa locomotora, con dos ruedas guías, tres motrices y una de apoyo, por eje. Para él, era toda una criatura viviente, y así la presenta, con toda su carga biológica:
Utah Symphony Orchestra
M. Abravanel
8 comentarios:
Recuerdo la locomotora. A veces me concentrava en su ruido y oía música, en cualquier caso siempre un ritmo. I el carbón como un perfume venenoso.
Claramente sugerente.
Petó.
las viejas locomotoras, los modernos trenes de cercanías, los AVES de alta velocidad, todos ellos evocadores de paisajes, aventuras, dramas y romances... Aquí Honegger,(con requisito cumplido), nos deja una asombrosa composición...
Sugerencias de historias, nuevas y viejas como el mundo.
Petó, Glòria; bico, Pilar
Me lo llevo.
Ya.
Graciass-ss-ss-ss-ssssssss
Cuando Mara vino a por un tren...
(podría ser el inicio de algo grande)
Grande, graande, graaaaaaaaaaannnnndeeeeee e e . . .
Una historia que escribir, Barbe?
Una historia con mil historias, Mara.
Como un tren...
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