domingo, 20 de septiembre de 2015

IXION


Ixión, rey de Tesalia, tras haber asesinado a su suegro Deyoneo, fue perdonado por Zeus, quien le invitó a la morada de los dioses. El ingrato lapita quiso allí seducir a Hera, la mujer de Zeus, por lo que el dios lo mató con un rayo y lo envió al Tártaro donde fue atado con serpientes a una rueda ardiente que giraba sin cesar. Tan solo durante la visita de Orfeo a los infiernos, dicha rueda se detuvo, gracias al canto del héroe.

Un giro eterno que el compositor danés Rued Langgaard (1893 -1952) comparaba con la situación del artista, sometido a una continua labor de incesante búsqueda y creación. Tomó el nombre del infortunado para su más provocadora, absurda y rompedora Sinfonía, la número 11 fechada en 1945 bajo el título provisional “Evighedskrig” (Guerra Eterna), sin duda influenciado también por los acontecimientos bélicos del momento.

Langgaard quiso ir más allá, por eso modificó el título original, para con su obra dar una vuelta más a la rueda que no descansa, a la continua evolución del Arte musical, tal vez intentando provocar el triunfo o la muerte de la Sinfonía... nunca se sabe.

La partitura, de apenas seis minutos de duración, se basa en la repetición, hasta once veces, de un fragmentario tema de vals de sabor trágico, tocado en fortissimo en el tutti orquestal, pero con constantes modulaciones. Hacia el final de la obra, la entrada de cuatro tubas extras, tocando al unísono un nuevo motivo, atraviesa dramáticamente el constante giro del vals original, que bien remeda a una infernal danza.

(vídeo Barbebleuei)

Orquesta Sinfónica de la Radio Nacional Danesa
Thomas Dausgaard

2 comentarios:

pfp dijo...

perla extraña, y singular ...

gracias barbazul, par de besos

Barbebleue dijo...

sin duda un excéntrico! ...como el que firma.