Don Rodrigo de Castro y
Osorio, hijo de la III Condesa de Lemos, Beatriz de Castro A
Fermosa, llegó a ser cardenal arzobispo de Sevilla, lugar donde murió en 1600.
Este Príncipe de la Iglesia fue también un importante mecenas
cultural, ordenando construir para la Compañía de Jesús, el
Colegio e Iglesia de Nuestra Señora la Antigua, conocida desde
entonces como de la Compañía o del Cardenal, en Monforte de Lemos,
en el estricto estilo renacentista español: el herreriano.
El Cardenal también
mantenía una Capilla Musical, al frente de la cual estuvo el gran
compositor Francisco Guerrero. Se cree, porque no hay constancia
fehaciente, que en dicha Capilla trabajó un poco conocido músico
llamado Cristóbal de Medrano, de quien nos ha llegado un
manuscrito de 1594 conteniendo una Misa Voce Mea
y un Motete, a seis voces, dedicado y en homenaje a Don Rodrigo de
Castro, como bien se puede observar en su portada.
Más de cuatro siglos
después, y ante el sepulcro del mismo Cardenal en la hermosa Iglesia
monfortina (a la izquierda en la fotografía superior), tras una laboriosa recuperación, se interpretó dicha Misa y Motete el pasado 19 de
septiembre, se conjetura que por vez primera, a cargo del Coro Vox
Stellae y miembros del conjunto instrumental Menestreis de
1500, dentro del Festival Espazos Sonoros 2015
Concierto de fuerte
emotividad, tanto por el histórico entorno y el posible estreno
mundial, como por la intensidad de la polifonía del XVI, aún a
pesar de la escasa afluencia de público, pues apenas se llenaron la
mitad de las bancadas de la Iglesia.
Las obras, como ya
hemos dicho, fueron escritas a seis voces y aúnan el misticismo más
recogido y espiritual con un profundo impacto sensorial, incluso
entre el público menos habituado a este repertorio polifónico.
Delicada belleza melódica con intensa altura armónica; sin duda
Medrano ofreció al Cardenal una obra al nivel de tal jerarquía,
algo Sublime.
También los
intérpretes se movieron en la cota requerida para tales fastos. El
Coro Vox Stellae, dirigido por Luis Martínez y repartido en tres
sopranos, tres altos, dos tenores y dos bajos, leyó la partitura con
una plasticidad muy atractiva en el juego de voces, perfectamente
ensambladas para crear una unidad instrumental de enorme nivel, sin
duda fruto de intenso trabajo y mucho cariño. El acompañamiento
instrumental a cargo de cuatro miembros de los Menestreis de 1500 con
instrumentos de época en cuatro voces: corneta, baixonciño
alto, sacabuche (una especie de trombón) y baixón (fagot
antiguo), insertados entre los miembros del coro, apoyó con eficacia
en la construcción del clima ritual y la belleza del conjunto.
Una Maravilla de
Evento, titulado Rodericus Cardinalis, que cerró con
un enorme éxito. Y una obra que bien merece una grabación comercial
a cargo de tan magníficos intérpretes y recuperadores.
Filmado durante la
propia interpretación, con el móvil, escuchemos, con los debidos
permisos, el Sanctus de la Misa Voce Mea:
(vídeo Barbebleuei)
(vídeo Barbebleuei)
2 comentarios:
con tantos bodrios que se graban!... Tendrán que buscar un estudio alternativo que les de la posbilidad de dejar constancia de esta música que ha tardado tanto tiempo en salir a la Luz.
arte para Minorías...
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