El destino me ha
enviado al sueño eterno
Pero no estoy muerto.
Aunque enterrado en vida.
Vivo en vosotros,
cuyas lamentaciones escucho.
(…)
Vivo en los corazones
de la gente que me
quiere. Porque no soy polvo
y el quebranto mortal
ya no me puede tocar.
Pocos, muy pocos artistas, han pasado a la inmortalidad con su
nombre de pila; posiblemente solo los muy grandes: Miguel Ángel, el genial pintor, escultor y arquitecto renacentista; Rafael, el pintor de Urbino; tal vez Juan Sebastián, el kantor de Leipzig…
Michelangelo
Buonarroti (1475-1564) nos legó también, por si fuese poca su obra
plástica, más de trescientas composiciones poéticas, especialmente sonetos y
madrigales, donde, llevado por su necesidad estética, vuelca sus más íntimas
inquietudes sentimentales. La Poesía como vehículo de la gran Belleza.
Y la Música siempre a su lado: en los últimos años de su vida (1974-75) D. Shostakovich tomó una traducción al
ruso de once poemas de Miguel Ángel para componer un ciclo de canciones llamado
Suite sobre Versos de Miguel Ángel para bajo y piano (op. 145). Meses
después transcribiría la obra para bajo y orquesta con el número de opus 145a.
Este ciclo sinfónico, según reconoció a su hijo Maxim, sería
para él una última e innumerada Sinfonía, la Décimosexta. En ella rinde tributo a dos de sus más venerados
compositores: M. Mussorgsky, y su
maestría en el tratamiento de la voz de bajo, tan unida a la música rusa del
XIX. Y por otro a G. Mahler, especialmente
a su también no reconocida última Sinfonía, Das Lied von der Erde (La
Canción de la Tierra), obra sublime para Shostakovich: “si me dijeran que me queda sólo una hora de vida, me gustaría
escuchar el último movimiento de Das Lied von der Erde”
Los once poemas seleccionados guardan relación con la vida y
obra del compositor de San Petersburgo, y conforman un dramático ciclo que se
cierra en la Inmortalidad, que Shostakovich retrotrae a su propia infancia.
Escuchemos tres poemas de la Suite en la histórica versión
del gran bajo Y. Nesterenko
acompañado por la Orquesta Sinfónica de
la Radio de Moscú, dirigida por Maxim
Shostakovich:
3. Amor:
7. Al Exilio:
9. Noche:
(vídeos Barbebleuei)
4 comentarios:
Miguel Ángel, a pesar de su desastrada y aparente oquedad, vivió noche y día inmerso en luz, en LUZ DIVINA. Shostakovich supo iluminarse con sus versos, algún poeta también... y muchos artistas con su imponente obra...
Miguel Ángel ES la luz de las sombras; la más nítida...
Debió de ser tremendamente difícil ser Miguel Àngel, un ser aparentemente humano con un dios alojado en su cerebro. La vida del genio puede ser despiadada.
Sí, Glòria, pero es apasionante!
¿dónde hay que firmar?
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