sábado, 27 de marzo de 2010

Peteris VASKS

Si bien podrían ser excepciones, no toda la televisión es basura. Todavía quedan canales y programas que pueden darnos satisfacciones a los melómanos. Así ocurre con la muy recomendable Arte.tv , el canal franco-alemán en uno de cuyos últimos programas domingueros, dedicado a la violonchelista argentina Sol Gabetta, acercó hasta mi receptor, vía satélite Astra, una pequeña composición de Peteris Vasks: “Plainscapes” para violín, violonchelo y coro. Un buen ejemplo de los caminos sonoros que transita, cuyo misticismo lleva al éxtasis, pasando por la sorpresa a los 2:59 minutos:


Peteris Vasks (1946) es un músico nacido en Letonia, formado como contrabajista, que estudió composición en la vecina Lituania, faceta hacia la que orientó su vida profesional y con la que consiguió amplia aceptación e importantes premios como el Herder Prize de Viena (1996).

Generador de una música enormemente emotiva, que partiendo de una visión naturalista asciende verticalmente hacia el infinito merced a armonías saturadoras y a tímbricas audaces. Su vocabulario musical resulta muy personal, acrisolando distintas influencias, bien dispares. Por un lado, en sus comienzos, la influencia de las técnicas de música aleatoria de sus mentores Lutoslawski o Penderecki, creadoras de intensos éxtasis sonoros. Por otro, la creciente utilización de arcaicos elementos del folclore letón, adosados a la relación con los fenómenos naturales. Y también, al modo de inmensos corales, el desarrollo de una composición modal, de melodías inacabables que ascendiendo y descendiendo, se mantienen suspendidas como un pedal de órgano. En su sabia fusión acierta a llevar connotaciones minimalistas a una música de carácter expansivo, preñadas de humanidad y tensionadas en sus propias y terribles disonancias.

Algunas obras suyas recomendables son Viatore, la Sinfonía número 2, el Concierto para violín “Distant Light”, el Concierto para corno inglés o el Cantabile para cuerda que pasamos a escuchar:

Latvijas Nacionalais Simfoniskais Orkestris, Riga /Pauls Megi

7 comentarios:

GLÒRIA dijo...

Buenas medianoches Barbe:
Yo era de las que temía a Vasks. Veía escrito su nombre pero no me animaba a escucharlo. Hoy y, una vez más, gracias a ti he disfrutado del talento del músico letón. Mejor dicho: He empezado a disfrutarlo porque espero disfrutarlo muchas más veces. Si Plainscape resulta impactante, la segunda composición tiene un inesperado toque clásico que me recuerdas grandes e intensos planos de paisajes.
Espero seguir tus impagables clases.

Titus dijo...

Hay cierto misticismo en su música, ¿no? Además de a la última etapa de Penderecki, me recuerda en cierta medida a Arvo Pärt e incluso a John Tavener. En cualquier caso, muy interesante.

Barbebleue dijo...

Gloria, espero no dar clases, tan solo compartir disfrutes (lo cual no es poco)

Titus, una trascendencia mística se palpa en muchas de sus obras (no sé si influye el hecho de que su padre era pastor baptista). Encuentro similitudes también con las frías tímbricas de Saariaho.

A ambos os recomiendo su obra "Viatore"

Josefina dijo...

Es la primera vez que escucho a Peteris Vasks y, me doy cuenta de la falta de palabras para expresarme: habría que ampliar el vocabulario para hacer más posibles y ricos los conceptos, hacerlos inmensos como los son los sentimientos que nos invaden. Creo que me ha hecho tanto bien que, de vivir a Ofelia deslizándose en el río de la vida a la que renunció, he pasado a pensar como decía el coro de una de las tragedias de Eurípides: "No me hagas vivir sin música", o un poema polaco:
"Protégeme de una vida vacía, sin música ni canto".
Gracias Barbebleue.

Barbebleue dijo...

Gracias Josefina: si la música es esencia, Vasks sabe donde se elabora.

Anónimo dijo...

Maravilloso. Acababa de oír Música Dolorosa de Vasks que me ha encantado y buscando por ahí he encontrado tu post. Gracias por ponerlo!!!

Ciberliada

Barbebleue dijo...

Bienvenida al Castillo, Ciberliada; comparto tu asombro ante esta maravilla.

Vuelve por esta tu casa cuando quieras.