sábado, 23 de febrero de 2008

Frank Zappa, maestro

Podría resultar polémico afirmar que FZ es uno de los más grandes músicos norteamericanos de la segunda mitad del pasado siglo. Pero en lo que sí habría consenso es en considerarle el más ecléctico e imaginativo.

Ya desde sus inicios públicos, a comienzos de los sesenta, como admirador de Varese y reivindicador de lo friki, (sí, ya en aquellos tiempos) tuvo a bien recorrer diversas estéticas musicales, manteniendo continuamente un arte provocador, iconoclasta, reivindicativo, comprometido y libertario. Una visión artística sin reglas, sólo con una máxima: Anything Anytime Anyplace For No Reason At All.

Como decía, desde un frikismo lisérgico (We are only in it for the money 1968), pasando por desvaríos experimentales (Uncle Meat 1969), desarrollos de big-band (The Grand Wazoo 1972), progresismo magistral (One size fits all 1975), rock cañero (Zoot Allures 1976), la mejor ópera-rock de la historia (Joe’s Garage 1979), lecturas sinfónicas (The Perfect Stranger: Boulez conducts Zappa 1984, LSO I - II 1983-1987 con Kent Nagano), facetas de free-jazz (Make a jazz noise here 1991), hasta culminar con un acercamiento a las vanguardias (The Yellow Shark 1993), su última obra publicada poco antes de su muerte, que cuadraba el círculo de sus guiños a Varese y a Webern (Lumpy Gravy 1968) .

The Yellow Shark es fruto de la colaboración con el Ensemble Modern y su director Peter Rundel para unos conciertos en Europa en 1992 de los que fue extraído el álbum. Constituído por algunos viejos temas de los Mothers adaptados para orquesta, piezas compuestas con el Synclavier, y algunos temas nuevos especiales para la ocasión. El disco tuvo una gran aceptación de crítica y público llegando incluso a ser superventas en clásica.
.
Quiero entresacar dos temas, el primero "Outrage at Valdez", compuesto para un documental sobre el vertido del Exxon Valdez en Alaska, se desarrolla pleno de abatimiento:


El segundo en vídeo, con el propio Zappa dirigiendo al Ensemble: "G-Spot Tornado" (sic) Tema perteneciente al disco Jazz from Hell 1986, cuenta además con un impagable par de bailarines:



Volveremos sobre él, sin ninguna duda...

1 comentario:

Titus dijo...

Esta última pieza es puro Gershwin, sólo falta que aparezca Gene Kelly como en "Un americano en París".