Y cuando llegan los tres arcángeles,
los capitanes, los principales,
para alargar las sombras,
sin mesura, con fulgor noble
de luz afable…
Y cuando las hojas secas se encogen
bajo un sol andrógino,
horizontal y firme,
que les roba el agua por el dulce
placer de besarlas…
Es cuando
resuena el otoño,
el huraño del calendario,
el astrónomo;
el único fantasma que se escucha,
soplando en la lejanía.
Aquel que nunca es bienvenido!
Yo no lo aguardo, a mí me asalta
con notas herrumbrosas
en la armonía de las cuerdas
de una perturbadora melodía.
Entonces sé que ha venido, mi otoño,
Aquel que siempre es deseado!
Y oscila y cambia, variando fechas,
sin anunciarse, lo siento dentro,
conmovedor latido.
De nuevo ha vuelto! en el espejo, Sofía,
Sofía Gubaidulina: íntimo
Larghetto
sensibile.Arturo R. Camba Borrador de otoño
(vídeo
#LouiseBessette)
Con una evidente influencia de Shostakovich, el Quinteto para piano y cuerdas (1957) de Sofia
Gubaidulina (1931) es la segunda obra reconocida por la compositora. Fue
escrito en cuatro movimientos, siendo el Larghetto
el tercero, durante sus estudios en el Conservatorio Chaikovsky de Moscú.
2 comentarios:
otoños sin calendarios, otoño rebosante de notas ocres, rojas, verdes, de ramas desnudas y suelos húmedos... otoños para deleitarse en todo tiempo y condición. Un lujo de otoño, como tu poesía!
gracias barbazul, que buenisima idea!
el otoño es un contrapunto con periodicidad, la representación pictórica de lo efímero; un lujo, sí.
bicos pfp
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