domingo, 23 de noviembre de 2014

Stil Moderno

El León de Venecia - Vittore Carpaccio (1465-1525)

Música para cuerdas en la República de Venecia entre 1615 y 1630.

Recién desaparecido Giovanni Gabrieli y hasta la epidemia de peste de 1630 la capella di San Marco vivió uno de sus mayores florecimientos musicales. Impulsados por una creciente autonomía económica, una pléyade de extraordinarios instrumentistas y compositores, autóctonos o inmigrantes de Brescia, levantó un nuevo estilo musical, alejado de los corsés de la polifonía antigua, que fue ávidamente demandado tanto para festividades religiosas como para fiestas profanas.

En este contexto se produjo la ansiada eclosión solista del violín, su vuelo ligero y solitario hacia cimas nunca vistas, y su extremoso contraste con el tutti orquestal que tanto sentimiento aportaría a la creación musical y con tanto color dejaría pintada la laguna.

Durante este período, bajo la dirección de Claudio Monteverdi, San Marco alumbró nombres ilustres como el bresciano Giovan Battista Fontana, el praguense Francesco Turini, el extraordinario Dario Castello, o el monje Giuseppe Scarani. Pero hoy visitan el Castillo otros dos ilustres:

Giovanni Rovetta (c1596-1668), cuya vida musical se labró totalmente en la Basílica, desde niño de coro hasta llegar a director musical de la capella a la muerte de Monteverdi. Su Canzone I  a tre (1626) asombra por el hermoso y oscuro color de su inusual combinación de cuerdas: dos violines y una viola:


Biagio Marini (1597-1666) emigrado de Brescia para ser joven violinista (1615) en San Marco. Su Sonata a tre violín in ecco es a la vez un prodigio de técnica violinística,  y un espectáculo teatral (según el compositor, el público tan solo debería ver el primer violín, permaneciendo los otros dos ocultos)

Sonatori de la Gioiosa Marca
(vídeos Barbebleuei)

6 comentarios:

Esdedesear dijo...

Hace unos días quería irme a vivir a la cabaña de Le Corbusier (o similar) y hoy quiero irme a tu castillo, con esos invitados haciéndome los honores. ¡Difícil decisión! Esos violines...!

Barbebleue dijo...

Imagínate esos violines en la cabaña de LC! o en la de van der Rohe...

pfp dijo...

soñar por soñar, qué tal escucharlos en el salón dorado de una mansión señorial en el Gran Canal?

par de besos

Barbebleue dijo...

el Ca' d'Oro me puede valer...

otro par

Karenina dijo...

Qué cosas, una tarde entera buscando duetos de Monteverdi, abrir el blog y encontrarme con esto... pues igual es una señal para irse al gran canal :)

Preciosos esos violines y muy interesantes los comentarios.
Gracias!

Barbebleue dijo...

Toda excusa es buena para visitar la Serenissima, Karenina.