La
primera vez que oí hablar de Tim Hardin (1941-1980) fue a causa de la exitosa
versión que hizo Rod Stewart de su tema “Reason to Believe”. Esa canción tenía,
y todavía conserva, una cierta magia agridulce, un carácter envolvente, una
elegante finura, patrones típicos del cantautor de Oregon.
Más
tarde oí decir al emergente, y poco amigo de cumplidos, Bob Dylan que Tim
era el tipo más dotado de entre todos ellos; se refería sin duda a todos
aquellos jóvenes cantautores estadounidenses, hijos de los sesenta, que
llevaban grabadas a fuego las raíces variadas y multiculturales de la música
popular del Norte de América (blues, folk, jazz), con parada y fonda en el
Village neoyorquino.
Aún
alertado, los dos primeros álbumes de Tim Hardin me impresionaron
profundamente; todavía lo hacen. Sin recurrir a los tópicos de su biografía
autodestructiva, en cualquiera de sus canciones, y en su manera personal de
interpretarlas, se adivina la genialidad única de un artista que desde la
elegancia y la necesidad, supo sacar a flote profundos sentimientos humanos hechos
belleza de minutos. "Cantaba desde su Corazón". Escuchemos alguna pieza; del Tim Hardin 1 (1966):
"Reason to
Believe":
(vídeo Rockola Sesentera)
"How Can We Hang On To A Dream":
(vídeo newwavedave67)
Del Tim Hardin 2 (1967): "Black Sheep Boy":
(vídeo an3yt)
"Lady Came From Baltimore":
(vídeo RDBeatnik)
He escogido estas cuatro perlas representativas de su buen hacer; son de las que más me conmueven a mí, pero, no importa, todas son buenas… Tal vez, tal vez, sobraban ciertos melosos arreglos de cuerdas; a él tampoco le gustaban...
2 comentarios:
reason to live, love , believe
par de besos
No hay razón para no Crear...
Otro par, pfp
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