domingo, 17 de marzo de 2013

Herz und Mund und Tat und Leben


Hacía algún tiempo que el Padre de la Música no se acercaba al Castillo. Buen momento, aprovechando que la Cuaresma nos deja huérfanos de sus Cantatas, para volver el oído hacia una de ellas, tal vez la más conocida, admirada, reproducida y fusilada: la BWV 147.

Esta extraordinaria Cantata conoció su primera versión (147a) en 1714 durante su estancia en Weimar, destinada a algún domingo de Adviento. Ya en Leipzig en 1723 Bach la adaptó y amplió para la Festividad de la Visitación de la Virgen a Santa Isabel.

Y quiero traerla hasta estos muros en una versión especial, sencilla y rica a la vez, novedosa en su momento. Me refiero a la lectura de Joshua Rifkin y su grupo The Bach Ensemble, con instrumentos originales y tan sólo una voz por parte.

Se trata de una partitura gloriosa en especial por su doble Coral gemela, que usa una melodía de Johann Schop sobre un texto de Martin Jahn, y que cierra cada una de las dos partes en las que se divide:

Parte I

Coro:  elaborada introducción a modo de obertura, o sinfonía, realzado por la trompeta sin timbales, seguido de una celestial fuga vocal.

Recitativo de tenor

Aria Contralto: la calidez en el timbre del oboe d’amore

Recitativo de bajo

Aria Soprano “Bereite dir, Jesu”: violín obligato y walking bass para el momento de más brillante luz de toda la obra

Coral “Jesu, meiner Seelen Wonne”: una fantasía coral donde el declamado de las voces se sublima en la envolvente melodía de oboes y cuerdas


(vídeo Barbebleuei)

Parte II

Aria de Tenor: la desesperación humana en la urgencia del continuo.

Recitativo de alto

Aria de Bajo: la fanfarria de las trompetas nos entrega la energía de la alabanza.

Coral: la misma fantasía, embriagante, con un verso diferente del texto coral

Pero, pese a todos los intentos, es tal la Belleza subyugante de esta página, auténtico envoltorio cósmico,  que todas las palabras del mundo resultan insuficientes. Una Cantata  para escuchar…
Cantata completa:

(video Sebastian Bach)

4 comentarios:

Esdedesear dijo...

Regreso satisfecha a la paz de tu castillo después de unos días dedicada a ser abuela por segunda vez. Vuelvo a disfrutar de lo que nos ofreces y en concreto de la belleza de esta cantata. Saludos de nuevo, Barbe.
Aprovecho el espíritu religioso para felicitar a Francisco por sus deseos de una "Iglesia pobre y para los pobres". Va a ser que no?

Barbebleue dijo...

Pues por segunda vez ¡Enhorabuena!
nuevos quehaceres, nuevas ilusiones; el castillo, asentado sobre los más grandes, siempre te estará esperando, Conchita.

No sé yo si Paco estará para cumplir esos deseos... o si le dejarán.

Josefina dijo...

Volver al Castillo en esta delicada invitación es irresistible para mí, de la mano de su Señor para encontrarme con la música del grande entre los grandes que ya forma parte de nuestro Universo inefable...

Barbebleue dijo...

El Grande consigue también traerte de vuelta por el castillo, Josefina. Un placer a la altura del relato, e inefable asimismo...