“Are you a lucky little lady in The City of Light
Or just another lost angel…City of Night”
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El sexto y último álbum de los Doors con Jim Morrison, un icono dionisíaco y apolíneo que ejerció de músico, poeta y animador, fue algo especial, diferente; tal vez el menos personal de su carrera pero también el más profundo y oscuro: una inmersión en el Blues clásico, alejado del pop lisérgico de sus comienzos. Se cumplen cuarenta años.
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También lo fue por el lamentable estado físico y mental de Morrison, quien moriría en París tres meses después de su publicación. Las broncas con el grupo y con el productor marcaron las sesiones de grabación, donde su propio deterioro se hace evidente en el estado de la voz en los distintos temas. La frescura y suficiencia van dando paso a la oscuridad y la quiebra. El sonido del grupo sigue basado en los elaborados teclados de Ray Manzarek, que ejercen de base rítmica y también atmosférica, admitiendo amplios desarrollos con cambios de ritmo muy habituales en sus mejores trabajos.
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Pese a todo, el resultado es demoledor y atemporal. El álbum contiene el celebrado Riders on the Storm, auténtica teta de novicia y el tema más conocido tras Light My Fire, así como un corte de John Lee Hooker, y blues, mucho blues.
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Riders on the Storm: excelente trabajo de piano eléctrico en una atmósfera opresivamente húmeda:
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(vídeo Wolfshead2)
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Love Her Maddly: pop ácido guitarrero:
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(video ReneaB66)
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L.A. Woman: el ritmo como conductor de la tensión, y generador de la melodía vocal que replica la guitarra:
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(vídeo SlaushCro)
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Una vuelta a sonidos clásicos mientras el soleado sueño californiano se consumía…
Or just another lost angel…City of Night”
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El sexto y último álbum de los Doors con Jim Morrison, un icono dionisíaco y apolíneo que ejerció de músico, poeta y animador, fue algo especial, diferente; tal vez el menos personal de su carrera pero también el más profundo y oscuro: una inmersión en el Blues clásico, alejado del pop lisérgico de sus comienzos. Se cumplen cuarenta años.
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También lo fue por el lamentable estado físico y mental de Morrison, quien moriría en París tres meses después de su publicación. Las broncas con el grupo y con el productor marcaron las sesiones de grabación, donde su propio deterioro se hace evidente en el estado de la voz en los distintos temas. La frescura y suficiencia van dando paso a la oscuridad y la quiebra. El sonido del grupo sigue basado en los elaborados teclados de Ray Manzarek, que ejercen de base rítmica y también atmosférica, admitiendo amplios desarrollos con cambios de ritmo muy habituales en sus mejores trabajos.
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Pese a todo, el resultado es demoledor y atemporal. El álbum contiene el celebrado Riders on the Storm, auténtica teta de novicia y el tema más conocido tras Light My Fire, así como un corte de John Lee Hooker, y blues, mucho blues.
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Riders on the Storm: excelente trabajo de piano eléctrico en una atmósfera opresivamente húmeda:
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(vídeo Wolfshead2)
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Love Her Maddly: pop ácido guitarrero:
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(video ReneaB66)
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L.A. Woman: el ritmo como conductor de la tensión, y generador de la melodía vocal que replica la guitarra:
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(vídeo SlaushCro)
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Una vuelta a sonidos clásicos mientras el soleado sueño californiano se consumía…
4 comentarios:
"If the doors of perception were cleansed, every thing would appear to man as it is: infinite."
William Blake.
desde el 5011, pilar
"When the music's over
Turn out the lights"
Jim Morrison (03/07/1971)
Querido Arturo:
Me parece que te estás haciendo mayor (nos estamos haciendo mayores), al menos eso parece con este ataque de nostalgia que te ha dado estos meses: Chicago, Ozark Mountain Dare devils y ahora The Doors...
Solo te faltan los post del "Thick as a Brick" de Jethro Tull y del "At Fillmore East" de los Allman Brothers para cerrar el ciclo.
Un fuerte abrazo.
Darri
Tú también estás mayorcito: el Thick as a Brick hace tiempo que habita el Castillo.
No te preocupes, los Allmann llegarán; Elizabeth Reed no creo que tenga prisa...
Abrazo
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