DAS WUNDER DER HELIANE op 20 (El milagro de Heliane)
A principios de 1923 comenzó a trabajar en esta nueva ópera, un proyecto que encendió la imaginación de Korngold como ningún otro en su vida. Siempre la consideró como su obra maestra. Basada en “Die Reilige“ de Hans Kattneker, el libreto fue preparado de nuevo por Hans Müller.
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Argumento:
Acto I: “En el reino de un Soberano, en un período indeterminado. El Señor ejerce un despótico poder sobre su pueblo. Como es incapaz de ganarse el amor de su esposa Heliane, piensa que sus súbditos también deben sufrir y no tolera que sientan felicidad. Un extranjero aparece procurando traer alegría al pueblo por lo que es encarcelado; condenado a muerte será ejecutado al día siguiente. El Señor lo visita buscando conocer los motivos de sus acciones, pero las súplicas del extranjero son desoídas permitiéndole únicamente pasar su última noche sin encadenar. Recibe a continuación la visita de Heliane que viene a confortarlo, mudando sus sentimientos iniciales de compasión en amor. Respondiendo a la demanda del preso por una última visión de la belleza, Heliane le muestra su pelo dorado, y finalmente su cuerpo desnudo. A la demanda del extranjero de que se entregue a él en su última noche con vida, ella se niega y se va a una capilla adyacente para rogar por él. Vuelve el Soberano a la celda y le propone que si es capaz de enseñar a Heliane a amarlo a él, su marido, entonces le perdonará la vida y le entregará incluso a su esposa. En ese preciso momento vuelve Heliane, todavía desnuda. El soberano exige la inmediata muerte del Extranjero y un juicio contra Heliane"
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Acto II: "Ante los jueces, el Señor la acusa de adulterio con el Extranjero, pero Heliane insiste en que sólo se entregó con el pensamiento. El marido le ofrece una daga a Heliane y le ordena que debe suicidarse. El Extranjero, traído como testigo, la besa y cogiendo la daga se mata: así resultará imposible conocer lo sucedido en la celda. El Soberano decide poner a su esposa ante la prueba de Dios: si es inocente devolverá al Extranjero a la vida"
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Acto III: "Ante la muchedumbre incitada a la violencia por la Mensajera (antigua amante del Señor), Heliane admite que ella amó de hecho al Extranjero. Un trueno asusta a la excitada muchedumbre, aparecen estrellas en el cielo y el cuerpo del Extranjero, transfigurado, se levanta del féretro. Heliane corre hacia él, pero su marido hunde su espada en su pecho. El Extranjero bendice al pueblo y retira el poder al Soberano, y unidos en un profundo amor suben ambos al cielo “
Jan Kiepura y Lotte Lehmann
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Armónicamente es la ópera más radical, de mayor envergadura, y con una orquestación muy detallista con la sección de cuerdas enormemente dividida, dando un resultado fascinante. Utiliza un continuo cambio en los tempi para provocar tensión y necesita un uso muy fluido del rubato, tan caro a Korngold. Cada acto posee un dúo de amor y tanto vocal como instrumentalmente es de muy alta exigencia. Su parte más exitosa es el aria de Heliane del acto segundo “Ich ging zu ihm” escrita para la tesitura de Maria Jeritza; construida en dos partes, la primera es un largo arioso descriptivo, y luego, tras una modulación, aparece el aria propiamente con una melodía cromáticamente ascendente, cada vez más intensa; Korngold retrasa la resolución del clímax descendiendo una octava, como bien le había enseñado su gran maestro Zemlinsky. Y sobre todo, la escena final donde el coro cobra importancia de protagonista, y el momento del milagro es enfatizado por el voluptuoso sonido de las arpas y los arpegios del piano.
Acto I: primer dúo de amor "O WüßTet Ihr, Wie Weh Mir Ist Um Euch"
Acto II: gran aria de Heliane "Ich Ging Zu Ihm"
Acto III: "Seht! Seht Ihn! Den Toten"
Versión a cargo de la excelente Anna Tomowa-Sintow como Heliane, el limitado John David de Haan en el Extranjero, Rundfunk Chor Berlin y RSO Berlin dirigidos por el magnífico John Mauceri.
Fue estrenada en Hamburgo en 1927, interpretada por Jan Kiepura y, al no poder contar con Jeritza, cantó el papel protagonista Lotte Lehmann. El estreno en Viena tres semanas más tarde con los mismos protagonista y dirección de Franz Schalk, fue ensombrecido por las pugnas Korngold-Krenek lideradas por Julius Korngold. Escuchemos de nuevo "Ich ging zu ihm" en la voz de la soprano del estreno:
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Para Alban Berg era la primera ópera perfecta en un cuarto de siglo