Ni siquiera para Clara Schumann resultó sencillo hacerse un
hueco en el mundo musical de su época, claramente dominado por lo masculino,
incluso en los adjetivos. El papel femenino estaba destinado al salón burgués,
con piano obligado, y en algún caso, la composición de pequeñas piezas de
entretenimiento.
Luise Adolpha Le Beau (1850-1927) fue otra mujer que rompió
con esos convencionalismos, no solo por su excelente preparación musical sino
especialmente por su gran capacidad como compositora de una música hermosa y
profunda, de un romanticismo eterno, y a la vez de un gran atrevimiento formal.
Una compositora con mayúsculas, mucho más allá del salón. Esas capacidades
fueron reconocidas por eminentes críticos de la época, como Hanslinck.
Su producción musical es amplia y variada, llegando su
catálogo a superar las sesenta obras, entre las que se incluyen lieder,
corales, oratorios, obras para piano solo, dúos, tríos, e incluso una ópera.
Traemos hoy al Castillo dos piezas de gran belleza y
calidad:
De su opus 17, la Sonata para violonchelo y piano en Re mayor, el Andante tranquillo: con aromas brahmsianos ¿no?
De su opus 17, la Sonata para violonchelo y piano en Re mayor, el Andante tranquillo: con aromas brahmsianos ¿no?
Mucho más tardío, su opus 57 Tres Estudios para piano,
escuchemos la primera pieza: Étude en la menor (Allegro), con su vuelo
impresionista ¿no?
(vídeos Barbebleuei)
Thomas Blees, violonchelo
Maria Bergmann, piano
¡Feliz 8 de Marzo!
4 comentarios:
Ese movimiento de la sonata para violonchelo especialmente es una preciosidad.
Efectivamente, Juan María; nos da buena idea de la categoría musical de Luise Adolpha.
también a mí, me ha cautivado esa sonata Adolpha-brahmsiana. Una perla¡
gracias siempre, barbazul,
me alegra que te gusten las perlas, pfp
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