Dentro del marco del VIII Festival Pórtico do Paraíso se
encuadró la visita de los hermanos sevillanos Fahmi y Rami Alqhai, un dúo de violas
da gamba de alta escuela.
El lugar, la coqueta Iglesia de Santa María Nai; el momento,
el pasado sábado al caer la tarde. Entrada libre, lleno hasta el altar.
El programa, The Spirit of Gambo, quiso ser un
repaso a la amplísima tradición de este sensacional instrumento, (¿o sería
mejor decir grupo de instrumentos?) que conoció tanta gloria como olvido, desde
Tobias Hume (1569-1645) hasta Christoph Schaffrath (1709-1763),
pasando por dos enfrentadas luminarias francesas en la corte del Rey Sol, como son Marin Marais (1656-1728) y Antoine Forqueray (1671-1745), y un par de
transcripciones de guitarra barroca de Gaspar
Sanz (1640-1710) debidas a Fahmi
Alqhai.
De sonido más bien pequeño, la viola da gamba atrapa por su calidez y expresividad; una sonoridad
cercana y sensual que desgrana todo un catálogo de sentimientos, que en las
manos virtuosas de Fahmi Alqhai llegan al paroxismo. Bien secundado por su
hermano Rami, todo el Concierto fue una exposición, exigente para músicos y público,
de expresividad profunda de la música más noble.
Escuchemos de uno de sus discos más celebrados, Les
Violes du Ciel et de l’Enfer, en compañía de su grupo Accademia del Piacere, La Montigni de A. Forqueray:
2 comentarios:
música e instrumento recuperados de su eternidad¡
música siempre viva, y un instrumento felizmente revitalizado gracias, entre otros, al gran Jordi Savall y su impagable labor.
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