fotografía: La Voz de Galicia
El
pasado sábado 13 de septiembre hubo una Gala Lírica en el Palacio de la Ópera
de A Coruña; el título: Las Mujeres de Strauss (en el 150 aniversario de Richard Strauss). Mujeres
que hago mías, también aquellas que no estaban; porque son muchas, hermosas
todas, únicas, personalísimas. Mujeres y Arquetipos, Ideas y Deseos; Estrellas;
la feminidad como culmen de la Civilización…
Si el textil parece creado para lucir cayendo
desde unos hombros femeninos, así la orquesta straussiana surge para arropar, con la mayor elegancia y
sofisticación, el alma del ser humano más complejo y elaborado, ayudando y
permitiendo la más honda y veraz expresividad.
El ropaje lo cosía, puntada a puntada, una OSG de alta costura, conducida sin
esfuerzo pero con determinación, por el director austríaco Günter Neuhold; idiomático, buen conocedor de las entretelas de la paleta musical de don Ricardo, y gran dominador
de los reguladores musicales, santo y seña de la intensidad dramática de estas
diversas escenas con fémina obligada, tan caras al genio muniqués.
El Waltz
n.1 de Der Rosenkavalier inicia
el espectáculo. Artificio, color y sofisticación para ir creando ambiente.
Enseguida
entramos en materia: Zerbinetta afronta la escalofriante “Grossmächtige Prinzessin”
de Ariadne
auf Naxos. La soprano argentina Mercedes
Arcuri se precipita por la demencial coloratura de la pieza con aparente
facilidad, dicción clara y esa picaresca de criada mozartiana. Salió indemne!
Sin
tiempo para la ovación, llega el aria del Compositor “Sein wir wieder gut”, en
la voz de la mezzo alemana Daniela Sindram; un torrente vocal de fuerte empuje, redondez, legato y delicioso
fraseo. Primer chispazo femenino, aún en papel masculino.
Tras la
Mondnacht
Musik de Capriccio, una oscura luz mortecina pespuntada en seda, aparece Elektra, la soprano estadounidense Lise
Lindstrom y su vestido geométrico con mil matices de negro. Y con
Elektra y su escena “Allein! Weh, ganz allein” llega el desgarramiento más profundo, cuerpo y alma rasgan por donde no hay costuras.
Sangre llama a sangre: Agamenón resuena en el almohadón de terciopelo de unas tubas wagnerianas… Interpretación
modélica; pelos como escarpias. El más placentero dolor, porque todos conocemos
lo que es el sufrimiento. Puro Tánatos.
La
segunda parte se abre con el Interludio “Traumerei am Kamin” de Intermezzo.
Satén que se entreabre para un nuevo
desfile.
Vuelve Der
Rosenkavalier con dos números de conjunto. El trío “Marie Theres’! Hab mir’s gelobt”
con Lise Lindstrom, María José Moreno y
Daniela Sindram como Mariscala, Sophie y Octavian, respectivamente. Dulzura y
éxtasis a raudales, un hojaldre que
todavía cruje, como bien decían las estupendas notas al programa de
Estíbaliz Espinosa. Continúa con el dúo de jóvenes amantes “Ist ein Traum, kann nicht
wirklich sein” que termina de hilvanar ese puente hacia las más bellas páginas de conjunto del compositor de
Salzburgo.
Y tras
el sofisticado tafetán, la
voluptuosidad de la carne, los velos
transparentes: una jovencita se contornea, perdiendo ropas, entre los planos orquestales,
que parecen adecuar los tempi al
balanceo más estrictamente femenino. Alcanzado el clímax en la orquesta, asoma
la voz de Salomé, Lise Lindstrom (rubio recogido en vestido sirena rojo con
flores negras) , “Ah! du wolltes mich nicht deinen Mund”. Precisión y exactitud
en la emisión, texturas metálicas sobre el paño vocal, rotundidad expresiva más de mujer que de chiquilla, a medio camino entre Eros y Tánatos. Ante tal
mujer, yo, al menos, perdí la cabeza…
(video operalover9001)
La Gala
estuvo dedicada y el escenario, en riguroso negro, presidido por fotografías de
la soprano coruñesa María Luisa Nache (1924-1985); privilegiada artista que, a
mediados del pasado siglo, se codeó con los más grandes. Aquí les adjunto un
audio de su Turandot junto a Franco Corelli:
(video FRANCO CORELLI)
Aclamación
masiva para estas mujeres ¡Qué Mujeres! ¡Cuánto R. Strauss!
4 comentarios:
Un suntuoso desfile de modelos que no olvida, al contrario resalta, la textura de las ricas telas acompañando a Strauss.
Dan ganas de escuchar los fragmentos que indicas pero también apetece ir de tiendas.
Un abrazo.
Sí, ahora el Castillo ha abierto una sección de Alta Costura. Todo sea por Strauss y sus señoras!
Un beso, Glòria.
uffffffffff, no creo que tenga cuenta corriente para tu sección de alta costura; por otra parte no soy soy yo de tiros largos, ... me quedo en la sección de música de tu maravilloso Castillo, con Strauss y sus mujeres
los besos para ti, sin duda.
pfp: siempre podemos llamarle sección de Alta Música, con envoltorio elegante. Strauss se lo merece!
besos, mujer.
Publicar un comentario