miércoles, 19 de noviembre de 2008

El pluriempleo de Windgassen: Siegmund

Cuenta la leyenda bayreuthiana que en el Anillo de 1956, debido a la indisposición a última hora del por aquella época imprescindible Siegmund, el tenor chileno Ramón Vinay, hubo que localizar urgentemente en Stuttgart a Wolfgang Windgassen, a la sazón cimentando ya el mejor Siegfried del Nuevo Bayreuth, para que en un alarde de pluriempleo, sacase adelante el arduo papel. Parece ser que llegó al Festspielhaus con el tiempo justo, siendo maquillado y vestido durante el preludio de Die Walküre. En estas condiciones y ante la falta de ensayos (mal endémico de esta Tetralogía), legendarios fueron también los desajustes con el foso. Así quedó registrado en la genial e imprescindible grabación del Ring de Knappertsbusch de ese año.

Windgassen ya había cantado y registrado el rol, tanto con Furtwängler en 1953 en Roma, como al año siguiente con Keilberth, y aún lo haría en el Anillo de Kempe de 1960 en el templo wagneriano.

Si bien sus Siegfrieds han quedado como referencia ineludible, en el papel del welsungo nunca terminó de convencer, provocando incluso críticas adversas. Quizá por la tesitura más grave del hijo de Wotan, esta comprometida página ponía de manifiesto sus limitaciones de color, metal o potencia. Lejos de la lectura expansiva y heroica de Vinay, Windgassen componía un Siegmund más humano, íntimo y sufriente, supliendo con la actuación e introspección del personaje lo que la inadecuación vocal pudiese mermarle. Convirtiendo el ímpetu juvenil de su garganta, la claridad de su emisión, la expresión inteligente y matizada, en sus armas de conquista. No fue un Siegmund duradero en Bayreuth, demasiada labor, dejando paso a grandes intérpretes como Jon Vickers o James King

Escuchemos una pequeña pero clara muestra de ambos flancos en el fragmento “Ein schwert verliess” del primer acto de Die Walküre de 1956 dirigida por Hans Knappertsbusch:
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5 comentarios:

maac dijo...

¡Quién pillara hoy a este Siegmund! No resulta tan espectacular como otros que citas pero con comprobar la carga expresiva con la que dice los Wälse -ese toque melancólico en la transición a la segunda sílaba- uno ya cae rendido a sus pies. Claro que pudiendo cantar Siegfried como lo hacía, para qué tenerlo en Siegmund.

Titus dijo...

Yo lo prefiero a Vinay, si hubiese estado entre el público ese día me habría alegrado del cambio. Vickers y King, en cambio, me gustan más en este papel.

pfp dijo...

viene a por nosotros que nos pensamos que las historias que vemos encima del escenario no son las nuestras

Joaquim dijo...

Yo los prefiero a todos, cada día uno, por ejemplo.

Ahora parece imposible que se criticara a Wind, cuando escuchamos y sufrimos lo que hemos oído en los 80's, 90's y 2000's.
Bendito Ring el del 56.
Voy sacando en reclinatorio que últimamente tengo muy olvidado y con estos autos sacramentales, es de inexcusable utilización.

Anónimo dijo...

Quizá el papel de Siegmund exija un registro grave más importante que el que poseía Windgassen y un color más oscuro, casi de tintes baritonales. Por eso Melchior aquí está en su salsa, y la espesura del timbre de Vickers del 58 parece por naturaleza más apropiado. King poseía también una voz de buen metal. Pero el carácter de Windgassen como cantante era el adecuado para un papel con la fuerza de Siegmund. Windgassen se encontraba más cómodo en papeles de heldentenor que en papeles más líricos como Walther vos Stolzing y Lohengrin, aunque por el tipo de voz pudiera parecer lo contrario, o esa es la conclusión que yo he sacado hasta ahora de sus grabaciones. Su Siegmund me convence de sobra, y pocos finales tan intensamente y bien cantados me he encontrado (claro que todavía no lo he escuchado todo) como ese final del primer acto del 56, en lo que a Windgassen respecta.
Una inteligencia musical como la suya hizo que pudiera cantar Rienzi, Erik, Lohengrin, Tannhäuser, Walther, Tristan, Siegfried (que vale por dos), Siegmund, Loge y Parsifal con nota. Casi todo el repertorio de tenor importante de Wagner.