lunes, 28 de mayo de 2018

El Fagot


En el registro más bajo del viento-madera habita un instrumento de excepcional fisonomía y preciosa sonoridad: el fagot, y su relativo una octava más grave, el contrafagot.

El fagot adquiere entidad propia durante el siglo XVII, al parecer derivado del dulcián. Nacido para reforzar el bajo continuo, pronto toma presencia importante y estable en la orquesta de ese mismo período. En el XVIII se alza con un papel predominante, tanto como instrumento acompañante como solista, con abundante literatura concertística de firmas señeras como JS Bach, GF Händel, GP Telemann o A. Vivaldi.

Muy valorado durante el Clasicismo, en las obras de Mozart o Beethoven, disfruta de una gran evolución técnica durante el siglo XIX, estando muy presente en autores como CM von Weber o E. Elgar. Llega pletórico y afianzado al siglo XX de la mano de maestros como Richard Strauss. 

Registro amplio y sonido grave aterciopelado le siguen manteniendo como un imprescindible en todos los géneros y estilos musicales. 

Disfrutemos del Concierto para fagot y orquesta en si bemol mayor K.191 escrito por el genial WA Mozart, con el gran instrumentista Klaus Thunemann:


miércoles, 16 de mayo de 2018

Clarinete


En nuestro paseo por los instrumentos de viento-madera llegamos al clarinete, uno de los más bellos de la familia.

Como gran parte de los instrumentos, su origen proviene de Oriente, siendo su antecesor directo el Chalumeau, muy popular en los siglos XV y XVI, y cuya evolución llevó al moderno clarinete hacia finales del XVII, tomando su nombre del antiguo Clarín. Durante el siglo romántico vería perfeccionado su mecanismo, dividido en dos escuelas (germánica y francesa), asentándose definitivamente como miembro destacado de la orquesta moderna y apreciado solista.

En su sonoridad destaca su gran agilidad, la enorme capacidad para los matices sonoros, la extensión de sus registros, y la belleza melancólica de su timbre, que para Mozart era lo más cercano a la voz humana. 

Existe toda una gran familia de afinaciones del instrumento, siendo actualmente el soprano en si bemol el más usado o tradicional.

Escuchemos a uno de los más grandes y hermosos compositores para el clarinete, J. Brahms (1833-1897): Sonata para clarinete y piano en mi bemol mayor op. 120 nº 2, segundo movimiento Allegro appassionato:



lunes, 7 de mayo de 2018

Flauta travesera


La flauta travesera o transversal, pues ésa es la posición en la cual se toca, nos llegó desde el Imperio Bizantino, y coexistió durante siglos con la flauta dulce.

Durante el Barroco musical tomaría preeminencia sobre su hermana de nombre, logrando entrar por la puerta grande, tomando un puesto que todavía no ha perdido, en las orquestas sinfónicas durante el Clasicismo. Tras un cierto ostracismo, en cuanto a su actividad solista, ha conocido un florecimiento durante todo el siglo XX, incluso en ámbitos de la música popular.

Aún manteniendo la dulzura característica de la flauta de pico, la travesera se acabó imponiendo por la mayor luminosidad, y penetración, de su timbre, y por su amplio registro de tres octavas que sucesivas mejoras técnicas le aportaron, a partir del XIX.

Seguimos con G.P. Telemann para escuchar su Concierto para Flauta y continuo en Sol Mayor TWV 51:G2, con uno de los grandes del instrumento: Emmanuel Pahud.