Muchos de ustedes, a primera vista, habrán pensado en otra
obra del genial Ravel; pero si algo caracteriza al Castillo es su
imprevisibilidad, cuando no una querencia por ahuyentar con sus elecciones
musicales a algunos paseantes desprevenidos.
Siguiendo esta máxima, nos atrevemos hoy con otra obra
insólita: el único Cuarteto de Cuerda, en Fa mayor, de Maurice Ravel, tildado
por el autor como “fuerza ingenua”. Se trata de una obra de juventud, pues fue
estrenado en 1904 en la Société Nationale, y comparado desde ese mismo momento
con el también único Cuarteto de Claude Debussy. Es cierto que ofrece ciertas
similitudes, pero asimismo grandes diferencias
Algunos epítetos ofrecidos a la música de Mozart pueden
perfectamente ser trasladados al arte de Maurice; así Claridad, Pureza,
Elegancia, Perfección formal, cobran todo el sentido; por supuesto en este
precioso Cuarteto de Cuerda también. Más aún, en su primer movimiento Allegro Moderato - Très Doux, en forma sonata
con dos temas cíclicos, llega al puro Refinamiento a través del más hermoso
Preciosismo:
El segundo movimiento Assez Vif - Très Rythmé, a modo de Scherzo con Trío, es un ejercicio
desatado de juego rítmico resaltado por un uso formidable del pizzicato.
(vídeos thegoodgeneral)
6 comentarios:
barbazul, a quién se puede ahuyentar con este cuarteto expléndido de Ravel?,.. solo a las malas sombras, traidoras.
un abrazo, y siempre gracias.
Con este cuarteto se hacía la luz en 'El sur' de Erice. Desde entonces, lo adoro.
pfp, como bien dice más abajo Allau, este cuarteto hace luz sin sombras...
gracias, y un abrazo siempre.
... yo también lo adoro desde que lo conocí, Allau. Me refiero a Maurice.
"este cuarteto hace luz sin sombras...
gracias, y un abrazo siempre".
De este blog "robaría" hasta vuestros diálogos. Quizá algún día lo haga.
La Gaza Ladra (?)
¡Róbame algo, Gazza!
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