viernes, 10 de agosto de 2012

FIALA



Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.
William Blake (1757-1827)

Desde los tiempos en que la galantería se convierte en clasicismo, justo antes de hacerse revolucionaria y  romántica, nos llega un bohemio: Josef Fiala (ca 1749-1816) 

Nacido en Lochovice, desde muy joven, al igual que su padre, entró al servicio de la Condesa Netolitzky von Netolitz, quien obligó a ambos a trasladarse con ella a Praga. Allí Fiala hijo perfeccionó sus estudios de oboe y violonchelo, convirtiéndose en un virtuoso del instrumento de viento madera. Pronto sus insatisfechos proyectos y sus ansias de libertad creativa ¿les suena? le llevaron a huir de Praga y su condesa. El premio a tanto atrevimiento fue su detención y encarcelamiento, con orden expresa de la condesa de que le rompieran los dientes incisivos para evitar la interpretación del oboe; orden que no sería jamás cumplida. Tras dos años de prisión, por intermediación imperial debido a su ganada fama, fue puesto en libertad. 

Tras su paso por Viena y Munich llegó a la Capilla del Arzobispo Colloredo de Salzburgo ¿les suena? Por esa época todavía habitaba la ciudad otro prometedor joven de elevados sueños, con quien había trabado amistad en la corte del Elector en Munich, WA Mozart ¿les suena? quien apreciaba grandemente sus composiciones para viento y sus delicadas melodías. Después de una nueva estancia en Viena, pasó por la corte de Catalina la Grande en San Petersburgo, para terminar sus días como Maestro de Capilla en Donaueschingen, especialmente dedicado a la viola da gamba

De sus composiciones orquestales, ricas en los variados colores de los vientos maderas y metales, destacaría especialmente su precioso Concierto para Oboe en si bemol mayor, donde apreciamos la metamorfosis del estilo galante en puro clasicismo sobre un fondo revolucionario y romántico ¿les suena?.

De sus tres movimientos una construcción equilibrada en el Allegro assai, un canto delicado en el Adagio, y una chispeante gracia en el Rondó Allegretto- no se pierdan el pegadizo final:

   
(vídeo agir3) 
Jiri Krejci - Oboe 
Prague Chamber Orchestra 
Frantisek Vajnar

¿les suena?

2 comentarios:

pfp dijo...

suena, suena, suena,... suena como los ángeles... y, qué mala malísima, la condesa...

Barbebleue dijo...

“Sólo suena en el largo silencio,
la campana que tocan los ángeles”
JR Jimenez

besos y versos, pfp