domingo, 1 de mayo de 2016

Il Cimento dell'Armonia e dell'Inventione

W.S. Haseltine (1835-1900)

En 1725 se publicó en Amsterdam un conjunto de doce conciertos para violín, cuerda y continuo, escritos durante los dos años previos por Antonio Vivaldi. Era su opus 8 y nos han llegado con el atractivo nombre de “Il Cimento dell'Armonia e dell'Inventione”, una singular lucha entre la razón y la imaginación.

Las primeras cuatro partituras de la docena hicieron gran fortuna, siendo conocidos y admirados bajo el nombre común de “Le Quattro Stagioni” (Las Cuatro Estaciones). Una de las obras más interpretadas del repertorio concertístico de todos los tiempos.

Il Cimento atesora también otras joyas musicales, que tuvieron y tienen vida y nombre propios: el número 5 en Mi bemol mayor “La Tempesta di Mare” RV 253; el número 6 en Do mayor “Il Piacere” RV 180; o el número 10 en Si bemol mayor “La Caccia” RV 362.

Pero aún en los números menos reconocidos Vivaldi dio muestras de su genio y de la brillantez de su arte. Así ocurre con el Concierto nº 7 en Re menor RV 242 “fatto per Maestro Pisendel” Johann Georg Pisendel, afamado músico violinista radicado en Dresde, con quien Vivaldi entabló profunda amistad tras el conocimiento mutuo que tuvo lugar en Venecia.

El Concierto, como todo el opus 8, está dividido en tres movimientos:

I. Allegro: grandilocuente tema inicial en el tutti que contrasta vivamente con el contratema del violín solista.

II. Largo: de aroma netamente melancólica y en forma cantabile, es conducido continuamente por el solista.

III. Allegro: tema jovial y expansivo en el tutti de las cuerdas, que envuelve el extremado virtuosismo del violín solista.


(vídeo Barbebleuei)

Simon Standage, violín
The English Concert
Trevor Pinnock

4 comentarios:

Unknown dijo...

Medianoche y este regalo inesperado. Vivaldi puede mejorar cualquier fracción de tiempo aparentemente banal. Barbe, grazie!

Barbebleue dijo...

Y lo mejora insuflando vitalidad aún a la noche...

Beso. Gracia. Glòria. ¿o era en plural?

Mara dijo...

Gracias, gracias, Barbazul.

Siempre pienso lo mismo o parecido: ¡Qué suerte que sigas aquí! Qué suerte tan grande poder seguir refugiándome en tu castillo.

Siento una gran alegría.

Gracias.

¡Buena semana!

Barbebleue dijo...

También yo pienso lo mismo ¡qué suerte seguir aquí!

Buena semana, Mara