(activista de Femen detenida)
Todo movimiento revolucionario es romántico, por definición
-Antonio Gramsci
En busca de un menú musical para la celebración del Nuevo Año en el Castillo, convocando a un mejor período que el que ahora agoniza, decidí, en un alarde de comodidad, echar mano de lo más cercano: lo último que está caldeando mi equipo de sonido.
Al simultanear músicas diversas comme d’habitude, he tenido que elegir entre Beethoven y Led Zeppelin, que compartían alternativamente la bandeja del lector de cedés y que curiosamente maridan a la perfección, a decir de un chef. Para tan egregia celebración finalmente he elegido la revolución del sordo en detrimento del ímpetu eléctrico.
-Antonio Gramsci
En busca de un menú musical para la celebración del Nuevo Año en el Castillo, convocando a un mejor período que el que ahora agoniza, decidí, en un alarde de comodidad, echar mano de lo más cercano: lo último que está caldeando mi equipo de sonido.
Al simultanear músicas diversas comme d’habitude, he tenido que elegir entre Beethoven y Led Zeppelin, que compartían alternativamente la bandeja del lector de cedés y que curiosamente maridan a la perfección, a decir de un chef. Para tan egregia celebración finalmente he elegido la revolución del sordo en detrimento del ímpetu eléctrico.
El Opus de las Sonatas para piano (32) de Lv Beethoven supone una revolución en
la composición pianística que marcaría todo el siglo XIX. Partiendo de unas
primeras partituras clasicistas, a la manera de Haydn y Mozart, en su período
intermedio y final, desarrolla un mundo sonoro lleno de novedosas sonoridades,
audaces efectos y atrevimientos sensoriales: una revolución romántica que, en
una forma casi sinfónica, llevan a una cima extrahumana, como bien se ha
señalado.
Un sendero primoroso que va desde la trágica elegancia de la
Patética op13, la amorosa dulzura de la Claro de Luna op27 n.2, el fulgor de la Walstein op53, el ímpetu de la Appasionata op57, hasta las dos postreras
cimas op110 y op111 adornadas de contrapunto, pasando por la descomunal
Hammerklavier op106, mi elección para hoy.
Sonata para piano n.29 en Si bemol mayor opus 106 Hammerklavier:
partitura de su último período, Beethoven traspasa aquí todos los límites formales
conocidos, dotando de un contenido orquestal al teclado y manejando con soltura, atrevimiento y progreso las posibilidades sonoras de la nueva generación de pianos.
El Adagio sostenuto. Appassionato e con molto sentimento (casi nada para un metronómico como Ludwig van) es un canto a la Melancolía, ilustre
compañera de la Belleza (Baudelaire) y el más sublime monólogo de nuestro
compositor.
Tan excelso movimiento lo escuchamos en la siempre transparente y diáfana interpretación del gran pianista beethoveniano Wilhelm Kempff, quien cuenta, en primera persona, que durante la última visita que realizó a un moribundo Sibelius, éste le pidió que interpretase esta pieza, y tras la atenta escucha, le comentó que “no había tocado como un pianista, había tocado como un ser humano…”
Tan excelso movimiento lo escuchamos en la siempre transparente y diáfana interpretación del gran pianista beethoveniano Wilhelm Kempff, quien cuenta, en primera persona, que durante la última visita que realizó a un moribundo Sibelius, éste le pidió que interpretase esta pieza, y tras la atenta escucha, le comentó que “no había tocado como un pianista, había tocado como un ser humano…”
Beethoven, Revolucionario y Romántico… algo de que lo
andamos bien escasos en estos tiempos.
¡Feliz Nuevo Año!
8 comentarios:
Que estupenda información y qué agradable despedida de año, tan bien escogida, la he disfrutado.
Te deseo un buen año y que sigas entusiasmándonos como lo haces.Un abrazo.
Un Beethoven maravilloso. Yo también te deseo unos Felices Nuevos Días.
Un beso, Barbe.
Felicidad, por entusiasmo no quedará...
Un abrazo, Conchita.
Pues que sean Felices, Nuevos, Muchos y Maravillosos.
Un beso, Glòria
felices, musicales y revolucionarios nuevos días, golpe a golpe, verso a verso...
pilar
... se hace Música al andar.
felices días, muchos. Besos, pilar.
¡Feliz 2014!
¡Buen Año!
Un abrazo, Titus
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