Sobre una idea de Stefan Zweig, el propio compositor y el
afamado director Clemens Krauss escribieron un libreto sencillo y elegante, a
la par que irónico, sobre la relación y jerarquía de la música y el texto en la
obra lírica, que va más allá al introducirse en la propia esencia del Arte. Ensamblado
maravillosamente en una relación amorosa entre la espectadora protagonista (Condesa) y la personificación del arte
musical (compositor) y el literario (poeta). La condesa está enamorada pero no sabe de
quién…
No por casualidad está ubicada la acción teatral en el
período de la reforma operística de Gluck, que ponía patas arriba el dicho de
Mozart “la poesía es la criada obediente de la música”; otro acierto, no podría
ser de otro modo, es el final abierto rubricado con el banal anuncio del
mayordomo que cierra la obra “la cena está servida”
Flamand, el compositor, y Olivier, poeta, pelean con sus
artes por ganarse el amor de la condesa Madeleine, quien duda por quién
decidirse y encarga a ambos la composición de una ópera sobre los
acontecimientos del día y los personajes reales del palacio. Al día siguiente,
en la biblioteca, decidirá, si es que puede… ya sabemos que en toda elección
siempre se pierde algo.
En la morbidez decadente de la cuerda el maestro Strauss nos
regala la perfecta combinación de notas y letras, hace poesía de la música, y
nos demuestra la indisolubilidad del arte lírico. Desde el sexteto
introductorio hasta el intenso lirismo de la dubitativa escena final a partir de la
Mondscheinmusik, la obra adquiere incluso una función moral.
Escuchemos el final de un capricho, con la siempre atractiva
Renée Fleming:
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13 comentarios:
me inclino, como bien dices, por la indisolubilidad del arte lírico.
como siempre, un placer.
Una amiga mía, excelente violinista, dice con autoridad que "todo es música". Y me lo demuestra poniendo notas a las entonaciones de cualquier diálogo. Yo también entiendo la palabra como música como aon música ciertos ruidos para los atonales.
Saludos.
¡Qué dilema emocional y emocionante!
¿Un dilema moral? Sí. Suerte que se puede disfrutar de amar la canción, la ópera, la zarzuela, la poesía, la música... y amar a un sólo hombre. Eso veo a mi alrededor.
Cómo me gustaría tener la capacidad de ver música en todos los sonidos y de traducirlos a notas musicales. Y disfrutar también de desconectar de esa capacidad para ser una simple mortal.
Se me ocurre ahora que quien tenga esa capacidad ha de poder hablar, o al menos entender, el lenguaje de los pequeños pájaros, del mar, del viento, los árboles... Una maravilla. También el de los mosquitos, las arañas... puag, brrr.
En fin, los músicos, las músicas, sois personas extraordinarias.
De nuevo me alegra poder leer y escuchar tus entradas, Barbe, y también los comentarios de las otras personas que te visitan. ¡Qué buena suerte haber encontrado tu blog!
... una magnífica inclinación, pfp, que compartimos.
otro placer.
Así es, Glòria, toda la razón para tu amiga excelente; al menos desde Pitágoras hacia acá... o ¿qué otra cosa es el Cosmos?
los "atonales" tan solo usan otro método, otro lenguaje; vamos, como hacer poemas sin rima...
¿Amar a un solo hombre, Anderea? ¡de ninguna manera! yo amo a JSBach, a Mozart, a Schubert, a Ligeti, a Dylan, a...
Muchas veces es más complejo escuchar y entender los sonidos, que componerlos; el placer del Arte también es un dolor.
Gracias por lo que me toca como administrador del Castillo; para mi es un gusto que lo pasees, leyendo y escuchando.
Para mi primo la música, pero sin la parole como podríamos disfrutar de esas voces maravillosas que tanto nos conmueven. Las palabras son la música del instrumento "voz". Un abrazo Barbe.
Sí, sí, Barbe. Pero... "Se mueve".
Ja, ja, ja ,ja...
Efectivamente, la voz es el instrumento más elevado y versátil; tanto, que ni siquiera precisa "le parole"...
Un beso Conchita.
Eppur si muove, Anderea
:)
¿Será que hay amores y amores, Barbebleue?
En tus etiquetas: "JS Bach (89)".
Además, cada vez me reafirmo más en que algunos falsos dilemas nos confunden innecesariamente. Pueden generar reflexiones, sentimientos interesantes, pero también mucho dolor, laberintos interminables, culpabilidad...
En fin, esta vida es un mundo rico y breve, y cada quien tiene la posibilidad de plantear las preguntas que más necesite, le diviertan, le entretengan...
Daré "play" otra vez al vídeo de la nueva entrada, porque escribiendo el comentario me he perdido la belleza y el sufrimiento que para mí prometía su comienzo.
¡Buena semana!
La duda, la pregunta, la insatisfacción, son motores para el Arte; encienden el "play" del creador.
Tú lo has dicho, Anderea ¡Buena semana!
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