domingo, 22 de septiembre de 2013

6. TRÁGICA, en la menor

-Retro_Grade1
Considerada por una parte de la crítica como una de las más perfectas, la Sexta Sinfonía de G. Mahler fue escrita entre 1903 y 1904, en la menor; en esta trágica tonalidad se abre y en ella misma concluye, exhausta. Para Alban Berg era “la única Sexta, a pesar de la Pastoral”

Su estructura formal es decididamente clásica; cuatro movimientos en los que se enseñorea la forma sonata con su temática y su tonalidad. Entre los dos movimientos extremos, dos descomunales Allegros, se instala la inestabilidad de las piezas centrales, un Scherzo y un Andante; no fue hasta el último ensayo antes de su estreno que el compositor fijó su orden de aparición: S/A.

La Grandiosidad heroica del Finale, Allegro moderato, con su sucesión progresiva de marchas vitales cuyos límites explotan en los golpes de martillo, golpes del destino del héroe, hasta la elegíaca coda de metales y el reposo en el pizzicato de las cuerdas, representa el meollo esencial de la Sinfonía. 

Pero no cabe duda de que en la elevada pureza del Andante moderato habita la trascendentalidad. En ese movimiento, tal vez el más romántico y el menos atrevido, a través de sus oleadas de cuerda respiran el héroe y el artista, más allá de lo inexorable… una pieza cuya noble hermosura nos hace tanto bien.

(vídeos Tokkemon)



2 comentarios:

vivatarkovsky dijo...

Tanto bien. Mi vida es la trompa y Mahler... qué te voy decir...un artesano del timbre...a la sombra de los demiurgos (Bach o Mozart)...la diferencia entre el demiurgo y el profeta (Mahler) radica en que, pudiendo hacerlo, los primeros nunca usarían un yunque...o un martillo...o una hoz....saludos fraternales.

Barbebleue dijo...

Bienvenido. Aunque el metal es más apropiado para profetas, se puede ser divino desde el yunque; fíjate en Hefesto... fraternales saludos.