Con este término describía Schönberg el opus 9 de Anton Webern (1883-1945): sonido-color-melodía, melodía tímbrica. Bien se puede utilizar para resaltar una de las grandes cualidades de la obra del compositor austríaco, también para su opus 10 Fünf Stücke für Orchester (1911-1913) -Cinco Piezas para Orquesta-, obra previa a su adopción del dodecafonismo serial como estética musical.
Timbre, color, y también concentración absoluta, máxima depuración del lenguaje sonoro. Era también su maestro, Schönberg , quien reconocía que “lo más importante a la hora de componer era la goma de borrar”… ¡Poco pero mucho! Es la de Webern una escritura refinada, de pequeña forma, casi puntillista, que da vida a una poesía mágica, y que “destruyendo el lenguaje, rehabilita el sonido” (Boulez)
Su opus 10 es un conjunto descarnado de componentes musicales, plenamente asociativos pero sin unidad temática, que conduce a una cierta intimidad sonora, reforzada por el uso camerístico de la orquesta; apenas un instrumento por sección, eso sí, adornados por el exotismo en la elección: una mandolina, una guitarra, un arpa, una celesta, un armonio, una flauta, un oboe, un clarinete bajo, un clarinete, una trompeta, una trompa, un trombón, y una cuerda en cada voz. Y además una instrumentación diferente para cada suspiro…
Cinco Piezas en disposición simétrica: fluidez, sencillez, concentración, color, … cinco soplos del llamado “verdadero poeta musical”
I. Sehr ruhig und zart (muy tranquilo y tierno), expresivo y acogedor
II. Lebhaft und zart bewegt (vivo y tierno), más enérgico con un intenso fortissimo final, como un despertar exaltado.
III. Sehr langsam und äusserst ruhig (muy lento y calmado), sobre dos ostinatos rítmicos se asienta el misterio.
IV. Fiessend, äusserst zart (fluyendo y muy tierno), una mandolina en un visillo
V. Sehr fliessend (muy fluido) , energía en el silencio, desvaneciéndose
(video frogpitt)
4 comentarios:
"Menos es más". No he sufrido.
Diré otra burrada, Barbe, confío en que, mostrando nuevamente tu paciencia, me corrijas.
Lo que he escuchado me ha sonado a la "reducción" ingrávida de Debussy.
Me quedo con ganas de probar más.
Gracias.
Muy bien apuntado, Anderea; Debussy es el otro gran "tímbrico" del XX, otro "desestructurador" cuyo aliento está detrás de Webern y de muchos más.
No te quedes con ganas, las Cinco Piezas admiten infinidad de escuchas, siempre alimenticias.
...y misterio¡
mis mejores deseos, barbazul
...una dosis siempre bienvenida!
gracias, pfp
Publicar un comentario