martes, 28 de septiembre de 2010

El Arte de la Orquestación: Ravel

"L'orchestre de l'Opéra" -Edgar Degas-
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Si consideramos a la Orquesta como la máxima manifestación de la Cultura occidental, en cuanto Expresión Musical, resulta lógico deducir que orquestar es un Arte. De hecho, su buen uso expresa y refuerza la forma musical hasta sus más elevadas cimas.
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Y es un Arte porque se trata de componer con timbres (A. Belkin): una sabia combinación de familias instrumentales en función de su timbre particular, y de unas cualidades propias (homogeneidad y flexibilidad en las cuerdas, disparidad y color en las maderas, dramatismo y rigidez de los metales, variedad ambiental en la percusión) cuyo sabio maridaje entrega una plenitud sonora caleidoscópica.
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Un Arte, ni siquiera al alcance de grandes compositores, que siguiendo a Belkin atesora unas características, que podríamos hacer extensivas a las de un buen Director musical e incluso a un buen equipo reproductor de música:
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. Sentido formal: respetuoso con la forma musical, su expresividad y sus contrastes.

. Variedad y color: elección de combinaciones tímbricas idóneas, para el tipo de sonido deseado.

. Fraseo rico y expresivo: en el uso proporcionado de dinámicas y registros, acentos, progresiones, desvanecimientos, gradación del clímax, y un movimiento musical siempre presente, siempre necesario.

. Claridad instrumental y de texturas: merced a líneas musicales nítidas, huyendo de la pesadez y la confusión que conducen al aburrimiento.

. Riqueza de planos sonoros: entre los instrumentos que comparten el mismo contorno rítmico.

. Carácter definido y Unidad de conjunto de la obra y su ambiente, con la participación activa de todos los atriles, en su justo momento.
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Maurice Ravel es un paradigma del gran orquestador, rico, variado, imaginativo, evocador, logra reunir Belleza y Emoción en su paleta orquestal. Su ballet - Sinfonía coreográfica- Daphnis et Chloé representa una síntesis de sus dones orquestales. Escrito para los ballets rusos de Diaghilev fue estrenado en 1912 por el legendario Nijinsky y el director Pierre Monteux.
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Las tres partes de su Suite orquestal n.2 en la magnífica versión de la Orquesta Sinfónica de Boston con Charles Munch en el podio nos ejemplifica esos dones: (vídeos de conductorrrr)
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- Lever du jour: ondulaciones de la cuerda e irisaciones de arpas, picoteadas por la flauta piccolo, van agrandando la luminosidad, con resonancia de fondo, hasta el estallido de los metales en la apoteosis solar del amanecer.
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- Pantomime: colorido de las maderas, en intervención solista, sin doblajes para más claridad sonora, introducen el lento, que va a reposar sobre el solo de flauta - reminiscencias del dios Pan - en una aérea escena de abrazo amoroso.
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- Danse Générale: riqueza de percusión, húmeda y seca, y espesor sonoro de los metales, animan a ritmo de galope orgiástico, llevando hacia el clímax en el tutti.
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Una PRECIOSIDAD...

8 comentarios:

Esdedesear dijo...

Yo que soy asombrona de nacimiento y admirona por cultivo siempre pensé que lo de la orquesta era algo muy grande y difícil de conseguir la excelencia, porque sonar... suena hasta el grupo en el que yo toco, que ya es decir, je,je. Me encanta que hayas hecho esta disolución en elementos de ese "todo" magnífico que supone la dirección orquestal. Muchas gracias.

Josefina dijo...

Sí, orquestar es un Arte. !Qué maravilloso hacer Música con los instrumentos que se entrecruzan, se acompañan, se preguntan, se contestan, en ese conversar misterioso que logra acariciar las emociones de quienes tienen el privilegio de saber escuchar y adivinar el bellísimo bordado que cientos de notas van enlazando en una total comunión, que raya la perfección.
Gracias Barbableue.

Titus dijo...

Ravel es el paradigma del gran orquestador, como demostró sobradamente con música propia y ajena. No es de extrañar que Gershwin le pidiera consejo sobre cómo orquestar. Ravel, tras preguntarle cuánto ganaba y comprobar que el americano superaba sus rentas ampliamente, le dijo que no necesitaba ningún consejo, ya le iba bien así.

Barbebleue dijo...

Conchita, en ocasiones la Belleza consiste en organizar el "caos"; y tú ¿qué tocas?

Barbebleue dijo...

Josefina: "saber escuchar" se aprende, especialmente con ejemplos como el propuesto. Luego, las emociones son libres...

Barbebleue dijo...

Titus: el dinero no da la felicidad ni las dotes de orquestador. Ravel era y es un mago del sonido, un creador.

Esdedesear dijo...

Ante la belleza de ese solo de flauta que nos muestras, únicamente puedo decir que "soplo" malamente una flauta travesera.Un abrazo

Barbebleue dijo...

Conchita: según comentan en el segundo vídeo, la solista de flauta fue una de las primeras mujeres en integrarse en una orquesta profesional. Una pionera que seguro también comenzó "soplando"...