jueves, 25 de octubre de 2007

Meditando sobre Thaïs


Como puede resultar obvio, tras mi fugaz desplazamiento a Oviedo con motivo de una función de Thaïs, he vuelto preñado de las almibaradas melodías de Massenet. Puede incluso resultar harto empalagoso y superficial salvo cuando se decide a encender el motor rítmico y aquello cobra vida. La célebre Meditación de Thaïs no para de revolotear en mi cerebro, neurona arriba, neurona abajo; por lo que, como terapia por impregnación, me decido a dejar diversas lecturas de esta página, tan diferentes que hay para todos los paladares.

Como postre, un audio de Renée Fleming cantando el Aria del espejo.


Janine Jansen


Anne-Sophie Mutter


Maxim Vengerov

El gran Nathan Milstein


Renée Fleming: Aria del espejo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Caramelo, mucho caramelo.
¿Cómo han ido las funciones de Oviedo?

Barbebleue dijo...

Lo mejor fue la excelente e idiomática lectura que le imprimió el director Alain Guingal a la orquesta de la capital; y lo peor, un hiperecléctico montaje donde pretendían convivir egipcios de la XVIII Dinastía, con la lección de baile de Degas, nenúfares de Monet, la Venus de Boticelli, una Eva de Klimt y musulmanas con chador moviéndose entre restos de Salzillo. Un horror.

Ángel Ódena (Athanaël) llegó al notable y Pamela Armstrong (Thaïs), se quedó en el aprobado, pese a unos bellos agudos. Stefano Palatchi (Palémon), cumplidor y Reinaldo Macías (Nicias), meritorio en su ingrato papel.

Joaquim dijo...

Gracias barbebleue.