Aunque su primer instrumento fue el violín, Paul Hindemith pronto se volvió hacia su pariente más cercano y grave, la viola, donde destacó como intérprete y como compositor. Esta dedicación nos ha dejado un excelente y variado repertorio: Conciertos, Suites, Sonatas, Viola sola…
Trauermusik (Música Fúnebre) es una suite para viola y cuerda de 1936, y una de sus cumbres expresivas para dicho instrumento. Escrita por la muerte del rey Jorge V del Reino Unido, es en realidad un profundo lamento, intimista, conciso, intenso, grave y sentido.
Fue compuesto en un único movimiento que engloba cuatro secciones que encuentran su apoteosis final en la elegíaca invención sobre el Coral “Vor deinen Thron tret ich hiermit” basado en la armonización de JS Bach. En ese período creativo de Hindemith, alejado del Expresionismo y vuelto hacia un Neoclasicismo que encuentra sus raíces y motor en el Barroco, el compositor nos transporta desde el dolor hacia la gloria con las siempre emotivas cuatro cuerdas de este bellísimo instrumento.
Escuchemos esta hermosa página en interpretación del propio Hindemith con la RCA Victor Orchestra dirigida por Bruno Reibold, registrada en 1939:
Escuchemos esta hermosa página en interpretación del propio Hindemith con la RCA Victor Orchestra dirigida por Bruno Reibold, registrada en 1939:
(vídeo TheWelleszCompany)
Este post está dedicado a aquellos a quienes echamos de menos aún sin haberles conocido.…
Este post está dedicado a aquellos a quienes echamos de menos aún sin haberles conocido.…
6 comentarios:
Música preciosísima que hace posible llegar a la intimidad más profunda e “inviolable” donde, el dolor y el gozo de la gloria se unen ya con luces de eternidad y nos regalan el milagro de vislumbrar el sentido de “echar de menos” a unos a través de otros, que es el sublime conocimiento de sabernos UNO, todos los que en este mundo hemos sido, porque hemos amado.
la música, abre una zanja en ese recóndito sitio de nuestro cerebro, de donde salen los mejores recuerdos...
gracias, barbazul, también él, era admirador tuyo, aunque nunca dejara constancia de su paso por tu maravilloso Castillo.
Hubiera querido que continuara, Barbebleue. Cuando una se funde en la música y lo único que nota es que, de pronto, ya no está.
Buena semana.
Y... gracias.
Efectivamente, Josefina, somos uno, en origen y en destino; y puede que la Música sea tan "solo" el eco de esa inmensidad mientras somos individuos.
Un beso.
pfp,
esos mejores y eternos recuerdos que hemos de atesorar, envueltos en el cariño más profundo, acariciados con las palabras más hermosas, y vehiculados por la música más sublime. Amor y Arte en el aire...
Un beso.
Anderea, el verbo no existe pero la sensación sí:
"descorporeizarse" en la Música es comprender su esencia, tocar el cielo, superar barreras, saber y amar, saber amar...
Un beso.
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