domingo, 28 de octubre de 2012

Definitiva Personalidad


Adonde nos dirijamos bajo la tormenta de rosas,
las espinas iluminan la noche, y el trueno
de las hojas, antes tan silenciosas en los arbustos,
nos sigue ahora muy de cerca.
-Ingeborg Bachmann-

Para quien suscribe no es concebible un otoño sin nieblas ni oscuridad, sin setas ni castañas; sin la sonoridad sombría, el melodismo popular, y el complejo ritmo de la música de Johannes Brahms. Defectos que a uno le adornan...

El vigoroso engarce del cuarteto de cuerda y del piano refuerza la sensación de obra maestra que, tras su costosa metamorfosis, nos presenta en todo su esplendor lo que Konrad Wolf llama la Definitiva Personalidad de Brahms: romanticismo de juventud apuntalado por el más puro clasicismo y por un estimable espíritu de experimentación que llevaría a Schönberg a hablar de Brahms, el progresista.

El descomunal Quinteto para Piano y Cuerda en fa menor op.34 nació como Quinteto de Cuerda (dos violonchelos) para convertirse, ante la crítica negativa del violinista Joseph Joaquim, en una Sonata para dos Pianos op34b, la cual tampoco convenció a Clara Schumann, por su desaprovechada riqueza temática, y terminar en ese fenomenal hallazgo que es el conjunto cuerdas/piano, del cual diría el director Hermann Levi que era bello más allá de las palabras, una obra maestra de la música de cámara.

Fabulosa partitura de aroma schubertiano,  tanto por su increíble riqueza melódica basada en un despliegue temático apabullante -casi no hay freno en la aparición de nuevos temas, sin tiempo para su desarrollo- como también por una afectuosa paleta armónica por su propia configuración instrumental, y un cromatismo más allá del XIX.

1.Allegro non troppo: turbio, complejo, enérgico, trágico y lírico a la par, el movimiento arranca en un conocido y adictivo tema principal que va abriendo paso a una complejidad rítmica y múltiples líneas musicales que cobran vida mientras saltan de atril en atril.

2. Andante, un poco Adagio: límpido, tierno, ambiguo y otoñal al albur de la ondulante gracia schubertiana del piano

3. Scherzo. Allegro: electrizante, sincopado, desasosegante scherzo que solo amaina en el fugato que introduce el Trío central.

(vídeo ArRubMusic)

4. Finale: tripartito, disonante, vasto y opulento
            . Poco sostenuto: introducción en ascenso cromático
            . Allegro non troppo: desparrame temático de sentimiento inestable.
            . Presto non troppo: amplio y robusto canto de dramatismo creciente.

(vídeo ArRubMusic)

Athur Rubinsteirn y el Guarneri Quartet dan vida a la partitura.

Una personalidad, Brahms, como la copa de un pino, con raíces de Mozart y tronco de Beethoven, que asciende por las ramas de Schubert... y sus hojas nos siguen ahora muy de cerca.

2 comentarios:

pfp dijo...

Se diría, barbazul, que Brahms prepara una hoguera !!!

Barbebleue dijo...

una hoguera grande y bella más allá de las palabras, pfp