
hay sangre en ella
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La historia y la orquesta se centran en la Mujer de Barak, sobre la que vuelve a la carga el Ama. Tras despedir a su marido, con carga seductora en música y texto renueva la tentación, y venciendo su rubor, logra desvelar de la tintorera sus ensoñadoras fantasías sobre un joven desconocido. A pesar de la incipiente incomodidad de la Emperatriz, por medio de su magia hace aparecer al joven de sus sueños ante la desconcertada tintorera. La Mujer va sucumbiendo a la mágica tentación en un crescendo orquestal, momento que es cortado por el retorno de Barak.
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El tintorero llega alegre, con abundante comida, rodeado de sus hermanos y de niños de la calle quienes entonan un febril himno de alegría hacia la vida (O Tag des Glücks, o Abend der Gnade! – ¡Oh Día afortunado, Oh Noche de gracia!). Mientras el malhumor de la Mujer va en aumento (Bitternis, will ich trägen im mund – Amargura es lo que quiero tener en la boca), sobre un coro de hambrientos mendigos.
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La orquesta ataca el primer Interludio que facilita el cambio de escena. Tras el tema del halcón, el violonchelo con un cantabile soñador, lírico, reflexivo, nos traslada hasta la Casa del Halconero imperial en la espesura de un bosque en una noche de luna llena; allí donde se iba a retirar durante su ausencia la Emperatriz. Oculto en el exterior, se repite el motivo del Emperador mientras éste inicia su íntimo monólogo, romántico, evocador (Falke, Falke, du wiedergefundener – Halcón, halcón, perdido y vuelto a encontrar). Escuchemos el hermoso pasaje en la voz de un Kaiser de referencia: Ben Heppner dirigido por Sinopoli
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El tintorero llega alegre, con abundante comida, rodeado de sus hermanos y de niños de la calle quienes entonan un febril himno de alegría hacia la vida (O Tag des Glücks, o Abend der Gnade! – ¡Oh Día afortunado, Oh Noche de gracia!). Mientras el malhumor de la Mujer va en aumento (Bitternis, will ich trägen im mund – Amargura es lo que quiero tener en la boca), sobre un coro de hambrientos mendigos.
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La orquesta ataca el primer Interludio que facilita el cambio de escena. Tras el tema del halcón, el violonchelo con un cantabile soñador, lírico, reflexivo, nos traslada hasta la Casa del Halconero imperial en la espesura de un bosque en una noche de luna llena; allí donde se iba a retirar durante su ausencia la Emperatriz. Oculto en el exterior, se repite el motivo del Emperador mientras éste inicia su íntimo monólogo, romántico, evocador (Falke, Falke, du wiedergefundener – Halcón, halcón, perdido y vuelto a encontrar). Escuchemos el hermoso pasaje en la voz de un Kaiser de referencia: Ben Heppner dirigido por Sinopoli
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Escuchemos toda la enorme escena de la Mujer de Barak en la versión de Birgit Nilsson con Astrid Varnay como el Ama:
Escuchemos toda la enorme escena de la Mujer de Barak en la versión de Birgit Nilsson con Astrid Varnay como el Ama:
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Continuará...
8 comentarios:
Será con el dúo de barak y su mujer al inicio del tercer acto, cuando sucumbiré definitivamente, pero en este segundo acto, con una de mis arias preferidas como el Falke, Falke o ese apoteósico y alucinante final con la mujer de Barak y el Ama, de la cual nos dejas una versión exceitante, por no hablar de la Kaiserin de mi adorada Rysanek.
Esta obra es con mucha diferencia mi preferida, ya lo he dicho en el post del primer acto, de todo el catálogo straussiano. Seguramente por ser tan hermética y a la vez tan naif (a esta si que le vendría de perlas una escenificación con diseño de David Hockney) me seduce mucho más que la inmensa brutalidad de Elektra o la pérfida seducción de Salomé. No la enfrentaré a Rosenkavalier, ya que amo a ambas por igual , aunque no a la vez.
¿Me permites una pregunta? Sin atender a las voces y en esta ópera es complicado, ¿cual es la versión orquestal que prefieres de las existentes, que estoy convencido que conoces en su totalidad?. ¿Böhm, Karajan, Keilberth, Sawallisch, Solti,Sinopoli?
Barbe, sigo aquí como siempre, agradecida y disfrutando. Un abrazo.
Hola Joaquim, no sólo es también mi preferida del catálogo straussiano (Rosenkavalier incluido) sino que la considero una de las más altas cimas de toda la historia del género. Si algún pero le podríamos poner es el exceso musical que la inunda, algo que te hace descubrirla en cada nueva escucha.
Sobre tu pregunta pensaba escribir unas líneas tras el análisis. Te adelanto que no conozco la de Keilberth (nadie es perfecto), y añado que Karajan-64 está en su papel, elegante, opulento, pero de lujo hueco y ligero. Sawallisch, pesante, rutinario, incluso aburrido. Sinopoli, íntimo, vivo, delicado, escaso de fuerza en algunos pasajes. Solti, intenso, heroico, muy dramático, casi agresivo. Böhm-55: extraordinario, poético, onírico, fantasioso, lírico... Sin duda alguna me quedo con estos dos últimos, cada uno en su estilo; son complementarios. Un abrazo.
Conchita, sigue por aquí que la fiesta aún no ha terminado. El tercer acto es sublime. Un beso.
yo también me quedo al fin de fiesta...
gracias
Sigo fascinada. Tengo que rehacer la escucha desde el post anterior y a continuación comprar el dvd. ¿Te importaría recomendarme uno?
Gracias Barbe. Recibe mi más sincero afecto.
Yo también sigo esperando. No he asimilado del todo la primera parte que nos ofreces, y llega la segunda, que viene a irrumpir con una total admiración y expectativa por mi parte.
No conocía esta ópera... así se explica mi sorpresa y mi silencio.
Me quedo hasta el final, y más.
Gracias.
Gràcies Barbe! estamos bastante de acuerdo, a ver si te soluciono, cuando tenga un poco de tiempo "libre" el tema Keilberth y una de Sawallisch en directo con la Nilsson, DFD y una Varnay decrepitamente alucinada como Ame, a ver si cambias de opinión.
Joaquim, te agradezco mucho que me soluciones el asunto Keilberth. Respecto a la otra versión que comentas, ya la tengo y don Wolfgang sigue sin convencerme...
Y a la chicas, gracias por quedaros al fin de fiesta.
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