martes, 27 de enero de 2009

Zemlinsky (II): "DER TRAUMGÖRGE"

La tercera ópera de Zemlinsky fue compuesta entre 1904 y 1906 por encargo de Gustav Mahler para la Ópera de Viena. Con la renuncia de éste y su sustitución por Felix Weingartner al frente de la institución vienesa, la obra fue rechazada cuando ya habían comenzado los ensayos para su estreno. Y este “Görge, el soñador” no fue llevado a un escenario hasta el 11 de octubre de 1980 en el Opernhaus de Nuremberg, treinta y ocho años después de la muerte de su autor.
. El libreto, un cuento de hadas de influencia simbolista tachado de infantiloide, se debe a Leo Feld y recoge inspiración en una novela de Hermann Sudermann, un cuento de Richard Volkmann-Leander y un poema de Heine. Mantiene ciertas similitudes con Die Ferne Klang de Franz Schreker, en su búsqueda del ideal intangible, pero sin la intensa carga sensual habitual en el compositor bohemio.
. Acto I: Görge es un joven soñador y fantasioso, de carácter contemplativo, siempre inmerso en su mundo irreal de visiones místicas, sus libros y su imaginaria Princesa. Está prometido a Grete, una joven con los pies en la tierra que no comprende las ensoñaciones de su novio. Ante la inminencia del anuncio de boda, Görge decide huir por el mundo en busca de su destino. Acto II: Tres años más tarde conoce a Gertraud, acusada de brujería en medio de una sangrienta revuelta popular. Con ella decide volver a su tierra. Epílogo: Görge descubre a su soñada Princesa en Gertraud y ambos encuentran la felicidad abriendo una escuela en su pueblo, y con Grete que se ha casado con un antiguo novio, Hans, más cercano a su carácter”
.Musicalmente manifiesta las más conocidas influencias post-wagnerianas, la riqueza ecléctica de Mahler y la opulencia orquestal de R. Strauss o Schreker, con sus texturas estructurales. Altamente expresiva, su intensidad musical recorre y relata la historia de manera vívida y profunda. Meciéndose siempre hacia el lado cálido del rico romanticismo decadente, pero manteniendo la fantasía compositiva y la elegancia propias de Zemlinsky.
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Abundante en vocalidad, con un melodismo que nos recuerda a su alumno Korngold, precisa de un tenor dramático de amplio registro rico en matices, y de dos sopranos líricas bien diferenciadas en timbre y expresividad. Pero la estructura de su belleza radica en la orquestación, en el color de su tímbrica y en el tacto acústico de sus texturas instrumentales.

Escuchemos algunas secciones en la primera versión discográfica que grabó el sello Capriccio en 1986 con Pamela Coburn (Grete), Janis Martin (Gertraud), Josef Protschka (Görge), la Orquesta de la Radio de Frankfurt, dirigidos por Gerd Albrecht:

Acto I Escena 3: Mädel, kommst du mit zum Tanz? Nos muestra el carácter de Grete en un aria dialogada con el viento, bien resuelta por la eficaz Pamela Coburn:
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Acto I Escena 6: Wer das verstünd', dein ewiges Rauschen
Amplio pasaje que describe la ensoñación de Görge, bien caracterizado por el tenor alemá Josef Protschka:
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videos Barbebleuei
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Acto II Escena 6: Wirtin, he! Ist niemand da?
Escena y Duo de amor entre Gertraud y Görge, con una insuficiente y vibratosa Janis Martin:
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Epílogo Última escena: Prinzessin
Idílico, bucólico y algo almibarado final a cargo de la pareja Gertraud - Görge:
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PS: la tres fotografías superiores corresponden al montaje de Der Traumgörge a cargo de Joaquim Schloemer para la Deutsche Oper Berlin en mayo del 2007.

5 comentarios:

Joaquim dijo...

Fantástica música Barbebleue.
Zemlinsky se resiste en Barcelona y eso que tiene todos los números para ser un compositor del entorno "Matabosch", pero por el momento nos tendremos que conformar con los CD'S de la EMI y tus agradecidísimos posts.
Gracias.

Barbebleue dijo...

Sí, Joaquim, los degenerados deberían dar más juego en los teatros españoles. Tan sólo La Maestranza de Sevilla esté a la altura de la calidad que atesoran.

No olvidemos que Schreker rivalizaba con R. Strauss, Korngold fue comparado con Mozart, Zemlinsky alabado por generaciones anteriores y posteriores, etc.

Desde luego no eran unos "piernas", pero la intolerancia los convirtió en eslabones perdidos...

Anónimo dijo...

La primera aparición de Zemlinsky para mi, fue en este blog con "Una tragedia florentina"; me inquietó por deprimente pero me gustó y en "Görge soñador" le estoy descubriendo porque tiene un cierto aire de super-romanticismo, pero inquietante otra vez...será que no le entiendo bien y me dejo llevar por las emociones...??

Titus dijo...

Una música deliciosa, como todo lo que nos sueles traer.

Es incomprensible que esta música no se programe más cuando composiciones de un estilo más agresivo para con el público acostumbrado al repertorio decimonónico sí aparecen (tampoco demasiado, desgraciadamente) en las temporadas de nuestros teatros.

Barbebleue dijo...

Tienes razón Josefina, esta música se ancla en el postrromanticismo postwagneriano y evoluciona hacia el expresionismo con su carga desasosegante de pulsiones, vehiculadas a través de un extremo cromatismo, siempre tonal.

Sigamos reclamando su programación por todos los medios al alcance del humilde aficionado. Ya se ha avanzado, aunque falte mucho.