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El libreto, un cuento de hadas de influencia simbolista tachado de infantiloide, se debe a Leo Feld y recoge inspiración en una novela de Hermann Sudermann, un cuento de Richard Volkmann-Leander y un poema de Heine. Mantiene ciertas similitudes con Die Ferne Klang de Franz Schreker, en su búsqueda del ideal intangible, pero sin la intensa carga sensual habitual en el compositor bohemio.
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“Acto I: Görge es un joven soñador y fantasioso, de carácter contemplativo, siempre inmerso en su mundo irreal de visiones místicas, sus libros y su imaginaria Princesa. Está prometido a Grete, una joven con los pies en la tierra que no comprende las ensoñaciones de su novio. Ante la inminencia del anuncio de boda, Görge decide huir por el mundo en busca de su destino. Acto II: Tres años más tarde conoce a Gertraud, acusada de brujería en medio de una sangrienta revuelta popular. Con ella decide volver a su tierra. Epílogo: Görge descubre a su soñada Princesa en Gertraud y ambos encuentran la felicidad abriendo una escuela en su pueblo, y con Grete que se ha casado con un antiguo novio, Hans, más cercano a su carácter”

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Musicalmente manifiesta las más conocidas influencias post-wagnerianas, la riqueza ecléctica de Mahler y la opulencia orquestal de R. Strauss o Schreker, con sus texturas estructurales. Altamente expresiva, su intensidad musical recorre y relata la historia de manera vívida y profunda. Meciéndose siempre hacia el lado cálido del rico romanticismo decadente, pero manteniendo la fantasía compositiva y la elegancia propias de Zemlinsky.

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Abundante en vocalidad, con un melodismo que nos recuerda a su alumno Korngold, precisa de un tenor dramático de amplio registro rico en matices, y de dos sopranos líricas bien diferenciadas en timbre y expresividad. Pero la estructura de su belleza radica en la orquestación, en el color de su tímbrica y en el tacto acústico de sus texturas instrumentales.
Abundante en vocalidad, con un melodismo que nos recuerda a su alumno Korngold, precisa de un tenor dramático de amplio registro rico en matices, y de dos sopranos líricas bien diferenciadas en timbre y expresividad. Pero la estructura de su belleza radica en la orquestación, en el color de su tímbrica y en el tacto acústico de sus texturas instrumentales.
Escuchemos algunas secciones en la primera versión discográfica que grabó el sello Capriccio en 1986 con Pamela Coburn (Grete), Janis Martin (Gertraud), Josef Protschka (Görge), la Orquesta de la Radio de Frankfurt, dirigidos por Gerd Albrecht:
Acto I Escena 3: Mädel, kommst du mit zum Tanz? Nos muestra el carácter de Grete en un aria dialogada con el viento, bien resuelta por la eficaz Pamela Coburn:
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Acto I Escena 6: Wer das verstünd', dein ewiges Rauschen
Acto I Escena 6: Wer das verstünd', dein ewiges Rauschen
Amplio pasaje que describe la ensoñación de Görge, bien caracterizado por el tenor alemá Josef Protschka:
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Acto II Escena 6: Wirtin, he! Ist niemand da?
Acto II Escena 6: Wirtin, he! Ist niemand da?
Escena y Duo de amor entre Gertraud y Görge, con una insuficiente y vibratosa Janis Martin:
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Epílogo Última escena: Prinzessin
Idílico, bucólico y algo almibarado final a cargo de la pareja Gertraud - Görge:
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PS: la tres fotografías superiores corresponden al montaje de Der Traumgörge a cargo de Joaquim Schloemer para la Deutsche Oper Berlin en mayo del 2007.