domingo, 30 de agosto de 2015

El Órgano de la Colegiata


Mientras los orígenes de la Colexiata Santa María a Real de Xunqueira de Ambía se pierden en el oscuro siglo IV, para emerger durante el Románico del XII, y florecer en el Renacimiento y el Barroco, su Ciclo de Órgano e Música Antiga llega a la vigésimo sexta edición con la nave basilical repleta de un público entusiasta. Nada sorprendente al aglutinar en tiempo y lugar el atractivo de la Música, centrado en un brillante ejemplar de órgano ibérico de 1759 (obra del constructor Manuel González Maldonado y del escultor Xoan San Martín) con la belleza arquitectónica del templo.

El primero de los tres Conciertos del presente Ciclo estuvo a cargo de la organista, y directora musical del evento, Marisol Mendive. Discípula de González Uriol y Montserrat Torrent, la actual titular de órgano del Conservatorio provincial, con un amplio bagaje concertístico, ha querido presentar un muy atractivo programa sobre los Sentimientos en un Órgano Barroco, los conocidos affetti...

El Concierto, presentado en modo muy pedagógico, con explicaciones detalladas de cada pieza en palabras de la propia intérprete, fue un repaso convincente y atractivo, oscilando entre obras conocidas a absolutas joyas poco interpretadas, de los siguientes estados anímicos, según el guión de la organista:

- Locura: Toccata en do Mayor de Kaspar Kerll (1627-1693), cromatismo en plenum

- Amor: Variaciones sobre “D'ou vient cela” del gran Antonio de Cabezón (1510-1566)

- Humor: Fuga sobre un sujeto “Pink Panther” op148 de las Nouvelles Pièces pour Orgue de Guy Bovet (1942)

- Sosiego: Tiento de falsas de sexto tono, de Gabriel Menalt (1657-1687)

- Alegría: Coral In Dulci Jubilo BWV 729 de JS Bach, sobre un villancico popular, presentado en el órgano antes de atacar la composición bachiana. Escuchen y vean:

(vídeo Barbebleuei)

- Nostalgia: Canción del compostelano José Manuel Adrán (1909-2004)

- Distinción: elegante Chaconne de JC Fischer (1656-1746) con la utilización de una singular voz del órgano, la trompeta bastarda.

- Energía: Batalla, de Joseph de Torres (ca 1670-1738) energético final con amplio uso de toda la trompetería horizontal del instrumento ibérico.

Sensible y afín a cada sentimiento, la estupenda interpretación de Marisol Mendive calmó, por un momento, nuestro apetito espiritual. Para el gastronómico, mejor acudir a la cercana Taberna Acevedo; allí saben bien cómo hacerlo...

domingo, 23 de agosto de 2015

Los amores de Zappa. Segunda parte.

Para un músico tan ecléctico como Frank Zappa (1940-1993) quien tocó absolutamente todos los palos de la música popular y mucho más allá, la utilización, muy personal, de la orquesta sinfónica como medio expresivo fue durante toda su carrera una especie de obsesión amorosa. Conviene recordar aquí el shock que le supuso el descubrimiento del compositor Edgar Varèse (1883-1965); también el gusto por descifrar aquellos jeroglícos que tanto le atraían, y que no eran otra cosa que densas partituras orquestales.
Tan temprano en su carrera como en 1961 utilizó la Pomona Valley Symphony Orchestra, dirigida por Fred El Graff. Más tarde en su disco "Lumpy Gravy" (1967) se valió de la por él denominada Abnuceals Emuukha Electric Symphony Orchestra, un combinado de músicos de Los Angeles dirigidos por Sid Sharpe, quienes también participarían en "Orchestral Favorites" (1979). Al siguiente año, en "Ahead Of Their Time", hizo uso de algunos componentes de la BBC Symphony Orchestra. Y en el estreno de la obra "200 Motels" (1970) tocó la Los Angeles Philharmonic dirigida por Zubin Metha, aunque para la grabación de la banda sonora fue utilizada la Royal Philharmonic Orchestra, con Elgar Howarth en el podio.
Pero sin duda el gran paso adelante en la escritura e interpretación de obras para orquesta sinfónica se produce en 1983 con la contratación de la London Symphony Orchestra para unas sesiones de tres días. Para la batuta, Zappa contacta con un por entonces semidesconocido Kent Nagano, con quien dejaría grabados los volúmenes "LSO Zappa Vol. I & II". Al siguiente año sería Pierre Boulez quien grabaría con su prestigioso Ensemble InterContemporain algunas obras zappianas que verían la luz en el álbum "The Perfect Stanger". Al final de su vida lograría el éxito en el mundo clásico con su obra "The Yellow Shark" (1992) interpretado por el Ensemble Modern dirigido por Peter Rundel.
La obra orquestal de Frank, bebiendo en grandes maestros contemporáneos, desde Varèse hasta Boulez pasando por Stravinsky y Webern, mantiene vivo todo su eclecticismo musical, cercano al Dadaísmo, en un desaforado gusto por la tímbrica más elocuente y una rítmica cuando menos peculiar pero siempre atractiva. Música altamente expresiva.

Las sesiones con la LSO, primorosamente preparadas, amorosamente deseadas, dejaron también en Zappa un cierto regusto amargo que no se recató en plasmar por escrito en las notas autógrafas de aquellos discos, y que me permito reproducir aquí a propósito de la grabación del último tema "Strictly Genteel":

"La interpretación incluida aquí se registró en la última hora de la última sesión de la última noche ... sin posibilidad de prórroga (a ningún precio) para corregir errores. Durante el período de descanso final, justo antes del gran impulso para lograr una buena toma, toda la sección de trompetas decidió visitar un pub al otro lado de la calle. Regresaron con 15 minutos de retraso. La grabación no se podía hacer sin ellos, pero la orquesta se negó a quedarse otros 15 minutos al final de la sesión para compensar el retraso de su resplandeciente sección de metales. He hecho todo lo posible por mejorar esta muestra de artesanía británica (al menos 50 ediciones en 6:53 minutos) pero fue en vano ... el "elemento humano" se mantiene intacto."

(vídeo sergio benedetti)

domingo, 16 de agosto de 2015

Seguimos de luto


Paco, mi suegro, tenía un corazón tan grande que incluso le cabía yo; tan grande que hace unos días se le paró y no hubo repuesto.

DEP 1925-2015

En recuerdo, y cerrando el ciclo, escuchemos el movimiento final de Un Requiem alemán de J. Brahms: "Selig sind die Toten". Un verdadero In Paradisum bramhsiano. Interpretan el Coro y la Orquesta Philharmonia dirigidos por Otto Klemperer:


(vídeo Barbebleuei)

domingo, 9 de agosto de 2015

Los amores de Zappa


Hacia 1980, contando trece años de edad, Moon (Unit) Zappa, la hija mayor del gran Frank Zappa, comunicó por escrito a su famoso padre el enorme deseo que tenía de participar en alguno de sus discos. La carta manuscrita, una mezcla de cariño, asombro e ingenuidad, se reprodujo en el correspondiente álbum donde finalmente Moon pudo participar: Ship Arriving Too Late To Save A Drowning Witch (1981) (respuesta evidente al jeroglífico de su portada)

Es bien conocido el inmenso amor, y la enorme debilidad, que los padres sienten por sus hijas, así que el padre Zappa, algún tiempo después, despertó a Moon en plena madrugada y se la llevó al estudio de grabación. La joven, ya con catorce años, dejó grabado una especie de recitativo, muy bien modulado en su propia jerga, sobre las niñas pijas del cercano valle de San Fernando en California: las llamadas Valley girls.

Frank añadiría una música bastante comercial e intrascendente para convertirla en su tema de mayor éxito comercial “Valley Girl”; una muestra y parodia de la llamada New Wave que tantos bodrios dejaría corriendo la década. La canción ocupó el segundo corte del citado álbum de 1981, un disco que, pese a contar con unas de las mejores bandas de Zappa, no pasaría de ser bastante mediocre.

En todo caso, éxito de ventas, y los Zappa felices comieron perdices o lo que fuese costumbre en el lugar.


(vídeo 45rpm80s)

domingo, 2 de agosto de 2015

Los amores de Wagner


En muchas de sus óperas el siempre genial Richard Wagner diferencia claramente diversos tipos de amores, bien con un fin puramente dramático, al estar personificados en diferentes personajes, o por un convencimiento personal muy profundo. Estos amores conviven en sus obras, casi siempre enfrentados, provocando una aseveración moral. 

Personalmente no creo que esta calificación y clasificación responda a la realidad, pues en una misma persona pueden coexistir diferentes arquetipos de amor, emanando todos de un mismo magma generador. Pero no es momento para discutir con el Maestro...

Lo que sí es indiscutible es el hecho de que este antagonismo nos ha regalado, de su pluma, un sinfín de bellísimas páginas musicales que podemos reconocer en muchas de sus obras, desde el Holandés hasta el Anillo o Parsifal.

Especialmente ilustrativo en este aspecto resulta la muy célebre obertura de Tannhäuser o El Torneo de Canto en el Wartburg. En ella Wagner enfrenta el amor espiritual, personificado en Elisabeth y musicado en el Coro de Peregrinos, con el amor carnal de Venus y sus tentaciones. 

Desde el mismo inicio queda clara la dicotomía temática, comenzando por el tema, y sus subtemas, de la salvación o del coro de peregrinos, que van surgiendo a modo de un Coral hasta el tutti orquestal con la hermosísima figura de los violines que aporta agilidad al canto coral. Poco a poco van desapareciendo de la orquesta merced a una elección instrumental especialmente afortunada con la sucesiva desaparición de atriles, para dejar paso al Venusberg y toda su carga de cromatismo y sensualidad (subtemas de la bacanal y las sirenas) que hace clímax en el motivo de Tannhäuser o Himno a Venus. Si se trata de la versión original de Dresde (1845) retorna el coral de los peregrinos a modo de redención para cerrar esta maravillosa obertura.

Escuchemos la lectura de dicha pieza, en concierto, a cargo de un gran director wagneriano de nuestro tiempo: Christian Thielemann con la Orquesta Filarmónica de Munich


(vídeo FourthMovement)