viernes, 29 de enero de 2010

Die Frau ohne Schatten: Acto III

Ich – will – nicht!

El sensacional tercer acto se abre bajo una bóveda subterránea con la pareja de tintoreros separados cada uno en una cámara, incomunicados. El ambiente es opresivo en los vientos graves, a los que se va sumando la tristeza del tema de los No Nacidos en arpas y celestas. La desesperanza y la angustia provocan la tortura de la Mujer (Schweigt doch, ihr Stimmen! - ¡Callaos voces!), quien solicita el perdón de su marido.

Sobre la desalentadora cantinela de los violonchelos, Barak comienza un monólogo, unos de los momentos más intensos y hermosos de la obra (Mir anvertraut – Me fue confiada) que posteriormente es convertido en un sublime dúo con su esposa, en una atmósfera de perdón y angustia en el extendido melodismo straussiano. El fragmento finaliza en la dulzura de Barak hacia la Mujer (Fürchte dich nicht - No tengas miedo) mientras la trompetas anuncian la superación de su prueba y el camino libre hacia la superficie, seguido, siempre por separado, de su esposa. Oigamos este maravilloso pasaje en las voces de Christa Ludwig y Walter Berry con Karajan:

Un interludio orquestal nos cambia la escena llevándonos hacia la roca-montaña, un Templo ante cuya escalera, que lleva a su grandiosa puerta, llegan la Emperatriz y el Ama en una barca sin guía que se detiene obstinadamente en la orilla. Mientras el Ama quiere abandonar el lugar, la atmósfera musical se va aclarando para iniciar el irreal dúo de las dos mujeres. En el clarinete se desarrolla el tema melódico que nos indica que la Emperatriz reconoce, por su sueño, el lugar y el momento: las trompetas anuncian el juicio al Emperador (Sie halten gericht - Le están juzgando). Tras los vanos intentos de disuasión, la Emperatriz asume su destino y despide para siempre al Ama (Ich gehöre zu ihnen, du taugst nicht zu mir - Yo soy una de ellos, Tú no me eres útil) y entra a través de la gran puerta, siendo imposible para el Ama seguirla.

Desquiciada, el Ama exclama su maldición hacia los hombres (Was Meschen befürden? – ¿Lo que los humanos necesitan?) al tiempo que intenta convencer a Barak, quien todavía está buscando a su esposa, para que se vengue de ella (Strafe sie,räche dich - Castígala, Véngate de ella). Su caída en desgracia es total, aparece el Mensajero, quien tras impedirle el paso, le impone el castigo de Keikobad enviándola de vuelta en la barca hacia el mundo de los humanos, en medio de una tormenta orquestal.

La escena nos presenta ahora a la Emperatriz ante el Templo. La irresistible belleza straussiana del violín nos introduce en la Gran Prueba de la Emperatriz, dando comienzo a su primera parte –la Plegaria- (Vater, bist du’s? – Padre, ¿estás ahí?): reconoce ante Keikobad su fracaso en conseguir una Sombra, pero asegura haber descubierto el don del Sacrificio, arropada por la trompa y las escalas ascendentes de los violines. Escuchemos la escena en la voz de Julia Varady con Solti:

En respuesta se inicia la Tentación en forma de fuente del Agua de la Vida. El Guardián del Umbral le urge beber del manantial para adquirir la Sombra de la Mujer de Barak. Pero al escuchar el lamento de la pareja de tintoreros, y conocer su destino si acepta, rehúsa beber (Blut ist in dem Wasser, ich trinke nicht! - ¡Sangre hay en el agua, no beberé!)

Un tremebundo crescendo orquestal le descubre semioculto al Emperador ya petrificado, tan solo puede mover los ojos. Comienza la segunda parte de la PruebaLa Renuncia- En medio de un intenso dramatismo, introducido por unos golpes de gong, la Emperatriz ya no puede cantar… su desesperación se vehicula en recitativo (Erfüllt der Fluch! – ¡La maldición se ha cumplido!): pide morir, mientras unas voces sobrenaturales repiten la advertencia del Halcón. El Guardián la vuelve a tentar con el Agua de la Vida, pero ante las voces suplicantes de los tintoreros, y en un clamoroso silencio orquestal, con un dramático grito la rechaza definitivamente (Ich will nicht! - ¡No la quiero!). El momento es excelso, más aún en la voz de Rysanek con Böhm

La Prueba ha sido superada, desaparece la fuente, la escena se ilumina, los agudos tremolantes de las cuerdas reproducen el tema de la Sombra que preludia la aparición de una larga sombra a los pies de la Emperatriz. En ese mágico instante el Emperador se despetrifica iniciando un arrebatador pasaje henchido de pasión (Wenn das Herz aus Kristall - Cuando el corazón de cristal, se quiebre en un grito) al que se le unen las voces de los niños. Oigámoslo en la interpretación de Plácido Domingo con Solti:

Aparece el reino de Keikobad donde la imperial pareja canta un sublime dúo con la orquesta desatada, en un ambiente de impetuoso romanticismo.

Reaparecen Barak y su Mujer, a la cual su recobrada Sombra se le convierte en un Dorado Puente sobre el abismo que les permite por fin reencontrarse (Dein Schatten, er führt mich zu dir! - Tu Sombra me lleva a ti)

Radiantes se reúnen las dos parejas en un canto de amor conyugal que inicia Barak con un himno jubiloso (Nun will ich jubeln - Quiero gritar de alegría como nadie lo hizo jamás) y que finalizan como cuarteto en una apoteosis orquestal del más genuino Strauss.

Pero para Hofmannsthal es el Coro de Niños No Nacidos quien debe cerrar la ópera, en límbica calma y con una más que enigmática frase:

¡Si hubiera alguna vez una fiesta,

nosotros seríamos en secreto

no sólo los invitados,

sino también los anfitriones!

FIN

Discografía recomendada:

1. Rysanek, Golz, Höngen, Hopf, Schöffler – Wiener Philharmoniker – Karl Böhm 1955. Excepcional lectura plena de poesía y de lirismo, de opulencia diamantina en la orquesta. Cuenta además con Rysanek (la mejor Kaiserin) y un soberbio Schöffler como Barak. IMPRESCINDIBLE

2. Varady, Behrens, Runkel, Domingo, Van Dam – Wiener Philharmoniker – Georg Solti. 1992 Lectura heroica, pétrea, expresionista, arrolladora de Solti con una estupenda Hildegard Behrens. MUY RECOMENDABLE.

3. Voigt, Schwarz, Hass, Heppner, Grundheber – Staatskapelle Dresden – Sinopoli 1996. Una versión íntima y delicada, ajustada y viva, con algunos desfallecimientos tensionales, y algunas insuficiencias vocales pero con un Kaiser de lujo, Heppner. RECOMENDABLE.

4. Rysanek, Ludwig, Hoffmann, Thomas, Berry – Wiener Staatsoper – Karajan 1964. Lectura elegante, ligera, de una opulencia de bisutería, y escaso dramatismo, que cuenta, además de la Rysanek, con unos tintoreros sensacionales, Christa Ludwig y su marido Walter Berry. RECOMENDABLE.

En formato DVD recomendaría la excelente labor orquestal de Solti en Salzburgo 1992, y la preciosa puesta en escena de Ichikawa (vista en el Real) con Sawallisch a la batuta.

sábado, 23 de enero de 2010

Die Frau ohne Schatten: Acto II

No quiero la Sombra,
hay sangre en ella
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La historia y la orquesta se centran en la Mujer de Barak, sobre la que vuelve a la carga el Ama. Tras despedir a su marido, con carga seductora en música y texto renueva la tentación, y venciendo su rubor, logra desvelar de la tintorera sus ensoñadoras fantasías sobre un joven desconocido. A pesar de la incipiente incomodidad de la Emperatriz, por medio de su magia hace aparecer al joven de sus sueños ante la desconcertada tintorera. La Mujer va sucumbiendo a la mágica tentación en un crescendo orquestal, momento que es cortado por el retorno de Barak.
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El tintorero llega alegre, con abundante comida, rodeado de sus hermanos y de niños de la calle quienes entonan un febril himno de alegría hacia la vida (O Tag des Glücks, o Abend der Gnade! – ¡Oh Día afortunado, Oh Noche de gracia!). Mientras el malhumor de la Mujer va en aumento (Bitternis, will ich trägen im mund – Amargura es lo que quiero tener en la boca), sobre un coro de hambrientos mendigos.
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La orquesta ataca el primer Interludio que facilita el cambio de escena. Tras el tema del halcón, el violonchelo con un cantabile soñador, lírico, reflexivo, nos traslada hasta la Casa del Halconero imperial en la espesura de un bosque en una noche de luna llena; allí donde se iba a retirar durante su ausencia la Emperatriz. Oculto en el exterior, se repite el motivo del Emperador mientras éste inicia su íntimo monólogo, romántico, evocador (Falke, Falke, du wiedergefundener – Halcón, halcón, perdido y vuelto a encontrar). Escuchemos el hermoso pasaje en la voz de un Kaiser de referencia: Ben Heppner dirigido por Sinopoli
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De repente divisa la llegada de la Emperatriz con el Ama, procedentes del mundo humano, y en un pasaje de máxima excitación, sintiéndose engañado, tiene pensamientos homicidas, primero con una flecha, luego con la espada. Finalmente, incapaz, ruega al halcón que lo traslade a un pedregal desolado donde lamentarse.
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De vuelta a la tintorería, la Mujer se va sumiendo en la amargura de sus melodías. El Ama prosigue su labor incansable, tras suministrar un somnífero a Barak, vuelve a hacer aparecer al joven deseado. Entregada casi totalmente a la tentación en los brazos de su imaginario amante (Ich habe getraumt – He soñado que volaba hacia ti con besos interminables), súbitamente la Mujer renuncia a la visión y despierta a su marido con fuertes reproches pero con un tono diferente, más apacible y relajado, iniciando su cambio de actitud. Barak no comprende la situación (Ich höre un weiss nicht – Oigo sus palabras y no entiendo lo que dice) ante la desesperación de su Mujer.
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Un nuevo e irreal Interludio nos devuelve a la Casa del halconero, en su interior dormita la Emperatriz con el Ama a sus pies. En su agitado sueño (Sie, Amme, Sie – Mira Ama, mira los ojos del hombre, lo que está sufriendo) observa una cueva por donde transita el Emperador y el halcón, presentados en sus motivos por la orquesta. Entre oníricas y etéreas sonoridades, Ella presiente la petrificación del Emperador mientras al otro lado de una puerta llaman, seductoras, las voces de la fuente del Agua de la Vida, a la vez que el halcón agita su advertencia. De nuevo escuchemos a Leonie Rysanek en su maravillosa Kaiserin:
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La Emperatriz despierta de su premonitorio sueño, cayendo en la más profunda desesperación, musicada en la más elevada tesitura(Was ich beruhre, töte ich - Todo lo que toco se muere, preferiría ser convertida yo misma en piedra)
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Para la última escena del acto II, volvemos a la casa de Barak. Allí tiene lugar en casi plena oscuridad la Confesión de la Mujer, provocando el desencadenamiento de los acontecimientos. La Mujer, con enorme ansiedad (Es gibt deber, die bleiben immer gelassen – Hay quienes siempre se quedan tan tranquilos) confiesa a su marido que le ha sido infiel con un joven durante su ausencia, y que, en un pacto, remachado por poderosos acordes de la orquesta, ha renunciado a su Maternidad (Abtu’ich von meinem Leiben die Zinder – Rechazaré de mi cuerpo los niños que no han nacido). Efectivamente ante la luz del hogar, la esposa ya no proyecta Sombra. El Ama urge a la Emperatriz para que recoja la Sombra de la tintorera, pero tras la duda, la rechaza (Ich will nicht den Schatten – No quiero la Sombra, hay sangre en ella)
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Ante la progresiva ira de Barak, el Ama sitúa una mágica espada en su mano para que de muerte a su esposa. Ella, entregada, más calmada, en una expresión nunca vista, se sincera y le hace saber que todo fue un sueño (Barak so töte mich, schnell - Si debo morir por algo que no ha sucedido, entonces, Barak, mátame rápido). Entre la máxima agitación orquestal y relámpagos, ambos son tragados por la tierra, mientras el Ama protege a la Emperatriz.
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Escuchemos toda la enorme escena de la Mujer de Barak en la versión de Birgit Nilsson con Astrid Varnay como el Ama:
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Continuará...

domingo, 17 de enero de 2010

Die Frau ohne Schatten: Strauss/Hofmannsthal

¡La luz pasa por su cuerpo,
como si ella fuera de cristal!

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La Mujer sin Sombra: la ópera más ambiciosa y compleja de esta genial pareja de creadores resultó ser “la más bella de todas las óperas existentes” (Hofmannsthal), una perfecta enormidad en toda la extensión del término, y a la vez un Cuento de Hadas, una Fábula Esotérica venida de Oriente: la Flauta Mágica del XX.
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Concebida (hmmm… qué bien cuadra aquí este verbo) tras el éxito de Der Rosenkavalier, durante una estancia conjunta en Italia en 1913, su gestación fue complicada en ambas vertientes, hasta su estreno en 1919 con Maria Jeritza y Lotte Lehmann en los principales roles femeninos, dejando hueco entre tanto para el estreno de Ariadne auf Naxos.
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Hofmannsthal, inspirado en cuentos orientales posiblemente persas, fascinado por “Las Mil y Una Noches”, e influido por un viaje a Marruecos, elaboró un relato acertadamente exótico, deliberadamente mitológico, conscientemente hermético, eminentemente simbolista, donde ni el tiempo ni el espacio existen, e incluso donde no hay nombres propios salvo Barak y el personaje ausente, Keikobad. Tan complicado iba naciendo el proyecto que decidió crear un texto en prosa llamado “Erzählung” publicado por separado, que serviría de guía.
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La acción y la evolución circulan sobre dos parejas sometidas a pruebas de vida. Desde sus distintos niveles, uno humano, terrenal (Barak y su mujer), el otro en un nivel entre el anterior y el espiritual, una especie de limbo (Emperador y Emperatriz), buscan y ansían la Felicidad a través del Amor y el Sacrificio. Muñidora y guionista interpuesta, el Ama intenta dominar los entresijos de los acontecimientos, en un doble juego diabólico, hasta su caída en desgracia ante el príncipe de los Espíritus, Keikobad el supremo.
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Como ser semihumano la Emperatriz carece de sombra, y su deseo de amor, de humanidad, su idealismo, lo objetiva en su búsqueda a través de la Maternidad. El amor egoísta del Emperador, cazador y amante, no basta para su plenitud (Él no ha soltado los nudos de tu corazón). Barak supone el enlace con la bondad terrenal, la sencillez vital: su necesidad de hijos y el desamor. Su mujer es la emancipación abortada; cautiva de los lazos conyugales, expresa su disconformidad ante el fatalismo. En el Sacrificio del Amor, la Renuncia como prueba de purificación, la Emperatriz extiende finalmente la Redención. Expresa también una idea de responsabilidad ética y, evidentemente disecciona el papel femenino de la época.
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A tal derroche conceptual Richard Strauss le añadió la más opulenta y delicada de sus partituras: una orquestación repleta de los más exóticos sonidos y de las más oníricas atmósferas. Una muy elaborada obra musical que se despliega desde la delicada pieza de cámara hasta la más vasta página sinfónica o el pasaje vocal más complejo; desde los etéreos violines y arpas hasta la profunda gravedad de las tubas, en un juego de equilibrios sonoros de enorme dificultad. Salpicada de interludios ante los abundantes cambios de escena y plano, la orquesta resulta ser el motor del cuento.
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Acto I
El Castillo Azul de los Emperadores se estremece con tres poderosos truenos orquestales que preludian un relámpago de arpas, flautas y violines. Sobre él indaga el Ama esperando noticias de Keikobad, señor de los Espíritus y padre de la Emperatriz, con la feérica, sencilla y preciosa frase que abre la obra (Licht überm See- Luz sobre el Lago). Es el Mensajero de la duodécima luna que la inquiere sobre la sombra de la Emperatriz, y desea verla. Algo imposible pues Ella está con el Él hasta el alba (Seine Nächte sind ihr Tag, seine Tage sind ihre Nacht - Las noches de Él son el día de Ella, los días de Él son las noches de Ella). Tras reprocharle haber dejado que la raptaran, le advierte de que, tras doce lunas, sólo quedan tres días para que pueda conseguir su Sombra y evitar que el Emperador se convierta en piedra (Er wird zu Stein! – ¡Se convertirá en piedra!): sentencia afirmada en el tema musical de Keikobad.
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De repente aparece el Emperador quien expresa su deseo de ir a las montañas-luna durante tres días, lugar donde, con ayuda del Halcón, dio caza a su esposa, en forma de gacela. Tras presentar por primera vez el tema del Halcón, ofrece un segundo tema de amor, apasionado, ardoroso, lírico, terminado con un intenso arropamiento orquestal (Denn meiner Seele und meinen Augen und meinen Händen und meinem Herzen ist sie die Beute aller Beuten ohn Ende! - Pues para mi alma, y mis ojos, y mis manos, y mi corazón, ella será la presa de todas las presas, por siempre jamás)
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Acompañada por un solo de viola hace su entrada la Emperatriz (Ist mein Liebster dahin - Se ha ido mi amado?). El ambiente orquestal se vuelve etéreo, espiritual, maravilloso, pleno de luz, un lugar ideal para el refinado agudo de la Emperatriz. Sigue el diálogo con el Ama y la evocación del Halcón que revoloteando sobre ella deja caer el talismán mágico que permite cambiar de forma, y le advierte de la necesidad de conseguir una Sombra que evite la petrificación del Emperador. Escuchemos la entrada de la Emperatriz en la versión de su mejor intérprete, Leonie Rysanek – Böhm 1955:
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El Halcón repite su tema de advertencia (Die Frau wirft keinen Schatten, der Kaiser muß versteinen! - ¡Si la mujer no tiene sombra, el emperador deberá convertirse en piedra!) provocando la desesperación de la Emperatriz quien urge al Ama a que la ayude para conseguir una Sombra. Ésta finalmente accede a guiarla hasta el horrible mundo de los hombres. El viaje hacia las profundidades de lo humano (Erdenflug) es musicado de manera magistral por Strauss utilizando el tema de la Sombra y exponiendo todo un abanico de percusiones ante la casa de los Tintoreros. Escuchemos y veamos a Georg Solti dirigiendo a la Wiener Philharmoniker:
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En la humilde casa-taller de Barak, sus tres hermanos discuten con su mujer hasta que éste llega y aguanta los reproches de su esposa. En una escena dominada por el desamor, la tristeza, la incomunicación, Barak anhela unos hijos que no ha tenido, y en un lírico lamento expresa toda el ansia de su vida con una bellísima melodía “Aus einem jungen Mund gehen harte Worte - De una joven boca salen duras palabras” seguida de un precioso interludio orquestal en el intenso lirismo de las cuerdas. Escuchemos este fragmento en la voz de Paul Schoeffler con K. Bohm:
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Impactada por el canto de su marido, la mujer entra en casa sollozando mientras Barak se va al mercado. En ese instante aparecen entre luces la Emperatriz y el Ama quien comienza por ganarse la confianza de la asustada tintorera, interesándose por su maternidad (Meine Seele ist satt geworden der Mutterschaft - Mi alma está saciada de maternidad antes de haberla degustado). Comienza en la instrumentación la irreal escena de la Tentación, con una escenificación mágica de un palacio, unas sirvientas e incluso la llamada de un hermoso joven, para predisponer a la mujer a la Renuncia de su Sombra. El precio es expuesto ante sus demandas (Abzutun Mutterschaft – Renunciarás a la maternidad para siempre). La mujer se declara dispuesta, al tiempo que regresa su marido. Por medio de más magia, el Ama separa las camas del matrimonio y llena de peces una sartén al fuego desde la cual surgen las desesperadas voces de los Niños no Nacidos (Mutter, Mutter, laß uns nach Hause - Madre, madre, déjanos entrar… estamos a oscuras y tenemos miedo).
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La escena final es de una belleza indescriptible: Barak, sólo, abatido, derrotado, entona una triste melodía (Sie haben es mir gesagt – Me lo habían advertido) mientras fuera suenan las voces de los guardas nocturnos en una melancólica llamada al amor y la vida:
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Esposos abrazaos con amor
Sois el puente tendido sobre el abismo
Por el que los muertos vuelven a la vida
¡Santificado sea el fruto de vuestro amor!
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Disfrutemos el final del Acto I en la voz de José Van Dam en la grabación de Solti de 1992:
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Continuará…

martes, 12 de enero de 2010

Chopin y Zimerman: magia polaca

“Tras interpretar a Chopin siento como si estuviese llorando por los pecados que nunca cometí, y gimiendo por ajenas tragedias. Siempre tengo la impresión de que su música produce ese efecto. Crea un pasado que ignorabas y te colma de una sensación de dolor que permanecía oculta tras las lágrimas”
(O. Wilde)
Notas al programa de mano.
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Érase a lo lejos un brujo con un fardo, una caja de Pandora musical: mágica y sugerente, el embriagador ruido cósmico. De cerca, un hombre con un piano, con su piano: atractivo y musical. Era Krystian Zimerman acompañado, como siempre, por su personal Steinway & Sons, quien esparcía talento y seducción en el Auditorio de Galicia en un tutto Chopin.
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Naturalmente se trataba de un día especial: una nevada histórica en Santiago dC para un nombre ya legendario de una generación de pianistas. También el cielo reconoce los grandes eventos...
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Puntual y atildado como es su costumbre, inmensamente blanco en pelo y barba (no, no era nieve) apareció apresurado y tímido ante el abarrotado auditorio. Elegante ante el instrumento, sin dejar apagar los aplausos de recibimiento, atacó apasionadamente el Grave.Doppio movimento de la Sonata n.2 op 35. Y se hizo el silencio y también el encantamiento: de aquella máquina a teclas comenzó a surgir una inmensidad, diría que todos los colores de una entera orquesta, pero me quedaría corto; eran flechas de semicorcheas, abrazos de fusas, caricias de blancas… con perfumes chopinianos. Era la música en su pura esencia.
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Y así se mantuvo: entre el desolador Lento de la ostinata y conocida Marcha Fúnebre de la susodicha Sonata, y su enérgico y a la vez delicado Finale.Presto. O el vertiginoso viaje de ida y vuelta de dos manos por una mágica alfombra en blanco y negro en el Scherzo en si bemol menor op 31 que cerró la primera parte, entre clases magistrales de rubato: uso y control.
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La reanudación quiso introducirla Zimerman con la dulzura del Nocturno op 15 n.2 de apolínea lectura y ensoñadora línea melódica, volátil melancolía. Tras él atacó la Sonata n. 3 op 58 en cuyo Largo la melodía se hizo inconmensurable, sin principio ni final, inevitable y entregada, para entretener una eternidad, o dos, o si me apuran hasta tres. En las escalas descendentes del Finale.Presto, non tanto había una gnosis de la pureza, en unas manos que por momentos se encontraban conversando, cómplices y rivales, en unas notas próximas.
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No hubo bises ¿para qué? saludos tímidos, y la felicidad en el aire transmitiéndose como sonido, a trescientos cuarenta y cuatro metros por segundo…
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Y para que no se apaguen las ondas, adjunto un audio en directo, algo antiguo, con los dos últimos movimientos de la Sonata n. 2 en las mismas polacas manos que hechizaron Santiago dC:
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video de thetunr

viernes, 8 de enero de 2010

Robert Fripp (VI): Larks’ Tongues in Aspic (King Crimson)

Este álbum supone el inicio de la tercera generación de la mítica banda británica; una de las más ricas de su larga existencia, así como la apertura a nuevos conceptos musicales que anclarían definitivamente su estilo musical más genuino, cuya influencia llega hasta el presente. El KC más puro y personal, único.
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Tras el sensacional "Islands" (1971) y su posterior gira norteamericana se produjo la desbandada (nunca mejor dicho) poniendo punto final a la segunda estirpe de los Crimson, tras numerosas turbulencias musicales y personales. Fripp no tardaría, apenas unos meses, en reclutar nuevos integrantes; por esa época se daban literalmente tortas en la escena británica por integrarse en el grupo. Los nuevos músicos fueron:
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David Cross, violín, viola, teclados: sólido músico de formación y experiencia clásicas que rápidamente se adaptó al mundo eléctrico amplificado.
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John Wetton, bajo y voz: un valor seguro en sus cometidos, que ya estuvo a punto de integrarse en la anterior formación.
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Bill Bruford, batería: procedente de los exitosos Yes, no dudó en dejarlos ante la llamada de Fripp; todavía permanece hoy.
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Jamie Muir, percusión: un fenómeno procedente del free-jazz británico, músico riquísimo en ideas.
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Y un nuevo letrista, externo al grupo: Richard Palmer-James
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Tras algunos ensayos y los primeros conciertos públicos durante 1972, para perfilar los nuevos estilos y composiciones, en 1973 grabaron la primera pieza de la Trilogía que dejarían para la historia: el demoledor “Larks’ Tongues in Aspic”
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El grupo estaba más conjuntado y unido que nunca:
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. La composición era compartida entre varios miembros (Cross, Wetton, Muir, Fripp) olvidando las ampulosidades iniciales y las veleidades jazzísticas.
. Predominaban los temas instrumentales de largo desarrollo y amplia participación solista, llegando hasta los umbrales del heavy-metal (diría que haciéndolos trizas)
. Se incrementaba el gusto por la improvisación y la experimentación sonoras (jams)
. Y siempre manteniendo el concepto básico del Rey Carmesí: energía, eclecticismo, intensidad.
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En el interior de una preciosa portada, sin letra alguna, de Tantra Designs, se incluían los temas siguientes:
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- Larks’ Tongues in Aspic part one: monumental tema instrumental, rico en percusiones de Muir y en metálicas partes de guitarra, que nos exponen sin tapujos la nueva línea emprendida.

- Book of Saturday: típico lento crimsoniano, lírico, de regusto melancólico, que comienza entre la suave línea de bajo y los acordes de guitarra de Fripp, envolviendo a la voz de Wetton en la sencilla melodía, que se repite entre los solos de violín y guitarra.
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Cargado por histria.
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- Exiles: representa el nexo con el pasado; tras una introducción de sonidos oscuros, el melotrón nos lleva a la luz con la entrada resplandeciente de todo el grupo en la acústica de Fripp. Cross presenta el tema melódico para dar paso a la voz de Wetton. Tras el dulce solo de guitarra eléctrica de Fripp el tema finaliza en un crescendo marca de la casa:
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Cargado por histria.
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- Easy Money: potente línea rítmica ribeteada de acerados riffs de Fripp y amplia panoplia percutiva.

- The Talking Drum: oscuro y rico instrumental firmado por todo el grupo, de evolución ascendente y variados lucimientos instrumentales, entre la amenazante guitarra y la lúgubre viola.

- Larks’ Tongues in Aspic part two: potentísimo instrumental con el riff de guitarra más terrorífico, abrasivo y feroz de la historia del rock, sobre una base rítmica muy marcada, y amplia variedad de dinámicas: desde los interludios calmos a las agresivos alaridos. Uno de los temas que más asentarían el devenir estilístico de la banda, en sus sucesivos desarrollos. (Como curiosidad señalaría que ciertas secciones del tema fueron plagiadas en la banda sonora del bodrio de softcore de los setenta, Emmanuelle). Precaución para los oídos delicados:
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Video de LOCOINSANE1

lunes, 4 de enero de 2010

Xacobeo Classics 2010

Comienza de forma inminente el Festival Xacobeo 2010, del que detallo lo más mediático de su programación clásica:

Grandes Orquestas:

Royal Philharmonic Orchestra – Charles Dutoit
Tchaikovsky, Rachmaninov y Rimski-Korsakov (21 y 22 enero) A Coruña-Vigo

Orchestra Giovanile Cherubini – Riccardo Muti
Tchaikovsky, Stravinsky y Beethoven (27 enero) Santiago dC

Academy of Saint-Martin-in-the-Fields – Terje Mikkelsen
Beethoven y Haydn (28 y 29 abril) Ourense-Vigo

Il Complesso Barocco – Alan Curtis – Ann Hallenberg
Arias de Händel (30 abril) Lugo

The English Baroque Soloists – The Monteverdi Choir – Sir John Eliot Gardiner
JS Bach – Misa en si menor (4 mayo) A Coruña

Orquesta Sinfónica de Galicia – Víctor Pablo Pérez
Verdi – Réquiem (7 mayo) Santiago dC

Orquesta Comunitat Valenciana – Zubin Metha
Schubert, Chopin y Strauss (11 junio) Santiago dC

Gabrieli Consort & Players – Paul McCreesh
Händel – El Mesías (13 diciembre) Vigo

Real Philharmonía de Galicia – Ros-Marbá
Bruckner – Misa n.3 (23 diciembre) Santiago dC

Grandes Voces:

Vivica Genaux (7 enero) Santiago dC
Dolora Zajick y Francisco Casanova (13 febrero) Vigo
Elina Garança (25 marzo) A Coruña
Cecilia Bartoli (14 abril) SAntiago dC
Mariella Devia y Celso Albelo (19 junio) Pontevedra
Barbara Frittoli (18 septiembre) A Coruña
Angelika Kirchlager (21 septiembre) Santiago dC

Grandes Solistas:

Lang Lang (12 mayo) Santiago dC
Anne-Sophie Mutter (18 junio) A Coruña
New York Philharmonic Ensemble (11 y 13 agosto) A Coruña-SdC
Andreas Haefliger (11 septiembre) Ferrol
Arcadi Volodos (7 noviembre) Ferrol

Óperas (en concierto):

Wagner - Parsifal
Shukoff – Urmana – Royal Liverpool Philharmonic – V Petrenko (24 agosto) SdC

Donizetti - La Fille du Régiment
Ciofi – Albelo – OSG – Accocella (27 septiembre) Vigo

Rossini - Guillaume Tell
Sinfónica de Castilla y León – A.Zedda (2 octubre) A Coruña

Gran Gala Lírica Xacobeo 2010
Guleghina, Gallardo-Dômas, Roncatore
María José Montiel
Celso Albelo, Marco Berti
Leo Nucci
Real Philharmonía de Galicia – MA Gómez-Martínez (4 agosto) SdC
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... y a todo ésto se le deberá sumar el Festival Mozart y el Via Stellae.
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Ameniza FJ Haydn, según la Sinfónica de Galicia:
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Añado enlace oficial con la programación y la venta de entradas:
http://classics.xacobeo.es