miércoles, 26 de septiembre de 2007

Giacomo Carissimi (1605-1674): el más grande del XVII (?)

Al menos así le consideraron algunos de sus coetáneos y hasta dos generaciones posteriores. Pero el destino no quiso hacerse eco de este clamor: casi un siglo después de su muerte el Papa Clemente XIV, disolviendo la Orden de los Jesuitas, contribuía indirectamente a echar un manto de olvido sobre su obra. El Collegium Germanicum, su casa, su hogar de ora et labora, cerró sus puertas y sus archivos y biblioteca, vendidos, dispersados o perdidos. El deseo de conservar su obra en la Iglesia del Colegio le resultó una pésima elección. Incluso existen dudas de su verdadera fisonomía.

Pero durante su vida, este hombre piadoso y sencillo, tuvo reconocimientos de Gran Maestro, no sólo en Roma o en Italia, sino por toda Europa. Baste nombrar algunos de sus alumnos más dotados: Christoph Bernhard, P.J. Baudrexel, Johann Kaspar Kerll, Johann Phillipp Drieger, Giovanni Maria Bononcini, Giovanni Paolo Colonna, Alessandro Scarlatti y Marc-Antoine Charpentier. Gracias en gran medida a la recopilación que hicieron de la obra de su maestro, han sobrevivido muchas de ellas.

El puesto de su vida fue la de Maestro di Capella en la Basílica de Sant’Apollinare perteneciente al Collegium Germanicum que tenía la orden jesuita en Roma, con unas obligaciones similares al Kantor de Leipzig: componer y organizar la música de la iglesia y asumir la docencia de los jóvenes coristas del Colegio. Por el camino quedaban renuncias a cargos tan importantes como la sucesión de Monteverdi en la Basílica de San Marcos o el puesto de Maestro de Capilla en la corte de Bruselas o Viena.



Religiosidad, sensibilidad, modestia fueron virtudes que le adornaron, las cuales unidas a una fascinación por el teatro, encauzaron parte de su obra hacia el Oratorio. Tal es así que fue en su tiempo tenido popularmente por el inventor de este género, que plasmó cercano y a la vez seductor, en el estilo que entonces se desarrollaba en Italia: el estilo recitativo monteverdiano, recitar cantando, y a la vez representativo, cercano a la ópera que nacía por obra y gracia de la Camerata Fiorentina. La relación con Dios pasaba a ser íntima y plena de emoción humana, ahí brillaba Carissimi, cuyas historias sagradas eran demandadas en los más altos lugares, como el Oratorio de l’Archiconfraternitá del Santíssimo Crocifisso, lugar de reunión de la nobleza.

Su obra (Misas, Cantatas, Oratorios) destaca por un esencialismo basado en sobrios y sólidos pilares musicales, muy tradicional en la forma pero dotado de una pulsión dramática interna muy poderosa; siendo su corolario, una elegancia muy natural. Sirva de aperitivo el Chorus: “Tunc, horribile sonitu, tubae” de su obra Judicium Extremun:











Como ejemplo paradigmático de su arte, traigo aquí su celebrado oratorio latino JONÁS, resumen de todas sus características musicales:

Tras una breve y esencial sinfonía, aparece el narrador (historicus) adornado de bellos melismas. Comienza la acción con la intervención de Dios que pide a Jonás que aleje a Nínive de su pecado. Ya en el barco, el doble coro desencadena la tempestad sonora, y tras la autoacusación, éste es arrojado al mar. La oración de Jonás en el vientre de la ballena supone el punto central de la acción sacra, leída como un aria, más bien arioso, equilibrada y melódica. La súplica se hace humanamente doliente hasta conseguir el perdón divino y el vómito del cetáceo. La acción se extingue en un sereno y emotivo coro de arrepentimiento.

Jesuita cantat…

Jonás
Barbara Steude..... Historicus
Hermann Oswald..... Jonas
Matthias Gerchen..... Deus
Capella Angelica
Lautten Compagney
W. Katschner

sábado, 22 de septiembre de 2007

El gran Ligeti: una genialidad


Poema Sinfónico para cien metrónomos (1962)
Divertimento sónico al borde de la Música: tímbrica y textura en extinción progresiva.
Impactante incluso visualmente...

miércoles, 19 de septiembre de 2007

SHAKTI

Corría el año 1975 cuando el fenomenal guitarrista de jazz John McLaughlin puso el primer fin a su proteica y exitosa Mahavishnu Orchestra, su banda con core oriental, que aunaba el virtuosismo del jazz con la intensidad del rock. Músico inquieto, desenchufó su guitarra de doble mástil, guardó toda su electrónica y miró de nuevo a Oriente, hacia ese imán cultural, filosófico y religioso que es el gran Subcontinente Indio, buscando nuevos músicos. En realidad llevaba varios años subyugado por la música india, aprendiendo de destacados docentes indio-paquistaníes. Este influjo músico-cultural estaba muy en boga en esa época en distintos ambientes, desde el brit-pop hasta la contracultura hippie californiana. Durante ese período de aprendizaje conoció a Zakir Hussain, maestro percusionista y virtuoso de la Tabla, y entre los dos engendraron la idea del grupo SHAKTI (inteligencia creativa, energía y belleza).

La primera formación se cerraba con L. Shankar, violín, R. Rhaghabam, mridangam, y T.H. Vinayakaram, ghatam.

Mientras tanto se hacía construir una shakti-guitarra con un segundo juego de cuerdas simpáticas, una suerte de cruce con el sitar.

A finales del citado año, se presentaban en sociedad grabando en directo su primer disco: Shakti with John McLaughlin. Era un fluido musical que exhalaba la mixtura improvisada de música clásica del norte de la India, Indostani, con su peculiar pedal sonoro mantenido y ciclos rítmicos, (ya conocida popularmente en Occidente gracias al éxito de Ravi Shankar) con la tradición musical del sur, Carnática, más compleja y elaborada, tremendamente sensual; amalgamadas con un cuasi clasicismo acústico occidental virtuoso y tremendamente free. La simbiosis lejos de un cierto misticismo morfeico, reivindicaba esa energía creadora a la que alude el nombre del grupo.





Se producía una nueva vuelta de tuerca de lo que se dio en llamar fusión. Y también un puente entre tradiciones indostani y carnática, que tendría continuidad en sus dos siguientes obras: A Handful of Beauty, y la tercera, más elaborada, mestiza y sofisticada, Natural Elements.

Shakti, 1977
En 1978 se disolvía la banda, pero en la mejor tradición hinduista cobraba vida la nueva reencarnación en 1999 bajo el nombre de REMEMBER SHAKTI: con un McLaughlin de nuevo electrificado, guitarra Gibson; Hussain, tabla; “Vikku” Vinayakram, ghatam; Chaurasia, bansuri (flauta de bambú). Siendo sustituidos posteriormente estos dos últimos por V. Selvaganesh, percusión y U. Srinivas, mandolina. El nuevo ciclo estaba marcado por una mayor libertad en el desarrollo musical con amplísimas cotas de improvisación instrumental.


Remenber shakti, 2002

La feliz complicidad que transmiten en sus videos habla por si sola. Y la historia continuó hasta 2005... (de momento)



01. Joy (18:13)
02. Lotus Feet (4:44)
03. What need have I for this-What need have I for that-I am dancing at the feet of my Lord-All is bliss-All is bliss (29:03)

domingo, 16 de septiembre de 2007

Seguimos de luto: MARIA CALLAS, la divina excelencia

Incluso transitando territorios no demasiado frecuentados ni especialmente caros, he de reconocer que para mi supuso un antes y un después, un punto de inflexión sonoro e interpretativo, su Lucia di Lammermoor. Pocas veces un intérprete puede superar a un creador; Ella sí. Con mi inmenso agradecimiento, un recuerdo a los treinta años de su muerte.

martes, 11 de septiembre de 2007

Angkor Wat: un nuevo amanecer

Como introducción al Arte del Imperio Jemer (siglos IX al XIV), ubicado en la actual Camboya, (sobre el que volveremos más profundamente en el futuro) sirvan estos dos vídeos sobre uno de sus hitos arquitectónicos:

El inmenso templo visnuista de Angkor Wat (comienzos del XII).

Un tesoro de la humanidad…





lunes, 10 de septiembre de 2007

MOZART y la delicadeza

Pocas facetas tan personales, íntimas y representativas del arte del Divino Compositor como sus Conciertos para piano; desde el temprano y melancólico Jeunehomme K 271 hasta la desolada hondura de los tiempos lentos de sus últimas páginas, plenamente románticas.

Muchas y muy variadas han sido las aproximaciones interpretativas, con distintos aspectos, perspectivas y matices, sin duda muy válidas la gran mayoría de ellas. Hoy, aprovechando el caladero yutúbico, os quiero presentar la de Maurizio Pollini, dos lecturas completas de dos obras maestras, separadas por casi treinta años. Precisamente ahora que está registrando parte del catálogo, y presentando públicamente numerosas interpretaciones dirigidas desde el instrumento; recientemente con la OSG en un absorto auditorio coruñés. El siempre estudiosamente analítico pianista milanés, mantiene a lo largo de decenios una delicadeza casi tímida, una visión introspectiva plena de rigor, profundidad y sentimiento contenido teñido de devoción. Sirva como ejemplo el aflictivo Andante del Concierto en Do mayor K 467…

Concierto para piano K 488 en La mayor n.23 ... Karl Böhm: Pollini, Wiener Philharmoniker (1976) :





Fuente: JuanPedrotti

Concierto para piano K 467 en Do mayor n.21 ... Riccardo Muti: Pollini, Filarmonica della Scala (2004) :









Fuente: cy0708

PS: para todos aquellos interesados en descargarse los vídeos de ambos conciertos recomiendo hacerlo en formato .avi a través de vixy

jueves, 6 de septiembre de 2007

Pavarotti ha abandonado su forma mortal

Retomo de forma precipitada este blog por la muerte, no por prevista menos dolorosa, del gran tenor de Módena.

Transcendiendo incluso a una voz prodigiosa, bellísima, y un carisma adornado por una eterna sonrisa, Luciano estaba dotado de esa cualidad tan intrínseca al Arte con mayúsculas: llegaba rápido y directo al corazón enamorando el alma. Personalmente además soy su deudor como guía que, a través de la lírica, me ha supuesto su legado.

Ahora que ya ha trascendido al tiempo, convirtiéndose en lo que ya era casi en vida, Un Clásico, vaya mi agradecimiento más sincero con un grito que seguro que le encantaba oír, enmarcado en uno de sus más sublimes papeles, Rodolfo, que le catapultó a la fama allá por los ya lejanos años sesenta:

- ¡Bravo Pavarotti! ¡Bravo Luciano! ¡Bravo Maestro!